7. The Bloody Demon

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Me removí varias veces por la cama de hojas, no conseguía conciliar el sueño. Hacía al menos diez minutos que me había despertado pero estaba cansada y no había ganas de levantarse.

~A noche, al llegar al campamento me encontré con los niños perdidos preparando la fogata. El "rubio encapuchado" me ayudo, mejor dicho lo hizo todo él, a cocinar el pez que pesque de pura suerte. Tras eso solo me acosté para descansar. ~

Me coloqué boca arriba intentando relajarme. El árbol me tapaba el sol dándome sombra, era un ambiente relajante pero aun así no conseguía relajarme y dormir. Al final me di por aludida y me levanté.

Coloqué un poco la cama y me fije en la cesta de manzanas. La cogí y sonreí, aunque no sé por qué pero lo hice. Me acerqué al campamento y me senté en un tronco mientras mordía una manzana.

El campamento estaba algo vació, solo quedaba los más pequeños, algunos luchaban entre ellos con las espadas, otros practicaban con el arco y los más pequeños simplemente jugaban. Era increíble como los pequeños utilizaban las armas, como si fueran soldados preparados para ir a la guerra.

Vale que en el cuento luchan contra los piratas y por tanto saben luchar pero era solo unos niños de cuatro o cinco años que sabían perfectamente como matar a un conejo o un pájaro, no me quiero ni imaginar lo que pueden hacer los mayores y menos Peter Pan.

-No deberías estar aquí.

-Eh?-me giré y vi a un niño.

Era pequeño, de unos ocho o nueve años, con el pelo castaño y alborotado y con unos pequeños ojos achocolatados. Su ropa era vieja, llevaba puesta la capucha y la capa le arrastraba por el suelo. Su rostro estaba manchado e intentaba parecer serio cruzado de brazos delante de mí aprovechando que yo estaba sentada y el de pie pareciendo más grande.

-No deberías estar aquí-repitió firme-aquí no hay chicas.

-Pues supongo que soy la primera.-me encogí de hombros.

El chico ladeo la cabeza y se quedó observándome un rato con el ceño fruncido.

-No eres la primera.

-¿A no? ¿Ha estado aquí otra chica?-cuestioné sorprendida.

Se llevó la mano a la boca tapándosela y yo me reí un poco.

-No puedo decirte nada.-dijo volviendo a cruzarse los brazos.

-¿Por qué?-pregunté curiosa mientras cogía otra manzana, ya que me había terminado la otra.

-Porque no.

-Todo tiene un porqué.-comenté sonriendo a lo que el chico me respondió con un mohín.

Le mire fijamente buscando una repuesta y el me miro igual convirtiéndose en un concurso de miradas.

-Pan no me deja que hable y ya he dicho mucho.-soltó tras no aguantar.

-Está bien pequeño.-le sonríe y me devolvió la sonrisa.- ¿Quieres una?-dije mostrándole una manzana.

El pequeño asintió y cogí la manzana. Se sentó a mi lado y le dio un bocado a la manzana.

-Por cierto, me llamo William pero todos en la isla me llaman Will.

-Yo Katherine pero dime Kate.

-Pues a mí me gusta más Katherine.

Me reí.-Pues entonces dime como tú quieras.

-De las dos formas.-sonrió.

A diferencia de los niños perdidos que había visto y Pan, William era más simpático y amable, sin duda era un buen chico.

•Believe in Me• | •Peter Pan/Robbie kay• |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora