•Believe in Me• | •Peter Pan/Robbie kay• |

8. No te entiendo

Narra Peter:

~En la Isla Calavera~

-¡Sombra!-grité enfadado entrando en la cueva de la calavera.

-¿Qué quieres Pan?-Sombra apareció de inmediato, como yo quería.- ¿Qué te ha pasado en la nariz?

-Esa mocosa ha sido lo que ha pasado.-solté furioso.

-¿Esa chica?-preguntó extrañado.

-Dijiste que no sería un problema, que sería muy fácil conseguir lo que necesitaba.-le reproché.

-Eso es porque necesita ayudar para creer.

-No, eso no era lo que te pedí. Te pedí un creyente, no una chica inocente y frágil.

-Ya no hay tantos creyentes como antes Pan.-se excusó.-Además ella es especial.

-¿Especial? ¿En qué sentido?-pregunté curioso.

-Aun no lo se pero se que es una creyente única, solo necesita ayuda para creer y cuando lo hago tendrás lo que necesitas Pan.

-Eso ya me gusta más-sonreí satisfecho-pero podías haberlo dicho desde el principio-le recriminé-¿Y cómo lo consigo?-necesitaba toda la información que sombra sabía para conseguir mi objetivo, todo era importante para mi plan.

-Ayúdala a creer, gánate su confianza, lo que se te da muy bien hacerlo-sonreí ligeramente ante el halago.-Convierte en el héroe que ella cree que eres, haz que crea en ti y obtendrás lo que quieres.

-Eso está hecho.-levanté una ceja, esto ya lo tenía ganado, conseguiría lo que necesitaba para mi plan.

-Antes de irte...-me detuvo ya que estaba a punto de irme.

-¿Si?-dije algo molestó dándome la vuelta para verle.

-¿Por qué no te has curado la nariz?-preguntó serio.

-Sabes por qué.-le contesté.

-Entonces debes darte prisa o...

-Lo se.-lo interrumpí harto, no quería que me recordara lo que pasaría.-Tu solo avísame cuando sepas más.

-Está bien Pan.-y se fue volando.

Salí de la isla, tenía que sacar a Kate de la jaula y hacer que crea en mí, Peter Pan jamás fracasa.

Narra Kate:

Llevo al menos una hora aquí arriba encerrada en la jaula, ya podían ponerme al menos en el suelo no que ahora si intentó escapar me encuentro con unos 3 o 4 metros de altura y con la herida de mi pierna ni me atrevo a saltar, y ya para colmo han puesto a un guardia, además la jaula cada vez que muevo se abalancé y eso la hace aún más incómoda.

Miré hacia abajo y ahí estaba el chico de guardia, tendría mi edad más o menos. Me entró curiosidad y más el aburrimiento no puede evitar preguntarle.

-Eh chico.-grité intentando llamar su atención-¿Cómo te llamas?

No hubo respuesta alguna, ni siquiera se movió, seguía ahí de pie haciendo guardia.

-Sabes...es de mala educación no contestar.

-Pan no quiere que hable contigo.-dijo serio.

-Pues ya lo has hecho.-solté una pequeña carcajada pero estaba bastante molesta.

Ese Pan.... será posible ¿por qué no me deja que hable con nadie? ¿Es que quiere matarme de aburrimiento? Pues no lo va a conseguir, me quedaré esperando a que me saque.