Capítulo 8

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Comenzaba a anochecer cuando Linsey, Kendrick, y el resto del clan McGregor cruzaban las puertas del castillo de Foyers. Nada mas atravesar las puertas se fijaron en que los guerreros del clan McColl habían comenzado a reparar las casas de los aldeanos que quedaron destrozadas con el ataque de los McFallen.

Al llegar a la puerta del castillo Ian el mejor amigo de Ken McColl salió a recibirlos. Tras los respectivos saludos entre Kendrick y Alec con Ian, este último los guió hasta la habitación donde Ken seguía encamado por culpa de las heridas que Douglas McFallen le había causado cuando intentaba proteger a su esposa y a Linsey.

Nada mas entrar en la habitación Linsey corrió a los brazos de su amiga la cual se veía bastante cansada y con unas notables ojeras negras por la falta de sueño. Mientras las dos amigas seguían abrazadas Kendrick se acercó a la cama para poder agradecerle una vez mas a su amigo lo que hizo por proteger a su mujer, pero esta vez no solo le dio las gracias por protegerla de los McFallen, si no también por la vez que la defendió en el bosque de aquellos malhechores.

- Ken-. Susurró Linsey acercandose a la cama compungida por ver los gestos de dolor que hacía el marido de su amiga con el mínimo movimiento-. Quería agradecerte todo lo que hiciste por mi cuando estuve aquí. Nunca te daré las gracias lo suficiente para compensarte todo el dolor que te he causado a ti-. Dijo señalando su costado herido-. Ni el daño causado a la gente de tú clan.

- No tienes nada que agradecerme Linsey, se que si las cosas hubiesen sido al revés Kendrick habría protegido a Susan de la misma forma. No te preocupes por mis heridas, pronto será solamente un mal recuerdo con una cicatriz permanente en mi cuerpo que me hará recordad que Douglas McFallen no es una persona ni de honor, ni de palabras. Ese hombre aprovechó que me distraje a causa de los gritos de una niña pequeña que había sido capturada por uno de sus hombres para clavarme la daga en mi costado, pero gracias a mis guerreros pudimos con ellos.

Linsey lo miró con una sonrisa de agradecimiento en la cara mientras se giraba hacia su amiga.

- Tienes muy mala cara Susan-. Dijo Linsey levantandose y agarrando a su amiga justo cuando esta perdía el conocimiento.

- ¡Susan!-. Gritó Ken al ver como su mujer se desmayaba.

- No te preocupes Ken-. Le dijo Linsey al tiempo que Ian la cogía en brazos y la sacaba del cuarto para llevarla a otro que quedaba contiguo al de su amigo-. Seguro que esta muy cansada por haber estado cuidando de ti, y por el estres vivido durante todos estos días.

- Cuidala por favor-. Le pidió Ken mientras veía salir a su mujer en brazos de su amigo mientras Linsey los seguía.

- Tranquilo amigo, sabes que Linsey la cuidará bien y te mantendrá informado en todo momento.

Mientras Kendrick intentaba distraer a su amigo con la ayuda de Alec, en la habitación de al lado Linsey le pedía a la criada que subiera un cubo con agua fría y unos trapos para ponerselos a su amiga en la frente, la cual seguía sin reaccionar.

Tras unos largos minutos de angustia por fin Susan comenzó a reaccionar y abrió los ojos. Al principio susan no entendía que había pasado, no sabía que hacía en una cama en otro cuarto, y no en la cama al lado de su marido. Cuando se incorporó de golpe en la cama para ir con su marido, el trapo húmedo que tenía en la frente se le cayó sobre las piernas y un leve mareo la obligó a volver a tumbarse.

- No te muevas tan deprisa Susan, acabas de desmayarte. Menudo susto nos has dado.

- ¿Me he desmayado?-. Preguntó Susan bastante desconcertada. Ella normalmente era una muchacha muy sana, raramente enfermaba, por lo que no entendía porque le había pasado eso.

Desaparecida en las Highlands (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora