Capitulo 5

12.5K 1K 18
                                    

Al llegar a la puerta de la habitación Kendrick la cerró con cuidado viendo como Linsey se dirigía hacia la ventana envolviéndose con sus propios brazos como si tuviera frío, o miedo a lo que allí se iba a hablar. 

- Linsey-. Comenzó a decir Kendrick.

- No, antes de hablar solo quiero saber una cosa ¿Vale?-. Lo cortó Linsey con determinación esperando una respuesta de parte de él que llegó en forma de asentimiento-. ¿Estás enamorado de Leslie? 

- ¿Qué?-. Preguntó Kendrick asombrado. De donde había sacado su mujer semejante disparate-. ¡Claro que no mujer! La única mujer que ocupó, que ocupa y ocupara siempre mi corazón eres tú. 

Linsey se lo quedó mirando con desconfianza, no sabía si confiar en él o no. Pero luego las palabras escritas en la carta que había recibido Ken de parte del guerrero McColl infiltrado en Eilean Donan le llegaron a la mente como un vendaval. Meses antes de que ellos dos se prometieran Leslie había ido hasta el castillo de su marido para intentar que él le propusiera matrimonio, pero aún así él no hizo nada. Unos meses después ellos se habían prometido y posteriormente casado mediante un Handfasting. Pero, si Kendrick la amaba, ¿Por qué no había insistido en un matrimonio de verdad, ante Dios y para toda la vida? ¿Por qué había aceptado un Handfasting sabiendo que en un año y un día ella podría desaparecer de su vida para siempre?

- Si eso es verdad-. Comenzó diciendo Linsey dando voz a sus dudas-. ¿Por qué aceptaste casarnos mediante un Handfasting? ¿Por qué no intentaste que nos casáramos ante Dios para toda la vida? ¿Por qué...?

- Linsey detente-. Le imploró Kendrick-. Si acepté el Handfasting y no insistí en nuestra boda religiosa, fue porque sabía que nuestro matrimonio había sido muy precipitado, y que tú tenías dudas aunque nunca dijiste nada. Por otro lado pequeña fierecilla-. Dijo Kendrick mientras se acercaba a ella y la tomaba por la cintura y la acercaba a su pecho-. Habría aceptado cualquier matrimonio mientras él final fuese el mismo.

- ¿Qué final?-. Preguntó ella tragando saliva.

- Ser tú marido, y que tú fueses mi mujer. 

Linsey se lo quedó mirando como si le hubiesen salido tres cabezas. Era lo mas romántico que le habían dicho en toda su vida, y no era otro que Kendrick, su marido quien se lo decía. 

- Kendrick-. Empezó a decir Linsey mientras se separaba del abrazo de su marido y se acercaba mas a la ventana para tomar un poco de aire-. Cuando hace unas semanas me escapé fue porque escuché una conversación que tenías en tú despacho con mi padre, mi hermano y Alec-. Kendrick se colocó justo a su espalda mientras ella  hablaba pues necesitaba sentirla cerca, pues a parte del abrazo que ella le había dado cuando entró en su cuarto, se mostraba fría y distante-. Oí como mi padre te decía que el te había pedido como un favor personal que te casaras conmigo. 

- Linsey yo....

- No, déjame acabar-. Pidió Linsey mirándolo a los ojos-. Yo siempre, desde que tengo uso de razón he estado enamorada de ti. Cuando tú me pediste que me casara contigo fue el día mas feliz de mi vida. Pero después de decirte que si, que aceptaba casarme contigo vi como mi padre y mi hermano se miraban de forma cómplice y comencé a tener dudas.  Te propuse el Handfasting para que lucharas por mi, pero tú te rendiste tan fácilmente que confirme que algo había detrás de todo esto del matrimonio, aunque una parte de mi mente se negaba a creer que mi propio padre, mi hermano y tú tramarais algo a mi espalda-. Linsey lo miró con los ojos anegados de lágrimas mientras seguía hablando-. Yo dejé de lado el sentido común y le hice caso a esa parte de mi mente que me decía que mi propia familia y tú me ocultaban algo. Me dejé llevar por lo que sentía por ti, por todo lo que tú me decías y demostrabas. No quería... o mas bien me daba miedo decirte que ya no quería unirme a ti mediante el Handfasting, que quería casarme contigo ante Dios y para siempre, me daba miedo que te retractaras y ya no quisieras casarte conmigo, por lo que acepte lo que me dabas sin decir nada a cambio, con estar a tú lado, poder abrazarte, besarte y ser tú mujer me conformaba. Así que imagina o por lo menos intenta imaginar lo que sentí cuando escuché a mi padre decir todo eso, por un momento en todo ese tiempo que vivimos en Eilean Donan llegué a creer que me amabas, que no eras capaz de decirme las palabras, pero que con tú cuerpo, con tus besos, tus caricias, tus abrazos, tus palabras me lo demostrabas. Que ingenua de mi-. Terminó diciendo Linsey con un sollozo.

Desaparecida en las Highlands (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora