#31 Películas de Disney

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La princesa y el sapo: El cliché que hemos visto en una gran cantidad de películas donde se debe besar al sapo para convertirlo en príncipe tiene un pasado un poco más violento. Para que esto sucediera no alcanzaba con un beso, era necesario decapitar al sapo, quemarlo vivo o golpearlo con fuerza. Por suerte, como en los otros casos, alguien intervino y cambió esta historia, de lo contrario, sería un malísimo ejemplo que nadie se atrevería a llevar al cine.   


Pinocho: Pinocho era realmente desobediente, tanto que en la novela de Carlo Collodi mata a Pepito Grillo, que trata de educarlo. De todas maneras, el grillo continúa en forma de fantasma. También, en la pieza original, el Hada Azul es simplemente un cadáver que se aparece a Geppetto y Pinocho, durante un corto periodo de tiempo.


La cenicienta:  La Cenicienta es también otra historia que fue bastante modificada respecto a su versión original. En verdad, el padre de esta pobre y bella sirvienta nunca murió y, lo que es peor, nunca hizo nada respecto a la humillación de su hija. Sí, un padre que nadie quisiera tener. A su vez, el zapato que cambió la vida de Cenicienta era de oro (no de cristal) y sus hermanastras hicieron todo lo posible para conseguir poner sus pies allí, incluso se cortaron los dedos y talones para poder usarlo. Por suerte para Cenicienta, como ya sabemos que sucedió, únicamente quedó bien en el suyo y pudo conocer a su príncipe Azul gracias a este. Por último, en la historia original escrita por los hermanos Grimm, cuando ella se casó, sus pájaros se encargan de quitarle los ojos a sus hermanastras. Unas criaturas perfectas que podrían competir con Angry Birds, pero que Disney quitó de su producción.


La bella y la bestia: La hermana de Bella era mucho peor que las hermanastras de Cenicienta. En el libro original de Jeanne-Marie LePrince de Beaumont, Bella decide ir a casa por una semana para ver a su familia. En este pequeño lapso es cuando su hermana muy celosa se empeña en convencerla para que esté más tiempo en casa. De esta manera, Bestia se enfadaría con ella y la comería. Pero, claramente, esto no sucedió.

La bella durmiente: La bella durmiente inspirada en el cuento original de Giambattista Basile, llamado Sol, Luna y Talía, no es hija de un rey sino de un lord. El padre de Aurora, guiado por las predicciones que hacen algunos de sus hombres sobre su futuro, abandona a su hija. Desde entonces, es encontrada por un Rey que a pesar de tener esposa, mantiene relaciones sexuales con ella antes de devolverla a su hogar. Nueve meses después, Aurora despierta y da luz a dos niños. La esposa del Rey los captura para cocinarlos y servirlos a su marido pero, por suerte, es atrapada antes de que esto suceda y castigada a muerte. Luego de esto, al igual que lo vemos en Disney, parece que el Rey y Aurora si vivieron felices para siempre. Blanca nieves: Blancanieves es de las historias que Disney tuvo que repensar en su adaptación a la pantalla grande. Según la historia que conocemos, Blancanieves es envenenada por la reina con una manzana. Pero en la versión de los hermanos Grimm, la reina ya había intentado matarla queriéndola estrangularla con un corset y peinándola con un peine totalmente envenenado con sus pociones.


Rapunzel: También es un poco diferente a la trama original. Al parecer, luego de ser visitada por su príncipe noche tras noche, la princesa queda embarazada. Cuando la bruja que la tiene prisionera se entera de esta noticia, le corta el cabello y la destierra a las zonas más pobres del reino. La bruja, para engañar al príncipe, usa su pelo y luego lo empuja por la ventana de las torres, haciendo que en su caída quede completamente ciego. Luego de unos meses que el príncipe deambula por el reino, escucha la voz de Rapunzel y recupera su visión conociendo a sus dos hijos.

 La sirenita: El cuento original en que se basa la película La Sirenita, escrito por Hans Christian Andersen, es mucho más violento de lo que Disney nos hizo creer. Ariel es una sirena que rescata al príncipe y que, para poder enamorarlo, acude a la bruja del mar para tener piernas. Úrsula la ayuda concediendo su deseo pero le corta la lengua. El príncipe, para la mala suerte de Ariel, se enamora de otra princesa. Una historia poco feliz que culmina mucho peor, ya que para que Ariel pueda regresar al mar tiene que tomar una decisión: matar al príncipe o morir en el océano, convirtiéndose luego en espuma ¿Adivinen cuál eligió? Sí, Ariel muere.
 ¿Has visto alguna de estás películas? ¿Conocías su verdadera historia?

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