Vecinos

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-Nunca me dijiste tu nombre- le dijo el extraño chico a Selene mientras cruzaban la salida de la escuela.

-Tu nunca me dijiste el tuyo.

-Me llamo Adrien, ahora dime tu nombre.

-Tengo el nombre de la luna.

-¿Te llamas la luna?

-Claro que no, me refiero a que tengo el mismo nombre que el que tiene la luna.

-¿Te llamas Selene?

-¿Conoces el nombre de la luna?

-Así es,siempre he sentido cierta atracción hacia la luna, y suelo investigar mucho sobre ella.

Selene detuvo su caminar, el se detuvo junto a ella, quien lo estudiaba muy atentamente con una expresión de curiosidad infinita, sus ojos brillaban como estrellas fugases, pero si previo ávido ese resplandor desaprecio y ella siguió con su camino.

-¿Dejarías que te acompañe a tu casa?

-¿Porque?

-Para ser sincero contigo, tengo bastante curiosidad sobre ti, tu no eres una chica normal.

-No soy ningún extraterrestre.

-No me refiero a eso, me refiero a que se nota que eres muy interesante, y me gustaría que me dieras la oportunidad de acercarme a ti.

-¿Acercarte a mi?

-Así es, ¿eso esta mal?

-No, es solo que pensé que yo era la chica extraña.

-A eso me refiero, quiero que me dejes conocerte mejor, pienso que tu eres un diamante que se encuentra una vez cada cien años.

-No soy un diamante, ya te dije que solo soy un gato negro.

-No entiendo que quieres decir con eso.

-Pregunta me otra cosa, no explicaré eso.

-Esta bien, dime cual es tu lugar favorito en el mundo.

-Mi violín.

-¿Tu persona favorita en el mundo?

- Mi gato y mi familia.

-Color favorito.

-Negro, rojo y azul.

-Música favorita.

-Para eso no tengo respuesta.

-¿Porque no?

-Esta es mi casa.

El observo un rato la casa que tenían en frente, y luego la miro a ella, que miraba la puerta de su casa fijamente. Al parecer ella se perdía constantemente en sus pensamientos, pues solía mantener la mirada perdida, como si estuviese a punto de descubrir el tesoro mas hermoso del mundo, y el quería saber cual era ese tesoro.

-Yo voy a vivir en la casa de al lado.

-¿Que?

-Mis padres compraron esta casa, pero necesitaba remodelaciones así que nos quedamos en la casa de mi tío que vive por aquí cerca pero pronto estará lista.

-Seremos vecinos entonces.

El no estaba demasiado impresionado para reaccionar, pero podía jurar que antes de desaparecer en el pórtico de su casa, los labios de Selene se ubicaron en forma de arco iris, no completamente, solo había sido un pequeño intento, hasta pudo haberlo imaginado, pero sabia que no era así.

Selene le había sonreído.







De gato negro a gato negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora