La melodía

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Adrien la miro directamente a los ojos, estaba confundido, no sabia porque ella se había quitado si ella también sentía lo mismo que el.

-Lo siento.

-¿Ocurre algo malo?.

-Es el primero... y me pone muy nerviosa.

-O entiendo, lo lamento, si te hice sentir presionada.

-No, claro que no, tranquilo, antes perdóname por quitarme.

-Esta bien.

-Estoy muy cansada, lo lamento, me acostare ya.

-No te preocupes, yo bajo en un rato.

Selene se cambio y alisto para dormir, ya recostada en su cama con Anwar acurrucado a su lado, ya dormido y buscando calor.

-Hola, ¿aun no te duermes?.

-Veía a Anwar dormir, se ve muy tierno, es hermoso pensar que esta criatura es y mi gran apoyo.

-Lo quieres mucho.

-Me cambio la vida.

-Bueno, yo me iré a la sala a leer un rato, te dejo descansar.

-No, espera.

-¿Que pasa?.

-Quédate un rato mas conmigo.

Adrien se acostó a su lado y la abrazo fuerte, ella se acurrucó en su pecho como una niña pequeña que busca protección, con los nervios a flor de piel viviendo las maravillas y los demonios que trae consigo el primer amor.

El comenzó a darle suaves caricias en la cabeza que lentamente la fueron llevando hasta el cielo y hacerla saltar de estrella en estrella, montando en la nube mas alta, cabalgando sobre la corriente de aire mas fuerte o navegando el mas ancho mar.

Con cabellos tan dorados como el sol, Piel tan clara como la luna, elegancia y porte de de un cisne y ojos de salidos de dos gotas de agua de los manantiales cuyo azul es el mas hermoso de el mundo, se encontraba Selene convertida en toda una ninfa, la mas poderosa y hermosa, danzando a mitad de su bosque por una melodía de la misma belleza que ella, que le llenaba el alma de una manera en la que ella nunca había sentido antes.

El bosque se sentía danzar con ella, la seguía en sus dulces movimientos guiados por la desconocida melodía.

Selene siguió bailado girando por todo el bosque, guiada por la increíble música hasta llegar a un riachuelo con una extraña figura al otro lado, cuyo resplandor no dejaba ver su rostro, pero ella supo de inmediato que era quien causaba la música.

Selene despertó de golpe, aun impactada por el maravilloso sueño, y corrió lo mas rápido que pudo hasta el piano.

-¿Que sucede?- le preguntó Adrien asustado siguiéndola.

-¡Tengo que tocarla y escribirla antes de que se me olvide!

De gato negro a gato negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora