Eres como yo

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-Es mi turno de preguntarte- dijo Selene mientras Adrien se sentaba a su lado. Se sentía mal por no haberlo saludado antes, ya que apenas comenzaba la jornada escolar, pero por alguna razón se sentía nerviosa, entusiasmada, pero nerviosa, no se atrevía a mirar aquellos ojos color noche.

-Adelante, pregunta lo que quieras- Adrien le dirigió una una sonrisa que la hipnotizó, una sonrisa con un resplandor nunca antes visto, algo fuera de este mundo.

-No puedo preguntarte ahora, ya va a comenzar la clase.

Selene levanto la cabeza con los ojos clavados en el blanco paisaje de el tablero, tratando de que la imagen de aquella sonrisa no volviera a su mente, pero algo mas la distrajo, una suave caricia en su mano derecha. Al fijarse había una hoja doblada apoyada delicadamente sobre su mano. "Por favor no me prives de una interesante conversación contigo" decía en el papel.

Se fijo en la letra, era muy extraña, parecía ser una letra normal pero con algo diferente diferente e invisible al ojo, esa letra solo podía ser de Adrien.

"¿Tocas algún instrumento?" dejó que el bolígrafo volara escribiendo las palabras en la hoja antes de devolvérsela.

"Toco el piano"  decía en la hoja de regreso. Selene lo miro sorprendida, tenia ese aura de artista, de alguna forma le alegraba que también fuera musico.

"¿Te gusta el espacio exterior?" al leer esta pregunta el volteo a verla con una expresión un poco extrañada.

"Pues si, creo que lo poco que conozco de el es hermoso"

"¿Porque te gustan los gatos?"

"Porque son adorables, pero al mismo tiempo tienen un toque misterioso"

Su corazón dio un brinco al leer aquella respuesta y no pudo evitar que en su rostro se dibujara una pequeña sonrisa.

Selene se sentó en el mirador de su casa y observo el cielo, se veía opaco con la luz reflejada en el hermoso tapete blanco de nieve, respiro profundamente dejando que el aire frío se acumulara en sus pulmones mientras Anwar se acurrucaba en sus piernas.

-Hola nueva vecina.

-Así que ya te pasaste oficialmente.

-Si, Selene me tenias algo preocupado de camino a casa, estabas muy callada.

-La verdad es que siempre soy callada.

-Eso e notado, puedes decirme que soy un tonto engreído pero realmente pensé que podría lograr que fueras diferente conmigo.

Hubo un momento de silencio en el que Selene reflexionó.

-Te pareces mucho a mi.

-¿Que?

-Vine pensando eso todo el camino.

-¿En que me parezco a ti? Me parece que yo respondí de forma muy ordinaria a tus preguntas, mientras que yo aun no descifró la respuesta de las tuyas.

-Cree me, es suficiente con decir que Anwar confía en ti- le respondió mientras que veía a su pequeño tesoro negro brillante saltar a el mirador de la casa de al lado.


De gato negro a gato negroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora