Capitulo 1

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Una joven chica llegaba a Francia con sus padres, desde China, que habían intentado cambiar sus vidas y venirse a París para ello...
Habían comprado una pequeña casita en una de las calles mas bonitas de aquella mágica ciudad, e iban camino de esta.
-Cariño, ¿cuando vamos a redecorar la casa?- preguntó la madre de Marinette con una gran sonrisa.
-Primero hay que verla...
-Yo quiero la habitación mas alta, la que esté arriba del todo, para ver el cielo y las estrellas...- exclamó Marinette alzando los brazos sentada en el coche.
-Eres igual que tu madre, paciencia- se río su padre.
En unos veinte minutos ya habían llegado a la casa, y habían alquilado un pequeño establecimiento para sus productos...
Marinette subió rápidamente las escaleras del edificio, y entró antes que nadie en la casa. La verdad es que era perfecta, ni muy grande ni muy pequeña... Fue a mirar que había en las demás habitaciones, y buscó una para ella.
Tal y como quería, una habitación con buenas vistas, y mucha luz.
Ya tenía planeado lo que quería poner y como decorarla, no era muy difícil para una futura diseñadora. Se río y subiendo por una escalera llegó a una terracita, desde la cual se veía toda la ciudad...
La torre Eifel, lo que más le llamó la atención, era preciosa, entre los edificios de la ciudad, con tanta magia y vida...
De repente vio una oscura figura saltando sobre los edificios, no estaba muy segura de lo que era, pero parecía una persona... vestía con un extraño traje...
Escuchó la voz de su madre llamándola, y olvidándose de la misteriosa figura, bajó a ver lo que pasaba.
-Por favor Marinette, sube estas cajas a tu habitación, estaban en el establecimiento de abajo, más tarde veremos lo que hay dentro y tiraremos lo que no necesitemos...
La chica, con un suspiro, cogió las tres cajas de cartón repletas de cosas, y subió lentamente por las escaleras.
Al dejarlas sobre el suelo en frente de la puerta, se tiró a este, con los brazos doloridos.
-¿Pero que hay ahí dentro? ¿Piedras?- dijo la muchacha abriendo una de estas.
Dentro de la caja había trapos, marcos de fotos, unos cuantos botones, y una extraña cajita circular roja con lunares negros. Marinette la miró con curiosidad, e intentó abrirla. Lo intentó con todas sus fuerzas, pero no lo consiguió, dejó la cajita en el suelo, y se apoyó contra la pared.
-Supongo que no encontraré nada interesante...- comentó en voz alta suspirando.
Tenía la intención de marcharse cuando sonó un pequeño golpe, y la cajita se abrió lentamente...
La chica se agachó, y miró en su interior. Encontró allí unos delicados pendientes, iguales que la caja, rojos y con lunares negros...

 Encontró allí unos delicados pendientes, iguales que la caja, rojos y con lunares negros

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Los cogió con cuidado, y los observó un largo rato...
-Marinette, ¿ya has dejado las cajas? Pues ven a ayudarme con esto...- dijo de pronto su madre.
Marinette, aun distraida, sintió una extraña sensación dentro de ella, tenía que averiguar mas cosas a cerca de los pendientes, pero no ahora, esta noche era perfecta...

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