15.

707 44 4
                                    



No sabía en qué momento sucedió, pero Harry dejó de sentir el leve peso del cuerpo de Louis sobre el suyo, y tampoco sentía aquel calor que desprendía, entonces abrió sus ojos bastante adormilado para comprobar que se encontraba sólo en aquel sofá.

-¿Louis?—preguntó, pero nadie respondió allí. Una horrible sensación de miedo comenzó a invadir su cuerpo—. ¿Louis?—repitió ahora un poco más fuerte, mientras comenzaba a colocarse la ropa interior y luego los pantalones. Se levantó y caminó unos pasos por la sala, hasta que vio salir al más pequeño del cuarto de baño.

-¿Me llamabas?—preguntó Louis totalmente despreocupado, con una leve sonrisa y una toalla envuelta en su cintura.

-Oh por Dios—suspiró Harry, su cuerpo se había relajado de golpe y se dio cuenta como sus piernas comenzaron a temblar debido a toda la presión que había acumulado esos pocos minutos—. Me asustaste, Louis. Creí que...

-¿Qué cosa?—preguntó aproximándose.

-Creí que te habías ido y me habías dejado sólo aquí sin avisarme.

-¿Eso te dio miedo?—comenzó a acariciar los brazos del más alto de una manera delicada.

-Bueno... sí—admitió.

-No te dejaré sólo sin avisar, si debo marcharme por alguna razón no lo haré sin antes decirte. Sólo fui a darme una ducha... estaba demasiado sudado.

-¿Por qué no me despertaste?

-Debo admitir que la idea de ducharnos juntos era bastante tentadora—sonrió pervertidamente—.Pero te veías jodidamente hermoso durmiendo y no quería despertarte.

-Bueno, supongo que yo también debería darme una ducha entonces.

-Oh sí, he lavado tu ropa por si quieres usarla...

-¿Tú la has lavado?—intentó no reír pero falló.

-¿De qué te ríes? No soy solo un maldito asesino, se hacer otras cosas también.

-Ya veo, eres una excelente ama de casa también—quiso sonar serio pero le divertía aquella situación.

-Cierra la boca, vete a bañar.

-¿Me estás dando órdenes?

-Claro que sí, tú eres mi rehén y debes obedecer.

-Ya no lo soy, estoy aquí por mi cuenta así que técnicamente no estoy siendo secuestrado.

-Pero si quisieras irte no podrías hacerlo.

-No quiero irme.

-Hablo en el hipotético caso, Styles.

-Oye, tú sabes mi apellido, ¿Por qué no sé el tuyo? Eso no es justo—cambió de tema.

-Se supone que debo saber el nombre completo de a quien voy a secuestrar, ¿no? algo andaría mal si tú supieras el mío.

-Es cierto... haces bien tu trabajo. Ahora dime, quiero saberlo.

-¿Para qué quieres saberlo?

-Para entregarte a la policía.

-Me temo que no podré dártelo, lo siento mucho.

-Dímelo...

-Si primero te vas a bañar.

-No, no me iré a bañar si no me lo dices.

-No tienes cinco años, tienes 22.

-¡Ahora resulta que también sabes mi edad! ¿Algo más?

-Tu mejor amigo es Niall Horan.

-Oh, esto no es justo. Pierde la gracia si ya sabes todo de mí.

-Sólo sé esas cosas sin importancia, la historia de tu vida me las has contado tú... bueno, sólo un poco de ella.

-Eres un tramposo—fingió enfado, y comenzó a caminar al cuarto de baño.

-Harry—lo llamó el ojiazul, y este se dio la vuelta sonriendo, pensando que le diría su apellido o su edad, pero sólo extendió sus manos con la ropa limpia—. Te olvidas esto.

Harry la tomó algo brusco.

-Gracias.

-Tomlinson—agregó—. Louis Tomlinson... tengo 24 años.

-Louis Tomlinson—repitió Harry—. Tomlinson, suena lindo. Me gusta.

-Lo sé—sonrió de lado.

-Eres mayor que yo.

-Así es, así que debes respetarme.

-¿Tú crees?

Louis asintió con su cabeza, entonces el rizado se acercó fugazmente y plantó un beso sobre sus labios, para luego correr hacia el cuarto de baño mientras canturreaba. Louis sonrió al verlo alejarse, e inconscientemente mordió su labio inferior. Todo lo que Harry hacía le parecía increíble.

                                         ............................

-Entiendo... sí, no te preocupes. Mis hombres han comenzado a trabajar en eso... espera ¿Qué? ¿¡Dos malditos días nada más!? Ese no era el trato, Richard—Harry oía a Louis hablar por teléfono alterado, al parecer era su jefe—. Bien... joder, sí. No, no estoy alterado es sólo que... bueno, está bien. Pasado mañana cerraremos este trabajo. Entendido, adiós—colgó y suspiró, entonces Harry salió a paso lento del cuarto de baño, casi sin hacer ruido. Se encontraba nuevamente con su ropa y sus cabellos estaban mojados, dándole así un mayor largo.

-¿Todo está bien?—susurró acercándose por detrás, y Louis se sobresaltó.

-¡Mierda, Harry! me asustaste—respondió de mala gana mientras se dirigía al sofá.

-Lo siento, no fue la intención—agachó su cabeza algo apenado—. ¿Era tu jefe?—preguntó, sentándose cuidadosamente a su lado. Sabía que Louis era muy difícil de llevar cuando estaba de pésimo humor.

-Sí, era ese jodido imbécil. Quiere que cerremos todo en dos días... no le importa una mierda a cuánto dinero hayamos llegado. Le había pedido unos días más con la excusa de asustar a tu madre pero ahora se negó, parece que hay que terminar rápido con esto porque tu padre tiene gente pesada y todo se va a ir a la mierda.

-¿¡Qué le han hecho a mi madre!?—se alteró el rizado.

-Nada, tu madre está bien—lo tranquilizó y envolvió una de las manos de Harry entre las suyas—. No hice nada, eran puras excusas para tener más tiempo.

-No dañes a mi familia, por favor... yo sé que no han sido nada buenos conmigo, pero en cierta forma los quiero.

-No le haremos nada, confía en mí—le sonrío.

-¿Y ahora qué? pasado mañana se termina todo, Louis. Tenemos que hacer algo. Tanto tu vida como la mía corren peligro.

-Harry ya lo he pensado... debes estar tranquilo, si estamos nerviosos todo podría salir mal, ¿De acuerdo?

-¿Qué tienes en mente?

-Huiremos.

Secuestrador - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora