-¡Louis! maldición—gritó Harry lleno de terror. El castaño permaneció inmóvil durante unos segundos que parecían interminables, con su cabeza contra el volante. El rizado se pasó al asiento del copiloto y tocó sus hombros, entonces, oyó un gemido y Louis levantó su cabeza lentamente.
-Mi cabeza—se quejó, sobándosela—. ¿Qué sucede?
-Te has lastimado...Te fuiste hacia la banquina y nos estrellamos—Los ojos de Harry se veían angustiados, toda esta situación estaba volviéndolo completamente nervioso y triste a la vez.
-No es nada—dijo, llevando una de sus manos hacia su frente y notando que apenas le salía un poco de sangre. Sólo era un raspón—. ¡Viene hacia aquí, mierda!—observó por el espejo retrovisor dañado como Liam había estacionado su auto metros atrás y ahora se dirigía caminando—. Harry, no te muevas del auto por lo que más quieras.
-¿¡Bajarás!? ¿Vas a matarlo?
-No lo sé... voy a solucionar esto de alguna manera, seremos felices te lo prometo.
-No quiero que te pase nada—ahora los ojos del rizado estaban inundados de lágrimas.
-No me pasará nada, cielo.
-¿Cielo?
Louis sonrió y asintió.
-¿Sabes? Tienes los ojos más hermosos que he conocido. No creo que existan algunos más bonitos, y si así fuera no quisiera conocerlos... Harry. Ya no quiero mirar otros ojos.
-Louis... te amo, déjame bajar contigo—su barbilla comenzó a temblar, eso era señal de que estaba a punto de romper en llanto.
-No te moverás de aquí, es peligroso—advirtió mientras tomaba unas balas que escondía en sus zapatos y las cargaba en su arma— A pesar de todo esto que sucedió, es Liam... si intenta hacer algo yo apretaré el gatillo primero. Sé cómo se maneja.
-¿Cómo pensabas pasar el chequeo con esas balas y el arma?
-Iba a deshacerme de esto antes de llegar, Harry.
-Prométeme que hagas lo que hagas ahí, volverás al auto y nos iremos juntos.
-Lo prometo, prometo que volveré y si no llegamos al vuelo nos tomaremos el siguiente y estaremos lejos de toda esta mierda tan rápido que ni recordarás esto—tras decir aquellas palabras, unió sus labios con los del menor, de una manera pausada, como queriendo recordar aquel beso por el resto de sus días.
Harry lo miró angustiado bajarse del auto, observaba desde dentro del vehículo como Liam caminaba tranquilamente hacia el encuentro con Louis. Estaban a pocos pasos de estar frente a frente, entonces Liam se frenó y abrió la boca.
-¿Qué has hecho? ¿Todo esto por un jodido niño?—elevó su tono de voz para que pudiera oírlo debido a que se encontraban a algunos pasos de distancia.
-¿Por qué ya no nos dejas en paz? Dile a Richard que no nos has podido alcanzar... ¡Mejor vete tú también!
-¿Sabes cuál es la diferencia, mi querido amigo? Que yo no quiero dejar esto. No voy a traicionar mis principios.
-¡Todo esto es una mierda, Liam! Me has metido en la mismísima mierda, y ahora tengo a alguien aquí que me ha hecho abrir los ojos.
-Tú quisiste entrar.
-¡Estaba desesperado! Cualquier cosa era mejor que la calle. Ahora yo puedo abrirte los ojos a ti... ya deja esto.
Liam miró hacia el suelo, con su rostro pensativo, mientras Louis lo miraba con todos sus sentidos en estado de alerta.
-Bien—dijo al elevar el rostro nuevamente, y mirar a su compañero—. Vete de aquí. Yo no dejaré el negocio, pero tú puedes irte...
-¿Qué?—lo miró sorprendido Louis.
-Eres buena persona, esto no es para ti... siempre supe que algún día sucedería esto. Yo soy lo peor, me mantendré aquí... tu puedes irte, hazlo.
-¿Hablas en serio, Liam?—Preguntó aún sin creerlo, y su compañero asintió.
Harry miraba todo desde dentro del vehículo, aunque no podía oír nada, veía como ambos conversaban y no parecía haber ninguna señal de que Louis corría peligro, aún así, estaba listo para salir de ahí dentro si algo sucedía.
-Vete.
-¿Y Richard?
-Lo solucionaré, sabes que siempre lo soluciono...
Louis lo miró agradecido, entonces se despidió con un asentimiento de cabeza y se dio la vuelta para volver al auto, en ese mismo instante Harry frunció el ceño confundido. ¿Ya estaba todo? ¿Estaban a salvo y podían irse? En ese momento, divisó a Liam colocando su mano sobre la cintura de sus jeans ¡Estaba tomando su arma! Joder, ¡Iba a dispararle por la espalda!
Desesperado, abrió la puerta del taxi y salió corriendo hacia Louis, quien lo miró sorprendido sin comprender que hacía fuera del auto, entonces, en cuanto Liam puso su dedo en el gatillo, Harry lo tomó bruscamente de los hombros al ojiazul y lo giró de lugar. Un disparo se oyó en aquella desierta calle a tan tempranas horas de la mañana, y un grito desgarrador.
-¡Nooooooo!—soltó desde lo más profundo de su garganta Louis, hasta sentir que le ardía. Harry había tomado su lugar y recibido el disparo que iba dirigido hacia él—. ¡Imbécil!—volvió a gritar, ahora con sus ojos desbordados de lágrimas, que comenzaban a caer por su rostro sin cesar, mientras envolvía a Harry en sus brazos, quien no se movía. Lo observó y pudo ver como la bala dio directo en el lado izquierdo de su espalda. Tomó su pulso... no sintió nada.
-¡Jodido imbécil!—Grito completamente furioso, Liam estaba sorprendido por lo sucedido, pero ahora no podía dar marcha atrás, así que estaba dispuesto a dispararle también a su compañero, pero Louis fue mucho más rápido esta vez, no le dio tiempo a nada, estaba ciego de ira. Había terminado con la vida de decenas de personas y no le temblaba el pulso al momento de gatillar contra su compañero y la persona que lo había traicionado. Un disparo, justo en su sien, y otro en el lado izquierdo de su pecho, como si el primero no fuera suficiente. Liam cayó sin vida al asfalto.
Las manos de Louis temblaban, y su rostro estaba completamente húmedo por las lágrimas, aún sostenía el cuerpo sin vida de Harry entre sus brazos. La única persona que le había dado un rayo de luz a su oscura vida, quien había roto todas sus paredes y había sacado lo mejor de él, aquello que había enterrado hace años, cuando sólo era un pequeño. Ese muchacho lo había traído a la vida nuevamente, y ahora él ya no estaba en esta vida. No lo merecía, no alguien como Harry. Él era un maldito asesino, una mierda de persona y aún seguía con vida, incluso le había arruinado varios días de su vida a Harry. El rizado era un maravilloso ser, casi rozando la perfección, ¿y este era su destino? Había dado su vida para salvar la de alguien como Louis, y sinceramente él creía que no era justo. Si alguien ahí merecía morir, era él. Harry debería estar en este mundo, para cumplir cada uno de sus sueños y metas, para seguir dando luz a la vida de las personas con su bondad y su gran sonrisa angelical. Ahora todo estaba terminado, ahora él estaba acabado. ¿Qué sentido tenía la vida si ya no estaba la única persona que le daba sentido a ella? Louis era una mierda, y nunca comprendió por qué seguía en este mundo, cuando por fin encontró una razón, ahora ya no la tenía. El sonido de unas sirenas lo sacaron del trance en el que se encontraba, abrazando el cuerpo sin vida de aquel chico mientras besaba su frente, en medio de la calle. Seguramente algún vecino cercano habría oído los disparos y llamado a la policía. Estaba decidido, acabaría con todo de una buena vez. A unos pocos metros se encontraba el cuerpo de Liam sin vida, y entre sus brazos el de la única persona que amo en este mundo. Con su mano temblorosa volvió a tomar el arma, y la apoyó contra su cabeza, gatillando. Un último disparo se oyó en aquella terrible mañana. El disparo que acabó con aquella historia que jamás llegó a ser.
Fin.
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Secuestrador - Larry Stylinson
Fanfiction...-Harry, honestamente no deseo para nada que vuelvas a ver a tu familia, ni que te vayas de aquí. Quisiera tenerte para mí siempre...