Final alternativo.

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-Louis...

-¿Mm?

-¿Y cómo será nuestra casa?

-No lo sé aún...

-Louis...

-¿Sí, bebé?

-¿Podremos tener una mascota? Porque siempre he querido tener un gato pero mi padre es alérgico.

-Claro, uno o dos... los que sean.

-Louis...

-¿Si?—lo miró divertido al rizado, quien no dejaba de hacerle preguntas desde los diez minutos que llevaban de viaje hacia el aeropuerto, y aún faltaban unos diez o quince más para llegar.

-¿Me prometes que todo saldrá bien?

Louis se lo quedó mirando unos instantes, tragó saliva. Realmente no sabía si todo saldría bien, porque desde que habían cruzado la puerta de aquella vieja casa una sensación extraña invadió todo su cuerpo, como una especie de nervios e intranquilidad.

-Prometo que haré lo que sea para tener a salvo.

-¿Y a ti quien te cuida?

-No necesito eso...

-Yo te cuidaré, Lou.

Louis rió enternecido por aquellas palabras.

-¿Sabes algo?

-¿Qué?

-Te amo, Harry.

Harry se sorprendió ante aquella sinceridad tras esas dos simples palabras pero a la vez tan cargadas de sentimientos.

-Yo también te amo, Louis.

El chofer de aquel taxi miraba algo incómodo por el espejo retrovisor a aquel par de enamorados, y carraspeó su garganta al ver cómo estaban por besarse. Ambos se alejaron comprendiendo, aunque Louis se sintió un poco molesto por aquello. Apuesto que si era un hombre y una mujer no haría nada en absoluto ese señor.

-¿Falta mucho?—preguntó Harry.

-Sólo un poco más... creo que en unos diez o quin...—el auto frenó de golpe, haciendo chirrear las llantas y que ambos muchachos se sacudieran hacia delante bruscamente.

-¿Qué demonios?—dijo Louis totalmente alterado. Harry tomó de las manos al ojiazul completamente asustado.

-¿Qué le pasa a este imbécil?—dijo el chófer, y ahora todo tenía sentido. Un auto se le cruzó de repente, obligándolo a frenar y obstruyendo el paso.

-Joder, no—masculló Louis al observar aquel auto.

-¿Qué sucede, Louis?—preguntó Harry asustado.

-¡De marcha atrás!—ordenó Louis a los gritos al chofer.

-¿Qué?—preguntó el hombre de avanzada edad sin comprender—. ¡Déjame darle su merecido a este idiota!

-¡De marcha atrás y doble en la esquina, maldita sea!—Gritó aún más fuerte viendo como la puerta del auto que se encontraba frente a ellos comenzaba a abrirse.

-¡No me grite!

-¡Jodido imbécil! Baja del puto auto—ahora sacó el arma que llevaba en su cintura y apuntó directo a la nuca del hombre.

Harry abrió sus ojos como plato y su boca totalmente asustado.

El hombre con torpes movimientos abrió la puerta y asustado comenzó a bajar. No había tiempo, así que Louis se cruzó hacia delante pateando a aquel hombre para dejarlo fuera del auto.

Secuestrador - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora