En ese momento la oleada de poder desapareció y el Profeta se dispuso a entrar a la cámara para examinarla. Detrás de el la pesada puerta se cerró sin hacer ruido, y en cuanto se encontró dentro, completamente a oscuras, la piedra lima comenzó a brillar.
- ¡Genial! ¡Sencillamente perfecto! Después de tantos siglos en la penumbra y la soledad, vuelvo a tener invitados. No sabes lo feliz que me haces con tu presencia Profeta. Aunque no me habría molestado que avisaras antes de venir. Me hubiera gustado poder limpiar un poco el polvo de 10000 años que se junta en los rincones, pero tampoco le des mucha importancia.
La voz volvía a sonar en su cabeza, ahora con mas claridad. No había nadie mas allí, solo estaba la piedra lima, que brillaba de una manera un tanto inquietante. Vacilando, se acercó con pasos cautelosos hacia ella.
- ¿Quien eres, cual es tu nombre? ¿Como sabes quien soy? - preguntó el Profeta. En ese momento se encontraba hablando con una roca en el medio de una cámara sellada gigante. Se sentía un poco ridículo, pero no había otro lugar de donde aquella voz pudiera provenir.
- ¿Mi nombre? ¡Caray, es una buena pregunta! - respondió de inmediato, despejando sus dudas sobre quién le estaba hablando -. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que alguien lo mencionó que ya lo olvidé. Pero debes poder llamarme de alguna manera. Mmmm, ¿que te parece Xat? Si, Xat es un buen nombre, la x le da distinción. Y en cuanto a cómo se quien eres... Realmente no importa, más bien tú deberías saber quien soy yo. Lo sabes, ¿verdad?
El rostro del Profeta reflejaba una perplejidad total, como el de un niño que ve por primera vez un arcoíris. Ese tal Xat parecía conocerlo de hace tiempo, como si lo hubiera estado espiando. ¿Y cómo es eso de que lo estaba esperando? ¿Acaso sabía que el Profeta entraría allí?
- No, lo siento - respondió luego de salir de sus pensamientos-, pero no tengo idea de quien eres ni cual es tu interés en mi. A decir verdad, ni siquiera estoy seguro de qué eres exactamente.
- Vaya, debo admitir que me siento algo ofendido, ¿como es posible que tú, quien se hace llamar "Profeta", no conozca a mi maravillosa persona? Bien, entonces tendré que contarte la historia, ¡y es una muy importante, así que no me interrumpas!
Xat se pauso un momento, mientras que la sala se iluminaba con un color verde enfermizo. La puerta había desaparecido detrás del Profeta, y una niebla pesada cubría el suelo. Las paredes y el techo tampoco eran visibles a causa de la niebla, por lo que daba la sensación de estar perdido, suspendido en el espacio.
- Bien, todo comenzó hace mucho tiempo, en la Era del iris para ser mas precisos. Cuando nuestra raza se expuso a las gemas iridiscentes por primera vez, algunos de los nuestros adquirimos una inteligencia y desarrollo superior al resto, fue en ese entonces que comenzó la jerarquía del senado compuesto por un Comandante, un Benefactor y un Profeta. Y yo, mi buen amigo, fui el primero de todos los Profetas.
El silencio de apoderó de la cámara. El Profeta estaba totalmente atónito por aquellas palabras. Era la primera vez que dos profetas podían hablar, ya que ese cargo es único, cada profeta se lo cede a otro kuumi antes de morir, sin mencionar la cantidad de profetas que habían enloquecido.
- ¿Donde estaba? Ah, si. En aquel entonces comencé a descubrir los poderes de nuestra fe, y en esas experiencias dí con una visión del futuro que posteriormente se volvería una premonición de destrucción de toda nuestra raza. Debe ser la misma que volvió locos a los demás profetas que no pudieron descifrarla. No los culpo, realmente me heló la sangre la primera vez que la vi, ¿o acaso a ti no te daría miedo ver en tu mente una película donde donde todo y todos los que conoces mueren? Realmente horrible.
- No es que quiera ser irrespetuoso con mis ancestros pero, ¿podrías dejar de divagar y decirme que viste en esa visión? - increpó el Profeta. No perdería la oportunidad de averiguar cuanto pudiera sobre aquella visión que había perseguido a su pueblo desde sus origenes, y quién mejor para informalo que aquel que la presenció en primer lugar.
- Cielos, tienes razón. Perdona mi entusiasmo, eres mi primer visita en siglos. Respecto a la premonición que vi, se trata de algo así.
En ese momento la niebla comenzó a disiparce, dejando ver una representación de Z'kum, una imagen que se mantenía suspendida en el centro de la sala. En ella también podían verse algunas ciudades y pequeños puntos que debían ser kummis. Aquela era una réplica de la visión que Xat vió.
"Una paz duradera en este mundo llegará a su fin cuando cuando el cristal corrupto esté en manos de aquel que busca hacerse con los misterios del universo. Él lo usara en nuestra contra, nublando nuestro juicio y tentándonos con tratos que no podremos rechazar. Lentamente nuestra sociedad colapsará, algunos le servirán, y los que lo enfrenten serán despiadadamente asesinados. Y así, todo el planeta se consumirá hasta su núcleo, dejando solo una roca árida en el espacio".
Cuando terminó de hablar, la proyección que flotaba frente a ellos mostraba un mundo muy diferente. Un Z'kum agonizante, envuelto en llamas y grietas que lo fracturaban. Las ciudades estaban en ruinas, y los puntos habían desaparecido. Xat se mantuvo callado durante 5 minutos, pero pareció toda una vida. Semejante visión del futuro no hizo mas que llenar la mente del Profeta con dudas y miedos.
- ¡Ah! Hay dos cosas más que debes saber antes de irte -continuo Xat.
De pronto su actitud se tornó mas seria, y su voz tenia un fuerte tono de gravedad, como si estuviera anunciando una masacre inevitable.
- Primero, el cristal corrupto que menciono en mi visión es este mismo que estaba guardado en esta cámara. Había decidido fusionar mi alma con el para poder transmitir este mensaje a alguien de una generación posterior para que pudiera preparar a los suyos contra la amenaza inminente. Durante mucho tiempo temí que mi gente se hubiera olvidado de este lugar, y que mi misión nunca se llevara a cabo. Afortunadamente la persona más adecuada para transmitirle lo que sé se encuentra frente a mi. Y segundo, la oleada de energía que te golpeó al abrir la puerta era un sello puesto por mi, que resguardaba al cristal de la vista de aquel que lo desea. Ahora que ese sello esta roto, es solo cuestión de tiempo para que nuestro enemigo se haga presente, y cuando eso pase... Sera mejor que estén preparados.
En ese momento el cristal corrupto dejó de brillar, y la puerta detrás del Profeta volvió a abrirse.
- ¿Xat? ¡¿XAT?! - gritó el Profeta mientras sujetaba con fuerza el cristal color lima. Su voz ya no sonaba en su mente, y la niebla ya se había disipado de la cámara, junto con su visión de un planeta destruído.
Guardó aquel cristal entre sus ropas y se apresuró a salir pero la escena que presenció lo detuvo en seco, totalmente paralizado del miedo: el cielo, que había estado despejado todo el día, ahora se encontraba completamente cubierto de nubes relampageantes. Una gran borrazca parecida a un río torrentoso, todas juntas avanzando velozmente hacia el Llanto del Fin.
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Z'kum, paz de cristal
FantasyCuando la armonía domine todo lo que conocen, cuando la paz abunde sobre el viento y la tranquilidad parezca no tener fin, será cuando el miedo se haga presente. Z'kum, un mundo lejano que alberga a los kuumis, una raza avanzada que dominan la magia...