Luces que desorientan

163 18 14
                                    

Tiffania:

Cuando llegamos todo parece ir fenomenal. Antes de bajar del taxi, una cuadra antes, se oía la música fuerte. Pagamos y bajamos.

El viento inmediatamente azotó mi rostro despeinándome un poco. Cruzamos la calle y dude un poco en entrar a esa gran casona.

Era una casa color burdeo, no tenía rejas en su jardín pero sí un gran árbol con unas cuantas hojas secas debajo. Un par de chicos charlaban un poco borrachos bajo él y una chica vomitaba en un basurero cerca de la acera.

A Astrid creo que no le importó la repugnante imagen de la chica y siguió de largo sin inmutarse. La puerta estaba abierta y a su lado había un gran ventanal con una grieta. Espero no la hayan causado uno de los borrachos estos.

-¡Astrid! - dijo un chico con ojos achinados, pelo negro, corto a los costados y largo hacia arriba. Iba vestido con unos jeans negros y una camisa blanca, y traía un vaso rojo en su mano. -¡Qué bien que hayas venido!

-Hola Marcus, feliz cumpleaños - dijo Astrid muy seria

-Gracias hermosa, pasen beban algo - sonrió no muy cálidamente

En cuanto entramos una corriente fría se deslizo por mi espalda seguida de la mirada penetrante de aquel chico.

-Ten - me ofreció Astrid

-¿Qué es? - pregunté observando el líquido desconocido de mi vaso color rojo

-No lo sé, ¿vodka?

-No gracias.. - dije rechazando el vaso

-Vamos no seas aburrida - continuó mi amiga

-Es que no me...

-Que te gustará, ya verás - dijo Astrid dándome el vaso. ¿acaso me estaba obligando a beberlo?

Recordé entonces las palabras de Bente, la madre de Rubén. Me había revelado uno de los secretos más importantes de su hijo y el que seguramente jamás me contaría. Era un borracho.

¿Sorprendida?, claro que sí, no me lo creí hasta ver la cara de seriedad de aquella mujer. Ese hombre ha sufrido un mogollón, más de lo que pensaría cualquiera, y no supo encontrar otra salida más que el alcohol. Al parecer le había costado muchísimo salir de ahí y le dejo cicatrices internas de por vida. Por eso su familia estaba contenta por cómo se estaban llevando las cosas en ahora, pensaban que la ''novia'' de que tanto hablaba su hijo podría resultar ser una amante del alcohol y que se yo, quizá de las drogas.

El chico, Marcus, llama a Astrid del otro lado del gigantesco salón, pero cuando le queda claro que no puede oírlo, se nos acerca.

-Tu debes ser Estefanía - comienza a decir agarrando la botella de vodka del mesón

-Tu debes ser Estefanía - comienza a decir agarrando la botella de vodka del mesón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Tiffanía..
¿Cómo lo sabes? - pregunté bebiendo un sorbo del vaso. Es tan fuerte que me duele la garganta.

-Astrid me lo ha dicho - dijo riéndose. Debe estar borracho ya.

Estás Vacío (elrubiusOMG) TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora