Habían pasado 3 años.
Tengo 21 años de edad y gracias a mi tío Gleeful, puedo viajar a dónde quiera y cuando quiera.
Ahora acabó de bajar del avión. Suspiré con alivio.
[...]
Dejé mis cosas en el hotel y me dispuse a salir.
De la habitación de enfrente, salió un castaño.
Sonreí.
—¿Listo? —cuestionó.
—Listo. —respondí.
Ambos reímos y salimos de aquel hotel.
Él, es Marco Díaz, ahora es novio de mi mejor amiga: Star Butterfly, con la cual, nos encontraremos en una cafetería.
Al llegar, tomamos asiento, hasta divisar a una rubia.
—¡Hola, chicos!~ —musitó con entusiasmo.
Ella me besó la mejilla, para luego brindarle un beso en los labios a su novio.
Se sentó a su lado.
—¿Qué me cuentan?
—Que esta ciudad es genial. —rió el latino.
Así pasamos el resto de la tarde. Entre risas, café y pastel de chocolate.
—¡Y deberían ver las estrellas! —exclamó ella, mi sonrisa se esfumó. —¡Son hermosas!
—¿¡En serio!? —cuestionó su novio.
Sentí como me golpeó el hombro con delicadeza.
—¡Deberíamos desvelarnos hoy! ¿Qué dices, Lawliet...? —se detuvo.
Ambos me miraron, para luego cambiar repentinamente de tema.
Al ver que mi expresión no cambiaba, la rubia decidió hablar.
—Lo siento, Lawliet... —suspiró. —No recordaba que... Extrañas a Daryl.
—No importa. —fingí reír. —Ustedes hagan lo que quieran, yo estoy cansado por el viaje, así que prefiero... Dormir.
Ellos intercambiaron miradas. No se veían convencidos, pero me creyeron.
[...]
Ya era tarde y me aburría cada vez en aquella habitación.
Suspiré con pesar y salí de aquel lugar. De hecho, aquel pastel de chocolate estaba delicioso y aún no es muy tarde, supongo que no es malo ir por otra rebanada.
Salí de mi habitación, luego del hotel y caminé hacia aquel lugar, por suerte, no quedaba tan lejos.
Al llegar, sólo me apresuré a pedir un café y una rebanada de aquel pastel para llevar.
Al volverme, pude distinguir que alguien más salía de ese lugar. Realmente conocido para mi, debo decir.
Soy realmente curioso, así que lo seguí.
Luego de unos segundos, sonó su teléfono.
»We'll meet again
Don't Know where
Don't Know when
But I Know We'll meet again
Some sunny Day«—¿Qué? —cuestionó de mala gana. —Si papá, ya voy para allá. —y colgó.
Lo miré sorprendido.
—¿Daryl? —cuestioné con la voz entrecortada.
Él se tensó. Se volvió a verme.
—¡Lawliet! —y se lanzó a abrazarme.
Correspondí al abrazo, con fuerza. Nuestras lágrimas no tardaron en hacerse presentes.
Acaricié su cabello y lo besé múltiples veces.
—Te extrañé demasiado...
—Yo también, maldito oxigenado.
Ambos reímos por lo bajo.
—¿Ya te tienes que ir? —cuestioné. Él negó.
—No necesariamente. —me sonrió.
—Tu padre se va a molestar...
—Como si me importara... —rió.
—¿Qué quieres hacer?
—Solo... Contemos estrellas.