~Secretos por confesar~

Capítulo 3

Mare

La fiesta fue un desmadre total, igual que todas las que hacemos. Todos se iban alrededor de las 8 de la mañana, ya que nos caíamos muertos por el alcohol y demás y por ello durmieron en mi casa, pero ahora sí me toca recoger todo. Esta tarde voy a ir a visitar a mi hermano de la cárcel, seguro que tiene ganas de verme. Por el momento voy ha hacer el desayuno. Cuando estoy con la cuchara llena de cereales y leche en la mano a punto de tragar, alguien llama a la puerta.

- ¡Voy!

Nada mas abrir la puerta, una voz muy angustiada se puso ha hablar sin ni siquiera saludar antes.

- Necesito que me ayudes, mi hermana se ha escapado de casa y no la encuentro por ningún lado, estoy seguro de que se ha ido. - dice Luke sin respirar de corrido.

-¡¿Pero por que se iba a ir?! - pregunto igual de angustiada que el al oír su terrible noticia.

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Luke

Obviamente no le iba a decir la verdad: yo era el desconocido que la violaba todos los días, pero lo hacia para protegerla. No me iba a creer... ahora que esta fuera de la casa, corre mas peligro de que ellos la encuentren y se la lleven, de que por una llamada todo se vaya a la mierda...

- No se porque huiría, pero tengo miedo por favor ayúdame a buscarla Mare.

- Esta bien, vamos. - dice cogiendo su bolso.

Un alivio que fuera sábado, así al menos tenia mas tiempo para buscarla. Seguro el jefe ya ha enviado a otro empleado para retenerla en la agencia, pero me tienen algo así como de prisionero. Nunca pensé que llegaría a tal punto en el que me amenazaran con hacer sufrir a mi hermana, para que de ese modo no tuviera la opción de salir de allí y dejar el "trabajo".

La buscamos por todos lados, pero ni rastro de mi hermana, me arrepiento tanto de todo...

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Teo

El otro día (wismichu, okno), empiezo de nuevo:

El otro día fui a comprar las pastillas de mi abuelo a la farmacia. Como ya dije fuimos a su pueblo y tanto mis padres como yo nos mudamos allí. Ahora vivimos con mi abuelo, alguien tiene que cuidarlo y no podemos dejarlo solo. Su casa es bastante grande y nos hemos incorporado bastante bien. Por el momento no voy a decirles nada a mis amigos, no quiero preocuparles.
Les diré que me fui un tiempo de allí por que mis padres querían cambiar de aires o algo así, vamos que ya se aburrieron del lugar donde antes vivíamos, y por esa razón nos fuimos de Ribadesella.

¿Que otra opción hay? ¿Decirles que me fui de vacaciones en mitad del curso? Pues no.
Además ahora voy a otro instituto cerca de la casa de mi abuelo. A pesar de todo el papeleo, me aceptaron en el nuevo instituto. He de reconocer que ayudó bastante el hecho de que sacara notas decentes, tipo seises y algún que otro siete.

A lo que iba, tenia que comprar unas pastillas para mi abuelo sobre el problema de lumbago que le habían diagnosticado, pero lo que verdaderamente me asusto fue esto: llegaba de comprarlas y abrí la puerta de "mi casa" (evidentemente sigue siendo casa de mi abuelo). Tuve que abrir yo, pues nadie podía hacerlo; mis padres llegaban de trabajar a las 8 o así (eran las 6) y solo venían a la hora de comer, y mi abuelo tenia que estar con la espalda en reposo, o bien tumbado o bien sentado: órdenes del medico.

Bueno pues al entrar fui a la habitación de mi abuelo, y nada mas verme me preguntó:

- ¿Tu quien eres?