6. Hacela bien.

88 1 1
                                    

  Sofía es como, no sé, la mejor amiga que pueda existir. Ella es esa amiga con la que podes llegar a tener miles de diferencias "muchas comas pero nunca un punto final", es la amiga que está ahí siempre, no importa el tiempo que no nos hayamos juntado cuando estoy con ella es como si el tiempo nunca hubiera pasado. Con ella puedo sentirme libre y entender el verdadero significado de la amistad (salud por ella y por más amistades como sofi). 

Tiene 17 años, es mediana de altura, piel muy clara y pelo oscuro. Sofi puede hacerte reír mucho, tiene una voz muy chillona pero es muy buena persona y dulce.

 Sé como la vida la golpeó, no económicamente, es peor que eso y a pesar de sus malos humores siempre, aunque sea una vez en el día pone una sonrisa hermosa y sincera.


             Después de haber pasado un día muy lindo en el parque con Sofía, decido descansar un rato. Me recuesto en mi cama y empiezo a pensar en los puntos de vista, se me ocurre en empezar a escribir pero dudo en como empezar así que voy un rato con mi familia.

  Entro en el living y me rodean la pierna derecha los brazos de Ana gritando entre risas "¡CORRE LU, CORRE!", como me lo ordenó, empecé a trotar en cámara lenta para ir a la par de Ana y riendo como ella lo hacía. Después de jugar un rato con Tomás y Ana me siento en la mesa con Mamá, Carlos y Victoria que hablan de películas que van a estrenarse este año, me sumo a la charla un rato y luego me retiro al sentir ganas de escribir pero antes voy a bañarme. 

  Salí de bañarme, me cambié y como no tenía planes me puse el pijama. Eran las 22 hs de un sábado de Junio y yo no tenía nada que hacer, me parece perfecto. Empecé a imaginar qué podía escribir porque la inspiración estaba desapareciendo. Entonces saqué una barra de chocolate de la heladera, agarré lápiz y mi cuadernillo y me puse a escribir sobre puntos de vista: 

 Hablando sobre puntos de viste, recuerdo una vez que observaba a Bastián dormir, él estaba recostado en mi pecho , se veía como un ángel (no sé cómo se ven o cómo lucen los ángeles pero sentí que él se parecía mucho a ellos), le susurré "te amo" y le dí un beso en la frente, por suerte no le interrumpí el sueño. Más tarde, como 10 minutos después, lo miraba a Bastián con ambos ojos abiertos, luego cerraba uno y después lo hacia en viceversa. Me parecía muy divertido porque desde un punto podía ver la mitad de su cara a partir de la nariz hacia la izquierda, desde otro punto podía mirar toda su cara, lo que me parecía gracioso eran dos cosas, que de todos los puntos que lo vi se veía hermoso y que no podía creer lo aburrida y enamorada que estaba (y estoy) como para ponerme a observarlo de estas formas. 

Más tarde logre dormirme y empecé a soñar con Bastián a mi lado durmiendo y también soñando. 

En mis sueños pude crear una casa un poco rustica en la cual al entrar encontré a mi familia, estaban todos, mi mamá y mi papá estaban ahí riendo con sus parejas entre ellos, llevándose bien (por primera vez desde que tengo uso de la razón), mis hermanos más pequeños estaban jugando en el patio trasero que era bellisimo con flores y banquitos de madera, es de las pocas veces que los veo divirtiéndose afuera sin tener un celular en la mano. Mis hermanas más grandes estaban hablando de sus metas en la vida, diciendo sin titubeos lo que querían para ellas, me invitaron a sentarme y acepté. Hablamos lo que quizás fue desde la mañana hasta la hora del almuerzo, en donde todos nos sentamos al rededor de una mesa de pino y comimos pizzas de todos los tipos que conocíamos. Más tarde se fueron todos de la casa y me quedé yo sola observando cuadros familiares desde mis abuelos hasta nosotros. 

    Alguien tocó la puerta, pregunté quién era y me respondieron "soy yo amor, Bastián". No sé porqué pero lo extrañaba tanto que cuando le abrí la puerta me lance a sus brazos y lo abracé tan fuerte como pude, nos saludamos con muchos besos y sonrisas. Pasamos la tarde y el resto del día juntos, me preguntó: 

- ¿Te gusta tu casa? Que lindo tener tu casa propia.

- ¿Es mía? No lo sabía, que raro pero sí me gusta mucho.

- Sí mi amor, es tuya. Lo lograste después de tanto esfuerzo.

En ese momento me dí cuenta que Bastián no parecía tener 18 años, parecía tener 26/27 años. Me levanté y fuí a verme en el espejo, mi cara daba un mensaje claro: 25 años. Volví con Bastián un poco confundida y asustada al no entender qué había pasado, me miró y me dijo "así pasa el tiempo de rápido cuando tus objetivos son precisos y para lograrlos no te detenes un minuto a ver que el tiempo pasa y acá estamos amor, juntos ¿pasó rápido, no? ". A lo que le respondí "No sé, no quiero esto, es mucho tiempo que paso y no me gusta." 

Me desperté exaltada y para mi calma estaba mi novio de 18 años a mi lado, mirándome preocupado y preguntándome si estaba bien, sus palabras y voz son mi calma. 

|Buenas noches mi ángel|. 


           

Una Corriente Mágica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora