14. El regreso.

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Desperté 3 días después y me sentía bien, estaba en mi casa y no estaba sola...

- Hija, alguien vino a visitarte- dijo mi mamá con lagrimas en los ojos.

Pensé que era un sueño, me pellizcaba para despertarme pero no, era él que entraba por la puerta de mi habitación corriendo hacia mi como tantas veces lo había soñado, sentí como el calor de sus brazos me estremecían, sentí felicidad, no podía creer que después de tantos meses, tanta espera estaba Bastían otra vez conmigo.

Grité y me eché en llanto acariciando su espalda, rozando sus mejillas sentía como caían sus lagrimas y juro que era feliz, estaba inundada en llanto y felicidad. (Gracias Dios por dejarlo conmigo).

- Hola mi amor.- Fue todo lo que pudo decir antes que su voz se quebrara, me abrazaba y sonreía.

- Hola...sos vos, mi Bastían, estás conmigo. Te amo- y lo abracé una vez más- gracias por volver conmigo.

- Hermosa, ¿A dónde me iba a ir sin vos? Te amo- susurró y beso mi frente.

- Vení, acostate un rato más conmigo que aún no creo que estás acá.


Nos quedamos una hora así, me besaba las manos, la frente, olía mi cuello, me acariciaba y peinaba. No dijimos una palabra (creo que fue porque no podíamos creer lo que estábamos viviendo) hasta que entró mamá en la habitación a verme a mi.

- ¿Te gustó la sorpresa? Te amo hija.

- Fue la mejor que tuve ma, yo también- la abracé.

- Bueno, ahora a merendar que ya es tarde para andar acostada, menuda historia te espera Luján.

Me levanté, nos volvimos a abrazar y lo besé, que hermosos sus besos, que belleza.

Después de merendar, me fuí a bañar y deje a Bastían hablando con mi mamá en la cocina, los vi muy charlatanes pero no le presté atención.

Al terminar de bañarme y cambiarme lo vi a Bastían sentado al borde de mi cama, estaba con la cabeza mirando al piso, cuando me vio entrar en la habitación, dio un salto y me abrazó fuerte riendo con los ojos llorosos, lo abracé y le pregunté que pasaba y me dijo que después íbamos a hablar de eso, que era disfrutemos juntos.

Admito que sentí preocupación pero estábamos juntos otra vez y nada podía estar mal.


En la cena estábamos todos sentados y comiendo cuando mamá dijo que Bastían tenía que decirme algo.

Sin vueltas, empezó a hablar Bastían:

- Bueno primero que nada gracias a todos por resivirme, pero lo que quiero contarle a Luján es algo de ella y yo solamente, no se ofendan y gracias otra vez.

Terminada la cena y muy confusa, me levanté y fuí directo a hablar con Bastían.

- Bueno amor, lo que quiero decirte es que, seguro te parecerá raro que no hayan venido mis papás es que tenían cosas que hacer y como yo no quiero separarme de vos ni ellos de mi, le pedí a tu mamá si podes venir unos días a casa con nosotros, queres?

- Sí, obvio que quiero, que linda noticia, ¿ cuando nos vamos?

- Ahora si queres. Anda a armar tus cosas.

Entrando a casa me pareció extraña la cara que puso mi mamá, como sorprendida por mi cara de felicidad, le dije "gracias por dejarme ir" y su cara se extrañó más. Bastían fue a hablar con ella casi corriendo, no entendía mucho pero armé mi bolsito para unos 4 días y me fuí con Bastían, feliz.

Una Corriente Mágica.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora