❝ You know it will always just be me ❞

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Ship: Kellic 
Advertencia: Tercera parte de ❝ I wish I never spoke ❞ 

// —Panic! At The Disco: Lying Is The Most Fun... //

Narrador omnisciente

Víctor nunca había apreciado el amor que Kellin le daba, o eso era hasta que se dio cuenta que el menor ya no lo necesitaba. El no tener su atención le hacía sentir vacío, e incluso se encontraba extrañando la presencia de Kellin, amándolo, aunque no lo mereciera.

A diferencia de él, Kellin había descubierto que su vida era mejor sin el mayor en ella, aunque a pesar de que ahora tenía a alguien más que en verdad lo amaba, algo no se sentía bien.
Claro, el pelinegro apreciaba a Matty, su nuevo novio, porque cuando había roto con Víctor, él había sido la única persona a la que parecía importarle lo mal que estaba. Y aunque habían pasado semanas hasta que Kellin por fin confió en Matty, él nunca se había rendido, no hasta que aceptó ser su novio. Pero aun así sentía como si algo faltara en su vida. O más que algo, alguien. Pero no lo quería admitir, no cuando todo había ido tan bien sin Víctor a su lado.

Era el día de su graduación, y se suponía que debería sentirse feliz, pero por alguna razón no lo hacía. Kellin no se sentía cómodo con Matty invitándolo a bailar, porque, aunque no quisiera aceptarlo, él preferiría que fuera Víctor quien lo hiciera, pero eso era imposible, o al menos eso pensaba.
—Oh, vamos Kellin —bufó su novio, hartándose del comportamiento del pelinegro—. Desde que llegamos lo único que hemos hecho es estar aquí sentados.
Él no respondió y se limitó a simplemente seguir viendo a las personas frente a ellos; siendo más específicos, a Víctor.

Kellin había estado tan emocionado escogiendo su vestido y preparando todo para ese día, pero lo había hecho no por su novio, sino para llamar la atención del moreno, pero éste parecía más ocupado tratando de fingir que su vida era perfecta frente a sus amigos.
El menor trataba de actuar como si eso no lastimara, como si ya lo hubiera superado y fuera feliz con Matty, pero la verdad estaba lejos de ser esa.
Cansado de tener que ver como Víctor parecía tan bien sin él, decidió ir al baño, levantándose de la mesa sin siquiera avisarle a Matty.
Él estaba tan cansado de tener que fingir, y por eso no podía esperar a que su novio quisiera irse para que lo llevara a casa y nunca volver a ese lugar.
Tal vez si trataba de convencer a Matty para que se fueran antes, le haría caso. Y con eso en mente, se dirigió hacia la salida del baño, pero antes de que pudiera salir, alguien cerró la puerta frente a él, haciendo que el cuerpo de la persona detrás suyo quedara presionado a tal punto que podía sentir algo presionar su trasero.
—Matty, ¿qué estás haciendo? —preguntó, creyendo que era su novio, pero eso sólo hizo que la persona detrás de él gruñera.
—Inténtalo de nuevo —dijo una voz tan familiar para el pelinegro. Y a pesar de que había querido que él le hablara durante tanto tiempo, ahora simplemente quería alejarse, porque sabía que él sólo lo buscaba para una cosa; sexo.
—Vic, suéltame —ordenó, pero eso sólo hizo que el mayor enredara su brazo en su cintura, haciendo que se inclinara ligeramente y su trasero quedara presionado contra su erección.

Las manos del mayor empezaron a recorrer cada centímetro de su cuerpo por encima de la ropa, pero en cuanto sus manos se fueron metiendo en su vestido, trató detenerlo y alejarlo de él, pero su cuerpo no reaccionaba. Porque, aunque no lo quisiera admitir, había extrañado estar entre los brazos de Víctor.
—Pa-Para —murmuró, sólo para ser ignorado por el mayor.

Víctor levantó el vestido del menor hasta la altura de su cintura para poder bajar su ropa interior, y cuando lo hizo, no pudo resistirse y se arrodilló frente a él para poder besar cada centímetro de su piel pálida. Separó sus mejillas para después lamer la entrada del menor, haciendo que éste soltara un fuerte gemido y arqueara su espalda para tratar de acercarse más a él. Eso sólo lo alentó para adentrarse en su interior, moviendo su lengua en círculos y besando los suaves y rosados bordes de la entrada de Kellin.

Cuando creyó que el menor había tenido suficiente, le dio la media vuelta para que estuvieran frente a frente, e hizo que enredara sus piernas en su cintura, teniéndolo presionado contra la pared y su cuerpo para así tener un perfecto acceso a su entrada.
Metió el primer dedo en el menor, sonriendo con satisfacción al notar que seguía siendo tan estrecho como la última vez, incluso más. En cuanto metió el segundo, Kellin gimió de dolor, pero no tanto como cuando fueron tres. Sabía que había pasado mucho tiempo desde que ambos habían tenido sexo, por lo que lo preparó lo más que pudo, pero eso no ayudaría mucho teniendo en cuenta que lo único que usaría como lubricante sería su saliva.

Miró por última vez a Kellin, como si estuviera pidiéndole su consentimiento para seguir, y cuando el menor asintió, no dudo en adentrarse en él, gimiendo ante la sensación de sus estrechas paredes rodearlo. Había pasado tanto tiempo desde que había podido estar dentro del menor, que ahora no podía contener sus gemidos mientras salía y entraba de él, haciendo que Kellin enterrara sus uñas en su espalda por el placer que le estaba haciendo sentir.
—Dime, ¿él puede hacer esto? ¿Él puede follarte como yo? —gruñó, aumentando la fuerza con la que lo embestía, y eso sólo hizo que el menor gritara su nombre.
—Respóndeme —exigió, pellizcando la parte interna del muslo del contrario.
—N-No —gimió, y decía la verdad, porque él ni siquiera había dejado que Matty lo tocara.

Fue una verdadera suerte que nadie quisiera entrar al baño mientras ellos estaban allí, o eso creyó Kellin hasta que escuchó como tocaban la puerta, haciéndolo entrar en pánico. Él intentó alejar al mayor, pero éste siguió embistiéndolo, sin importarle la persona del otro lado de la puerta.
—¿Kells? ¿Estás ahí? —preguntó Matty, tratando de entrar a pesar de que el baño estaba cerrado.
En ese momento, el menor se sintió realmente culpable, porque mientras su novio se preocupaba por saber dónde estaba, él estaba dejando que Víctor lo follara contra la pared.
El mayor sintió celos al ver la preocupación de Kellin por lo que se concentró el golpear una y otra vez su próstata, haciendo que gimiera inconscientemente su nombre hasta que se encontraba gritando, y era claro que Matty podía escucharlo.

Fue cuestión de segundos para que Kellin se corriera en su estómago, manchando su ropa y la de Víctor. Y en cuanto lo hizo, sus paredes se volvieron más estrechas y eso fue suficiente para que el mayor se viniera en su interior.
Ambos se miraron, y a pesar de que querían decirse tantas cosas, ninguna palabra salió de sus labios y se limitaron a separarse para comenzar a vestirse.

Kellin creía que una vez que terminaran de arreglarse, Víctor se iría, pero no fue así. En cambio, en cuanto ambos estuvieron completamente vestidos y limpios, lo abrazó, escondiendo su rostro en su cuello.
—Te extrañé —admitió el mayor, sin querer levantar la mirada hacia Kellin, porque a pesar de que eran dos simples palabras, le estaba costando tanto hacer eso. Porque él nunca había estado en esa situación; él nunca se había encontrado necesitando tanto a una persona.
Kellin no pudo evitar sonreír, porque había estado esperando esas palabras durante tanto tiempo.
—Yo también te extrañé —murmuró, devolviéndole el abrazo.
—Entonces... ¿Matty no es nada para ti? —preguntó, después de haber estado durante varios minutos simplemente disfrutando de tener al menor en sus brazos.
—Vic, tú eres el único que siempre he amado y amaré —admitió, para después dejar un pequeño beso en sus labios—. Además, si lo hiciera, no hubiera dejado que él escuchara todo.
Víctor no pudo sonreír ante eso, porque amaba la idea de que el, ahora más probable, exnovio de Kellin hubiese escuchado como lo hacía suyo, porque para él, el menor siempre le había pertenecido.
—¿Sabes? Tal vez podamos hacer que esto funcione —dijo, y ni siquiera él podía creer sus palabras. Pero eran ciertas. Víctor estaba dispuesto a intentar algo nuevo por mantener a Kellin a su lado.
—No sabes cuánto tiempo esperé a que dijeras eso —sonrió el menor, antes de estrellar sus labios contra los suyos.

Y a pesar de que los dos sabían que su relación era toxica para ambos y no había forma de que pudieran lograr algo sin poner todo su esfuerzo, eso no importaba, porque Víctor era la perdición de Kellin, así como él era su adicción.

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Cambié la portada por una hípster porque no pude evitarlo, so fight me. Y los pinches aPMAS QUE NO PUDE VER PUTA MADRE, pero con saber que Jack le ganó a Alex me hace sentir feliz. Y también que Vic y Kellin estuvieron en un mismo lugar (haré un OS de eso más tarde btw)
PD: No planeaba darle un final feliz, pero me lo pidieron, so why not? pERO NO,NO HABRÁ CUARTA PARTE, esto sólo lo hice porque ya planeaba hacer uno con la canción de P!ATD y la letra resultó quedar con lo que me pidieron

One Shots (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora