❝ I'll always remember you ❞

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Ship: Kellic
Advertencia: Ninguna

// —Wild World (Skins Versión) //

Narrador omnisciente

Kellin no podía sopórtalo más. No podía soportar ni un minuto más estar junto a Víctor. Porque, a pesar de que sabía que su esposo daría su vida por él, él simplemente ya no lo amaba. Todo el amor que un día le había tenido, había desaparecido por completo. Y no es que fuera culpa del mayor, porque él hacía todo lo que podía para ver feliz a Kellin, el problema era que ahora él amaba a alguien más. No sabía cómo ni cuándo, sólo había pasado.

Matty había aparecido en la vida del pelinegro cuando menos lo esperaba, y mucho menos esperaba enamorarse de él, no cuando tenía a un esposo que lo amaba. Pero no podía controlar sus sentimientos, y tampoco podía controlar el hecho de desear darse una oportunidad con él. Kellin sabía que era arriesgado dejar todo por alguien, pero eso no evitó que lo hiciera.

Víctor apenas había salido del trabajo, y lo que más quería era regresar a casa y poder pasar tiempo con su esposo, pero se dio cuenta que no podría hacerlo en cuanto llegó y vio a Kellin empacando todas sus cosas. Él no sabía qué pensar; el pelinegro se veía apresurado por terminar de guardar su ropa en la maleta, y cuando notó que Víctor lo estaba viendo sin ninguna expresión en su rostro, supo que las cosas saldrían mucho más difíciles de lo que planeaba.
—¿A dónde vas? —preguntó el mayor, sintiendo un mal presentimiento al ver la expresión de su esposo—. ¿Pasa algo malo, bebé?
Kellin no sabía que responder; sí, lo estaba dejando por otra persona, pero no quería decírselo, porque eso rompería el corazón de Víctor, y a pesar de que ya no sentía nada hacia él, no era justo que cuando lo había hecho tan feliz en el pasado, hiriera sus sentimientos de esa forma.
—Yo... Lo siento, pero no puedo seguir aquí. Me voy —respondió, tratando de dar la menor información posible. Y a pesar de que sabía que su esposo no se conformaría con eso, una pequeña parte de él lo hacía, pero claro que no había sido así.
—¿A-A qué te refieres? —dijo el mayor, y aunque tenía una ligera idea de qué estaba pasando, no quería creerlo.
Víctor había notado que su esposo había estado distante durante los últimos meses, pero lo había ignorado, diciéndose que todo estaría bien. Pero no había sido así.
—Vic... No siento que lo nuestro esté funcionando —admitió Kellin, antes de seguir empacando sus cosas.
Eso hizo que Víctor tomara su mano, tratando de hacer que dejara de empacar sus cosas.
—No. Por favor, no me dejes —dijo, y para ese punto había lágrimas corriendo por sus mejillas—. Haré lo que sea, pero no te vayas. Te necesito. Por favor, bebé, podemos hacer que ésto funcione.
Kellin estaría mintiendo si dijera que no le dolía ver a Víctor de esa forma, pero no podía hacer nada para cambiarlo; él estaba decidido a irse.
—Vic, no hagas esto más difícil. No quiero seguir contigo, entiéndelo —murmuró, tratando de seguir con lo suyo, y lo hubiera hecho si tan sólo su esposo se hubiese rendido, pero no lo hizo.
Víctor no se daría por vencido tan rápido, no cuando la persona por la que moriría lo estaba dejando.

Trató de forcejear contra Kellin e intentando hacer que dejara de empacar, pero eso sólo complicó todo aún más.
El pelinegro sólo quería irse de allí, pero al ver que su esposo no lo dejaría, lo empujó lejos de él, pero eso no fue suficiente. Y de un momento a otro, todo lo que había guardado estaba en el suelo. Cuando intentó volver a empacarlo, Víctor se lo impidió, haciendo que soltara un gruñido de frustración.
—¡Vic, déjalo! —pidió, al ver que su esposo no se detendría.
—¡N-No! ¡No puedes sólo dejarme y esperar que no haga nada! —gritó, tratando de hacer que Kellin dejara de empacar cosas. Sabía que sólo estaba empeorando las cosas, pero no podía simplemente dejar ir a la persona a la que le había dedicado la mayor parte de su vida.
—¿¡Por qué no lo puedes entender!? ¡Ya no te amo! —admitió, y al ver el dolor en el rostro de Víctor, se dio cuenta que en verdad lo había lastimado—. Lo siento, pero es la verdad... Conocí a alguien más, y no puedo seguir a tu lado cuando no siento nada por ti.

Esas palabras fueron suficientes para que el mundo de Víctor se derrumbaba; la persona con la quien siempre pensó que podría confiar, la única con la que planeaba pasar el resto de su vida, no quería tener nada que ver con él. Y a pesar de que sabía que nada era para siempre, le dolía saber que su relación con Kellin no fuera la excepción. Él le había dado todo su tiempo y amor, ¿qué había fallado? ¿Acaso eso no había sido suficiente para su esposo?
Víctor en verdad quería odiar al menor por dañarlo más que nadie en su vida, pero no podía, porque lo seguía amando, y eso no lo cambiaría nada ni nadie, ni siquiera Kellin. Porque, por más errores que cometiera, él siempre estaría a su lado, aunque ahora parecía que su esposo no quería eso.

En ese momento, Víctor se dio cuenta del daño que estaba haciendo a ambos; su esposo quería irse, y no era justo de su parte que intentara detenerlo. Si ya no lo amaba, ¿cuál era el punto de seguir luchando porque se quedara? No podía obligarlo a que sintiera lo mismo que él.

En cuanto el mayor dejó de luchar para que no lo dejara, Kellin no pudo evitar sorprenderse. Y a pesar de que eso lo había hecho detenerse durante un par de segundos, cuando reaccionó, siguió empacando hasta que terminó. En cuanto lo hizo, sabía que no habría vuelta atrás, y a pesar de eso, salió de la habitación sin siquiera mirar atrás.

Víctor no hizo nada más para detenerlo. Todo había quedado claro, y lo único que pudo hacer fue ver como el amor de su vida lo dejaba. Y a pesar de que las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas, él sabía que Kellin algún día regresaría a su lado. O al menos eso quería creer.

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Empezó siendo smut (ejhé), y terminé con esto. Hay una segunda parte btw.

One Shots (boyxboy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora