Parte 22: Recuerdos Rojos.

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En cuanto se confirmó la desaparición de los menores, Ace y Marco corrieron por la ciudad en su búsqueda, los buscaron hasta caer la noche y se reunieron en casa, esperando que los menores estuvieran en ese lugar. Al llegar, todo estaba oscuro pero se podía distinguir la silueta de su abuelo en el sillón, sobre la mesa había un sobre abierto, se acercaron al abuelo y se dejaron caer. Ace tomó la carta que contenía y la leyó

Queridos Ace y Marco:

Si quieren ver a sus adorables "amigos" les sugiero que se den prisa, antes de que alguien más les ponga las manos también, si los quieren, vengan a este lugar y rescátenlos, si traen ayuda los muchachos morirán

Atte. Kurohige.

Ace terminó de leer la carta y dio un golpe en la mesa, logrando que unas fotos en el interior del sobre asomaran un poco, esta vez fue Marco quien las tomó, en ellas se veía claramente a Luffy sometido, llorando en manos del desgraciado, pero después venían unas fotos distintas, las de Sabo también siendo sometido, por el ángulo de las fotos, fue el mismo violador quien las tomó, dejó las fotos sobre la mesa y respiró profundo, perder los nervios no era su estilo, pero cuando viera a ese tipo ¡le rompería las bolas!

Garp solamente estaba en el sillón con las manos tapando su cara, realmente no sabía qué hacer, Ace se levantó, temblaba de rabia, veía todo teñido de rojo, la razón se le nublaba por momentos, ojeó las fotos y explotó.

- ¡a ese tipo yo lo mato! - las lágrimas salían de sus ojos - si me quiere, ahí estaré -

- Espera muchacho - murmuró su abuelo sin levantar la cabeza.

- ¿Qué espere? - interrogó sorprendido - ¡¿Qué espere?! - Ace estaba fuera de sí - un carajo ni nada, Luffy me está esperando -

- No sabes donde están -

- Hay una persona que lo sabe - dijo sacando su celular - ¿Dragón? Dime una cosa - dijo seriamente - ¿Dónde me encontraste? -

- ¿Por qué tan repentinamente? No te aconsejo hacerlo, puedes sufrir otro desmayo... -

- ¡no me interesa! ¡Responde la maldita pregunta! - exigió.

- ¡no lo hagas hijo...! - muy tarde, ya lo había hecho.

- ¿Qué sucede Ace? ¿Ace? - la voz en el teléfono fue cortada cuando Ace destrozó con su puño el móvil.

- Ace no lo hagas... -

- ¡es tu nieto! - le dijo fuera de sí - ¿has pensado alguna p*t* vez en él de esa forma? - le gritó descargando su furia y frustración.

- Es una trampa - la pregunta había sorprendido a Garp, quien solo cambió la conversación.

- ¡claro que lo sé! - Ace no podía aguantar más, quería matar al sujeto que había hecho eso con SU Luffy - pero Luffy no tiene que ver en eso -

No dijo nada más. Ace y Marco salieron por la puerta en la dirección que había dicho Dragón, corrieron por las calles desiertas hasta un callejón, parecía un lugar lleno de edificios abandonados, ventanas rotas, nada de ruido... entraron por una reja semi-abierta e ingresaron en uno de ellos. Fueron atacados inmediatamente, Ace estaba tan fuera de sí, el rojo teñía su mente...

- ¡suéltenme, suéltenme! - era una voz de niño que resonaba en aquel silencioso lugar, unas manos que lo sujetaban y lo arrastraban, lo obligaron a ingresar a uno de los edificios y lo encerraron junto a un grupo de niños que temblaba, en ese lugar el tiempo no existía para ellos...

Aunque me duela, te protegeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora