Parte 11: Más que una amistad

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De pronto sintió como su cuerpo se estremecía ante el llamado de la naturaleza, no aguantaría mucho, se levantó de su asiento y le habló al profesor.

- voy al baño –

El muchacho de cabello verde observó al profesor con mirada desafiante, el maestro le sostuvo la mirada unos minutos hasta que finalmente suspiró y llamó a uno de los alumnos del salón.

- Kuroashi, vigile que no se pierda esta vez –

Todos los alumnos rieron con ganas, la última vez, el peli verde demoró tres horas en encontrar el baño y regresar al salón, el muchacho enrojeció hasta las orejas y gruñendo abandonó el salón seguido por Sanji. Caminaron lentamente por el pasillo, se sentía a gusto estando con el rubio pero desde hace unos días lo notaba distante, estaba más pensativo.

- Para el otro lado – le indicó el rubio al darse cuenta que doblaba en la esquina equivocada.

Siguió por el camino que le indicó hasta llegar a su destino, entró satisfecho a hacer sus necesidades cuando algo llamó su atención: a su lado, donde debía estar el papel higiénico, se encontraba el cartón vacio. Comenzó a preocuparse un poco, sabía que lo primero era fijarse en esas cosas pero... lo olvidó.

- Apresúrate marimo –

- tsk, no me llames así, además...- no quería decirle la vergonzosa situación a su amigo pero no le quedaba de otra.

- ¿además...? –

- no hay papel – lo dijo tan bajo que apenas pudo escucharlo Sanji, quien solo suspiró y comenzó a reír con ganas, lanzando algo por sobre la puerta, al tomarlo, se dio cuenta que era un trozo de papel higiénico enrollado – gracias...- dijo notablemente avergonzado.

- Qué bueno que yo soy más preocupado que tú y llevo un poco conmigo en el bolsillo – dijo sonriendo.

- lo que tú digas – dijo saliendo a lavarse las manos – ni una palabra de esto a nadie –

- lo que tú digas, marimo –

- ¡qué dejes de llamarme así! – masculló molesto.

Se volteó para mirarlo a la cara y vio a un Sanji sonriente, aun reía un poco por lo sucedido, se veía tan radiante, hace tiempo que no le veía así. Se sonrojó cuando el otro lo sorprendió mirándolo y terminó de lavarse las manos.

- Vamos –

- Pero por el otro lado –

- tsk –

Caminaron de regreso al salón, el profesor los miró y les indicó que fueran a sus asientos, el peli verde se encaminó a la parte trasera del salón donde se ubicaba su puesto y comenzó a garabatear algunas cosas en el cuaderno, no entendía nada de la clase de Mihawk por lo que prefería ignorarla. Inconscientemente, miró unos asientos más adelante donde el rubio se distinguía por ser unos centímetros más alto que los demás. Lo quedó mirando embobado mientras el latir de su corazón se aceleraba, hasta que la campana sonó indicando el fin de clases por ese día. Tomó sus cosas y salió del salón, poco después lo alcanzaron el resto de sus amigos.

- Tengo hambre – decía Luffy con pucheros hacia su hermano – comida...-

- Ya llegaremos a casa Luffy, espera un poco –

- Ese chico come demasiado – soltó Nami – me sorprende que siga tan flaco, ¡y una que tiene que estar haciendo dieta! – dijo con las manos en el estomago.

- Las mujeres son realmente complicadas... - dijo Usop pero se retractó de inmediato al ver la mirada asesina de Nami – bueno yo me voy por este lado... ¡adiosito dijo Monchito! – y sale corriendo a toda velocidad.

Aunque me duela, te protegeréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora