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Corrí hacia Dinah lo más rápido que pude. Me había acostumbrado a ver a mi amiga en ese estado, totalmente destrozada y vulnerable.

Unos pasos antes de llegar a donde estaba sentada me lancé y terminé de rodillas frente a ella, intentando apartar las manos de su rostro empapado de sus propias lágrimas.

- ¿Dinah? - susurré con una voz que salió más débil de lo que había querido. - ¿Qué ha pasado? - pregunté acariciando ambos de sus brazos suavemente con mis manos.

Ella levantó lentamente la cabeza y me miró durante unos segundos antes de responder. A pesar de haberme acostumbrado a ver así a mi mejor amiga, nunca dejaría de dolerme ver sus ojos completamente rojos, del mismo color que el resto de su cara mientras lágrimas resbalaban por su rostro sin cesar. Cada aliento que tomaba con su agitada respiración, rompía mi corazón en un nuevo trozo.

- Danny... - fue todo lo que respondió antes de agachar la cabeza de nuevo, y no hizo falta que dijera más para saber lo que estaba pasando.

Rápidamente me senté a su lado y la envolví entre mis brazos guiándola levemente hacia mi regazo para que pudiera desahogarse. Levanté la mirada durante un momento recordando que estábamos en un lugar público y cualquier podría vernos. Cualquiera, incluida Camila, quien estaba a unos metros observando la escena y de quien yo me había olvidado por completo.

Mantuvimos la mirada durante unos segundos, fue una incómoda, porque no sabía que decirle. Aún con Dinah entre mis brazos mientras acariciaba su espalda le hice un gesto a Camila para que se acercara. Cuando estuvo justo delante le entregué mi móvil.

- Guarda tu número, hablamos después - dije con una leve sonrisa que ella respondió. Cuando terminó, me entregó el móvil y se despidió de mi con la mano.

Vi como se alejaba mientras yo intentaba recoger los pedazos del corazón de mi amiga que un imbécil había partido.

POV Camila

De camino a casa decidí llamar a Hailee para olvidar los últimos minutos vividos que me estaban haciendo sentir realmente mal.

- ¡Mila! ¡Quiero que me lo cuentes todo! - fue lo primero que dijo Hailee al responder, ni siquiera se molestó en saludar, lo que me hizo reír. 

Hailee era el tipo de persona que podía hacerte reír mientras llorabas. El tipo de persona con la que una llamada de horas no se hacía aburrida. El tipo de persona que siempre está ahí para ti. Y para mi, ella era esa persona.

- No hay mucho que contar... - y no mentí, aunque eso no significaba que no estuviera algo decepcionada, y eso a la vez me hacía sentir egoísta porque pude ver lo mucho que Dinah necesitaba a Lauren en ese momento.

- ¡Me da igual! ¡Quiero que me cuentes cada segundo, con cada detalle! - insistió, algo que se le daba muy bien.

- En serio, no hay mucho que decir... ha pasado a recogerme, hemos corrido hasta un parque que hay por el centro y cuando hemos llegado allí hemos parado para descansar, me ha comprado un helado y cuando... - y justo en ese momento, Hailee se volvió loca.

- ¡¿Te ha invitado a un helado?! - gritó al otro lado del móvil, lo que me sacó una gran carcajada.

- No es para tanto Hailee... - insistí riendo.

- ¿Cómo que no? ¿Qué más? - era la persona más insistente que conocía.

- Luego hemos dado un paseo, y... - pensé durante un momento - y hemos hablado de ti - añadí.

- ¿De mi? ¿Tan rápido quiere conocer a su cuñada? - preguntó confundida.

- No, imbécil, me ha preguntado sobre mis amigos y le he hablado sobre ti... Le ha afectado saber que vivimos tan lejos, ella aprecia mucho a sus amigas. De hecho, nos hemos encontrado a Dinah, la chica de la que te hablé, estaba sentada en un banco llorando... No sé que le ha pasado, pero parece que es algo que pasa mucho porque Lauren lo ha entendido a la primera... - me había afectado mucho ver a Dinah así.

ahora que te has ido || camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora