Capítulo 3: Fatales Consecuencias

813 39 5
                                    

 Una infinidad de imágenes y recuerdos se desplazaban por mi mente en aquel momento, como un rompecabezas inconcluso. Pensé en mi padre, el concierto, mi muerte, el significado de mi sueño, y muchas otras cosas que perdieron toda importancia en cuanto vi a los chicos bajar del auto... aquello debía ser un sueño o una visión producto de mi delirante situación, pero el intenso dolor que recorría mi cuerpo constantemente me confirmaba que no estaba soñando. Aún así, la realidad se me hacía bastante confusa ya que estaba aturdida y casi inconsciente, lo cual me impedía ocupar correctamente mis sentidos. Estaba segura de que en cualquier instante moriría. Pero yo sólo quería permanecer viva para contemplar esa imagen: Chris, Jake, Jinxx, Ashley y Andy a mi alrededor mirándome con preocupación. Sin duda, lo que más me sorprendió fue la reacción de Andy, quien inmediatamente después de bajar del auto corrió y se inclinó ante mí viéndome trágicamente triste. Yo entretanto admiraba su rostro con esa expresión de angustia y sus singulares ojos azules clavados en los míos. ¿Esto en realidad estaba sucediendo? Andy era exactamente igual a como lo vi en mi sueño. Entonces, sin pensarlo dije lentamente y delirando:

— ¿Mi... amado Biersack?

 Él se quedó atónito ante mis palabras; me miraba fijamente a los ojos y yo a los suyos, noté un nuevo brillo en ellos, como si hubiese hecho un gran descubrimiento. No sé cómo pero tuve la sensación de que con aquella mirada mi infernal dolor era un poco más soportable, sobre todo cuando Andy reacciona y toma mi mano diciendo:

— Perdóname, por favor... aguanta, manténte con vida...

 Fue entonces cuando descubrí el significado que mi sueño escondía... aún sin saberlo, me había anticipado a los acontecimientos. Posiblemente esta era mi muerte y la había predecido, o quizás era el comienzo de algo nuevo. No tenía cómo saberlo, en realidad quería mantenerme con vida pero sentía como si el dolor me empujara hacia la muerte y no podía luchar contra él.

 Ahora los chicos intercambiaban palabras que no pude entender mientras Andy y Ashley me subían a su auto. A esas alturas yo apenas podía respirar y me esforzaba por mantenerme despierta, porque no quería morir... no después de esto. Camino al hospital noté que mi cabeza iba recostada en las piernas de Andy, quien no cesaba de observarme y su mirada era realmente reconfortante para mí. Entre eso, pude escuchar voces que decían:

— ¿Qué haremos con el concierto? —preguntó Jake.

— No lo sé... eso no importa ahora —dijo Andy, mirándome tristemente.

— ¿Cómo sigue ella? —preguntó Jinxx, quien iba al volante.

— ¡Está muriendo! ¡por favor Jinxx, más rápido! —respondió Andy, desesperado. Luego no pude seguir escuchando lo que hablaban porque de pronto el dolor aumentó intensamente y sentí que mi cabeza estallaría. Estaba luchando contra la muerte... allí en ese auto junto a mis cinco ídolos que jamás pensé conocer de esa manera, fatalmente atropellada por Andy Biersack. A pesar de lo sucedido, yo nunca podría odiar a Andy por ninguna razón, ni menos culparlo porque vi en su mirada su preocupación y su arrepentimiento. Y sabiendo que Andy podría ir a la cárcel por esto yo no iba a permitirlo; por lo que en cuánto llegamos al hospital y me atendieron de urgencias, yo reuní fuerzas y le expliqué al doctor que sólo había sido un accidente en bicicleta y que los chicos me encontraron. Ellos se notaron algo confundidos pero finalmente comprendieron que era lo mejor, así que todos lo corroboraron. Ahora los doctores me llevarían a mi habitación, pero antes Andy se acercó a mí mirándome fijamente una vez más. Pude contemplar cómo una lágrima rozaba su mejilla, entonces tomó mi mano y me susurró "gracias"... sólo esa palabra, nada más una palabra de agradecimiento de su boca bastó para yo sentirme la chica más alfortunada al ser atropellada por Andy Biersack.

 Los doctores ya me habían llevado a la habitación, sentí una aguja punzante en mi brazo y enseguida comencé a verlo todo muy borroso, hasta que perdí totalmente el conocimiento y caí en un profundo sueño... un sueño largo y vacío. Sin noción del tiempo, sin emociones, sin pensamientos, sin sueños... un espacio inerte e incesante. Un indescriptible periodo de quizás años... o segundos. Una desesperante situación de ahogo y sofoco. Era como estar en un limbo entre la vida y la muerte, ¿acaso seguía respirando o ya había dejado de hacerlo? Realmente no estaba segura, pero sabía que existía una razón por la que debía vivir...

 ¡Sí! Poco a poco mi mente se alejaba de ese espacio indeseable, ese incierto lapso ya estaba acabando. Los recuerdos se reorganizaban en mi cabeza y mis extremidades se incorporaban. No, realmente no sabría cómo explicar claramente lo que me estaba ocurriendo, pero creo que podría resumirlo en una simple frase: volví a la vida. Cuando al fin recuperaba el conocimiento, escuché exactamente lo que esperaba escuchar. Entonces, lentamente abrí los ojos y lo vi allí, frente a mí como una ilusión. Era Andy que me sonreía dulcemente, y luego me dijo con serenidad:

— Alice... han pasado más de tres meses desde el accidente. Tú estuviste en coma durante este tiempo, y yo he estado esperando que despiertes...

Mi Amado BiersackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora