Capítulo 26

7.9K 281 4
                                    

Punto de vista de Eric

Sé que quedarme en casa es un grave error y no sé por qué, dejarle el camino libre al españolito me parecía lo más adecuado ya que puestos a lo que iba a hacer, al meno, debería dejar a (tn) libre. ¿Y qué es lo que voy hacer? Buscar a Angélica. Desde que discutimos en casa de mis padres, todo se volvió confuso, le pedí perdón y solo me dijo en un simple mensaje: Ok.

Sé que etá enfadada aún.  Me visto rápido para no tener que oir como Dunny y (tn) hacen lo que creo que van a hacer. Al fin y al cabo es como mi hermanita...Salvo por la vez que nos acostamos juntos, lo sé.

Salgo de la casa decidido a buscar, y como no, empiezo por donde nos conocimos. Cojo el coche y me dirijo a mi querida discoteca. Hago una mueca al recordar que mañana debo ir con (tn) a casa de mis padres, por no-se-qué sorpresa que tienen para ambos.

Aparco en mi plaza, si, es mía. Es lo normal ya que soy dueño. Me salto la gran cola que hay para entrar (como no, todo lo que es Grey, arrasa) y saludo al gorrila de la entrada, uno que iba al gimnasio conmigo. Me asiente, haciendose el duro, pero el sabe, yo sé, todos sabemos que es gay.

Me da una gorra de color negro con volantes, ya que mi club hace estilos diferentes cada semana. Entro y todo está muy colocado como si fuera una discoteca normal y corriente de los ochenta, muchas chicas bailan en un pequeño escenario, disfrazadas adecuadas a la época pero jodidamente sexys, pero ahora no estoy precisamente buscando un pim pam toma lacasitos. 

Voy hacia el final de la disco donde está la barra y me siento en un taburete, cuando encuentro uno libre, ya que no me gusta que la gente se fije en mi y sepa quien soy, ya que con la fama de mi padre, tengo bastante. Miro a la pista, en busca en Angélica pero no la encuentro

. Para no deprimirme después de estar alli como 1234 horas buscando  algo que se que no vendrá, decido tomar una cerveza.

Ocho cervezas, cinco chupitos, no se cuantos cubatas y un baile provocativo con una puta, decido que ya es hora de buscarla. Camino por la calle dando tumbos, ya que coger el coche es una locura, y aún tengo un poco de cordura en este mar de ponis andantes.

Llego a la casa y empiezo a aporrearla, pensado en gritar Angélica, pero cuando lo intento solo salen cosas confusas de mi boca, una chica me abre la puerta con cara soñolienta pero cuando voy a decir su nombre ya no veo más que manchas borrosas y caigo medio al suelo, siendo sujetado por unos flacuchos brazos. 

Me medio despierto, y no se si estoy soñando o no, con una resaca de esas que no es normal y gruño. No abro ni los ojos del dolor y giro  para poder seguir durmiendo, pero me caigo estrepitosamente a una alfombra. Gruño y me vuelvo a dormir entre un mar de extrañas imágenes y mi último pensamiento es si me han puesto algo en alguna de las bebidas que bebí

-----------------------------------------------------

Corto, lo sé, pero bueno... PEQUEÑOS PERVERTIDOS MIOS me voy de viaje y no volveré hasta el martes así que escribiré el jueves o así... no me odien! Yo les amo!

Así que si vuelvo y me encuentro con más de 500 votos en esta historia hago maratón, ya les dije, así que voten, comentes, siganme y asdf 

Laters baby ;)

Tu, yo, sexo, piénsaloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora