s i e t e

121 8 3
                                    

-No te dolerá.—me susurró al oído.
-Tengo miedo, soy virgen.—confesé.
-No te dolerá.—insistió ya un poco impaciente.
Tragué saliva. -Esta bien.—accedí.

Me abrió las piernas delicadamente, se posicionó en mi entrada y entró bruscamente. Solté un grito de dolor, una intensa masa de este entró hacia mi haciendo que salten lágrimas. Inmediatamente me arrepentí.

-Ya no quiero Andy.—dije llorando.
-¡CÁLLATE!.—grito el jadeando. Ahora vas a sentir lo que es ser mujer conmigo perra.

Miré a sus ojos horrorizada por lo que me acababa de decir. Estos no tenían brillo, estaban oscuros y llenos de rabia. Tenía miedo.
-No por favor.—supliqué. No me hagas esto.
-¡CÁLLATE!.—vociferó mientras la palma de su mano iba hacia mi cara. —Ven para acá.—me jaló de los cabellos y me dirigió a su miembro.
-Hazlo.—ordenó, su voz estaba más ronca.
-¡No quiero, por favor para!
-¡HAZLO PERRA!
-¡Déjame Andy, tú no eres así!

Él me soltó y yo me arrastré a un rincón como pude, mi cuerpo estaba debilitado y lo único que quería era alejarme de ese ser irreconocible por mi. Me había violado.
Me miró con ternura, pero sus ojos seguían negros y sin chispa.
Empezó a reír sarcásticamente mientras aplaudía, me estaba confundiendo.
-Ariana, Ariana, Arianita. Me sorprende que ingenua eres. ¿Pensabas que yo te quería? Ja,ja,ja eso pasará en mil años. Yo sólo quería que estés bajo las sábanas conmigo. ¡Y mira tú!, no eres tan estúpida como pensé. Pero ya está hecho, ya eres toda una mujer.
Su cara cambió nuevamente, su expresión era llena de enojo.
-Sólo te digo, que no te vas de aquí hasta que me hagas a mi ser hombre.
Sabía lo que se refería, él tomó su extensión y la dirigió hacia mi boca. El miedo recobró en mi.

-¡Noooooooooooooo!.—grité. Me levanté de mi cama. Todo había sido una pesadilla. Estaba sudando, me llevé la mano a mi frente, esta ardía en fiebre. Me fui a la cocina y me serví un vaso de agua y una aspirina.  Me puse a llorar, todo parecía tan real.
Regresé a mi cama y traté de dormir, pero no podía. Siempre regresaban esos fragmentos de esa horrible pesadilla. Encendí mi celular, eran las 3:33 de la madrugada, hora del diablo. Me tapé todo el cuerpo con la sábana esperando que pase ese minuto mientras escuchaba "Magic Mountain" de Drums. En eso sonó un pitido, de Whatsapp. Era él.
                     💯😍Andy😍💯
-¡Hola Ari! ¿Qué haces despierta? 3:33a.m✅✅
-¿Ari? ¿Por qué no me respondes? :c 3:34a.m✅✅
-Quería decirte si nos podemos juntar hoy .3:34a.m✅✅
-Ok, parece que no tienes ánimos de hablar.3:34a.m✅✅
-Si te animas me avisas. 3:34a.m✅✅
-Te quiero linda💟3:34a.m✅✅
No sabía que responderle. Llámenme masoquista, pero si quería verlo.
Desde ese momento no pude dormir, prendí mi Mac y empecé a escuchar música: Here, Stay, Lush Life, Never Forget You, This One For You, etc, pura música alegre para animarme.
Ya eran las 7:30a.m, me levanté porque no tenía nada más que hacer en el ciberespacio. Tomé de desayuno avena con fresas, me puse ropa deportiva y fui a correr. Decidí parar en el parque Kennedy para acariciar un poco a los gatitos cuando alguien me toca en el hombro. Era Luciano.
-Eh...hola.—lo saludé.
-Hola Ariana. Quería saber como estaba Sophia.
-Destrozada, como más va estar.
-Escucha, tu hermana es una completa impulsiva y creo que tú también lo sabes.
-Escucha tú, ella es mi hermana y merece un hombre que la haga feliz.
-Pues ese hombre no soy yo.—sonrió mostrando su perfecta dentadura.
-Adiós Luciano.—dije poniéndome nuevamente los audífonos.
Él me agarró de la muñeca, me atrajo hacia sí y me besó, yo le seguí por dos segundos cuando entré a la realidad.
-¡Qué te pasa!.—le di una cachetada.
Él se frotó su mejilla y volvió a juntar sus labios con los míos.
Lo aparté con mi brazo.
-¡Estúpido!
Volteé mi mirada, ahí estaba ella, Sophia, había visto todo. Ella dio la media vuelta y se fue a paso rápido.
-¡Sophi!.—la llamé.
No me respondió y siguió caminando.
Fui corriendo hacia ella.
-Sophia no es lo que piensas.
-¡Te odio! Siempre te gusta lo que no es tuyo.
-¡Él me besó!.—me defendí.
-Cállate.—ordenó. La gente empezaba a vernos.
-Lo siento.—le dije.
Ella negó con la cabeza, cogió sus bolsas de Tous y Dior y se fue caminando.
Suspiré y me tragué un grito de enojo.
Regresé a mi apartamento, acaricié y di de comer a Copito y me di una larga ducha en la bañera.
Recordé lo que me había propuesto Andy, decidí llamarlo:
-Hola Ariana.
-Hola Andy.
-¿Te animaste?
-Si.
-Te recojo en media hora.
-Está bien. Chau.
-Chau.
Qué conversación más seca. Salí de la ducha, me puse un enterizo negro, unas sandalias estilo griego y una cólera alta. Esperé a que pase el tiempo.
(*)
Tocaron el timbre, sabía quien era. Me acomodé el pelo y me miré al espejo, nunca me vi atractiva, que Andy me quisiera besar es un halago tremendo.
-Hola.—saludé.
-Hola.—respondió. ¿Vamos?
Cerré la puerta y partimos. Decidimos ir caminando, donde el destino nos lleve. Estábamos en la Av. Las Pizzas cuando un par de chicas se nos acercaron, tenían aproximadamente mi edad y eran muy lindas.
-¡Andy! ¿Podemos tomarnos una foto contigo?.—preguntó la rubia.
-Claro.—respondió él.
Se tomaron las fotos y como despedida las chicas le dieron un beso en la mejilla, ¡Que confianzudas! Seguí caminando a paso rápido sin esperarlo. Estaba molesta y no sabía la razón, ¿tendría celos?
-¡Ariana espérame!.—gritó desde lo lejos. Seguí caminando sin darle importancia, cuando unas manos fuertes me agarraron del brazo.
Volteé bruscamente.—¡¿QUÉ?!.—exclamé.
-Tranquila, no es para que te enojes.—me dijo Andy.
-¡He tenido un mal día, ¿entiendes?! Y esta "salidita" no está ayudando en nada.
-Dímelo a mi, hoy vi a una chica que quiero besándose con un tipejo.
Esperen un segundo.
-¿A quien?.—pregunté nerviosa.
-Creo que tú ya lo sabes. ¿Te gustó el beso del señorcito "perfecto"?
-No fue nada serio, él me besó.—me defendí sorprendida, no lo había visto en la mañana.
-Pero tú le seguiste un rato.
-Estaba en otra, además...¿Por qué te importa tanto? Es mi vida.
-Como esos tipos hay muchos y no te quiero ver sufrir.
-Ya déjalo, ¿okey?
-Esta bien.—dijo mirándome con desconfianza.
-No me mires así. Yo se cuidarme sola, no soy una niñita.
-Sólo tienes 19 años.
-Tú eres mucho más inmaduro que yo así que te callas.
-¿Dónde quedó el amor de mi Insaner número uno?
-Desde que vio a esas perras besándote.
-¿Estás celosa?.—preguntó riendo.
-No. Sólo da coraje ver como mujeres salen y entran en tu vida arruinándote.
-¿Y tú como sabes eso?
-Sé cosas que no debería saber, créeme.
Me miró sorprendido y seguimos caminando.
-¿Y tú qué esperas del amor?.—preguntó indiferente.
-Pues, alguien que me entienda, que me respete, que no me busque como su presa para su noche sexual. — lo miré fijamente.
-No me mires así. No soy ese tipo. Si hay algo que escuchaste en los vídeos es pura carisma, ese es Andynsane, yo soy Andy Merino y debes saber la diferencia.
Paramos en un pequeño parque, el vecindario era solitario, sólo él y yo. Nos sentamos en en grass.
-Fabiana me llamó.—me comentó. Quiere salir conmigo otra vez.
-Ella es mi mejor amiga, deseó todo lo mejor para ella... Y para ti también. Fabiana peleará por ti, pero es perfecta para Andynsane, no para Andy Merino. Es la chica "de flor en flor no causa dolor", pero si quieres inténtalo.
-No pienso en ella.—me dijo.
-Para de confundirme.—dije estresada.
-¿Quieres saber la verdad?
Asentí con la cabeza.
-Te quiero a ti. Desde que te conozco me atrajiste, tu pelo, tus ojos y tu linda sonrisa. Tu manera de ser, tímida pero cuando entras en confianza no tienes pelos en la lengua, por eso me encantas.
-Eso le debes decir a todas.—repliqué.
-No, no es verdad.
Me tomó de la quijada y me atrajo a él, nuevamente nuestras respiraciones se juntaban, ya no aguantaba, como dice el dicho, la tercera es la vencida. Juntamos nuestros labios formando un suave beso que poco a poco subía la intensidad. Me agarró de la cintura y yo de la nuca. Era el mejor beso del mundo, con la persona que más admiro y la que amo. Me mordió levemente el labio inferior haciendo que soltara un leve gemido. Cuanto tiempo había esperado esto, en mis más locos sueños hubiese pasado. Recordé nuevamente a Fabiana, pero por un momento no me importó en lo más mínimo. Lo tenía a él, a mi lado, sólo para lo en este momento. Nos separamos por falta de aire, de un momento a otro empecé a reírme nerviosa. Él me acarició la mejilla y me susurró al oído haciendo que me estremezca.
-También me encanta que te sonrojas cada vez que te susurre.
En efecto, mis mejillas ardían.
-¿Por qué a mi? Tienes mil chicas a tus pies.
-La pregunta es: ¿por qué no a ti, si eres perfecta?
Ahora fui yo quien lo besó.
-----------
VOTEN Y COMENTEN <3
¡Los amo!😍😍😍
#INSANERSFOREVERTEAM

 

Quién lo diría- AndynsaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora