Disfrutando

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Jean me preparo un exquisito desayuno, era todo un profesional en la cocina .

Jean me preparo un exquisito desayuno, era todo un profesional en la cocina

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Y nos fuimos a pasear por la playa. La arena era blanca, el aroma a salitre me enloquesia, mire a Jean y estaba todo desmelenado, se veia inmensamente sexy, y no pude evitar que me cargara sobre su espalda.

-Que haces mi reina, dijo al mismo tiempo que vaciló por no caer, -se rió a carcajadas.

-Cárgame Jean Daniel, le dije.

Lo escuche reir mas mientras me aguantaba mis piernas, y siguio conmigo por toda la playa.

-Lo que usted diga, princesa, me dijo.

Estuvimos casi toda la mañana caminando y disfrutando de los diferentes cokteles que habian por los alrededores del hotel.

Aquel hombre me enloquecia, si le pedia la luna estoy segura trataria de bajarmela, rei, pensando aquella locura, pero la realidad era que mi adorado esposo me complacia en todo.

-Vamonos, mi reina, me dijo con una mirada picara en sus ojos, yo sabia lo que queria mi esposo, y le di un beso muy rico en sus labios.

Me encantaba el estilo de Jean, cuando no tenia esa barba que me excitaba al tocarme y rozarme con sus vellos, se dejaba un leve candadito, de las dos formas me volvia loca.

Y nos fuimos al cuarto de hotel.

Jean Daniel volvio a hacerme el amor, con una lentitud, una suavidad y una pasion que me hacian perder la noción del tiempo. Nos quedamos dormidos los dos, uno al lado del otro, abrazándonos.

Pasaron dos dias mas en aquel sitio donde habianos escojido pasar nuestra luna de miel.

Sono el celular de Jean.

-Dime Mateo, dijo rapidamente.

Lo mire seria, cuando lo llamaba Mateo ya sabia que eran para cosas del trabajo, y ese era el unico problema que veia yo en nuestra relacion, las horas y horas, dias y meses, que le dedicaba el al dichoso trabajo, a los casos que yo le suplicaba no tomara en sus manos y a veses podia mas el trabajo que mi palabra.

-Sr, Lazaro, disculpe que lo llame yo en su luna de miel, pero ha habido un inconveniente, y creame, si no fuera importante, yo no lo molestara.

-Tu diras, de que se trata, acaso es el caso de la joven?,
dijo Jean refiriendose a un caso que estaba tratando de que cayera en sus manos ya que habia otro abogado pendiente a el, era de una chica que habian asesinado vilmente, inocentemente.
El conocia muy bien del asunto, ya que familiares y allegados lo habian informado. La madre de la chica queria que fuera el quien tomara ese caso en sus manos, pero el esposo de la chica se habia decidido por otro abogado.

-El mismo Sr. Lazaro, necesito que pase lo mas pronto a mi oficina, ya que al pareser el abogado que tomaria tal caso tuvo que tomar descanso por problemas de salud.

AMOR DE DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora