Katya Lizardi era una chica rubia, ojos azules, picara, muy bonita, enamorada de su marido, el abogado Jean Daniel Lazaro, vivian una vida perfecta en las afueras de la ciudad de Boston, cuando a Katya se le atreveso en el camino el guapo chico, Ian...
Ian bajó la cabeza, tardó en mirarme, cuando lo hizo volviá a llorar. Tragó saliva, estaba triste, sus ojos no me mentían.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Lo siento Katya, en verdad lo siento, -dijo llorando
Empezé a llorar. Jean miraba satisfecho.
-Ian -dije llorando.
-Lo hize por ti, no quiero que te hagan daño, -perdoname, -perdoname, -dijo casi en un susurro.
-Ian no me dejes, -dije en un murmullo.
-Katya, entiende, van a matarme, o lo haran contigo, no quiero eso jamás, te amo, -dijo suavemente, mirando hacia atras.
Jean miraba, lo vi serio y enojado, pero tenía cara de satisfacción.
-Ya Lugardo, ya es suficiente, -dijo dándole órdenes a los encapuchados a que se lo llevaran.
No pude decirle más, ni el a mi, aquellos hombres eran perros fieles de Jean, estaban armados, Jean también lo estaba. Tuve tanto miedo, me sentía el corazón herido. Jean Daniel lo arrebataba de mi lado. Lo odiaba. Había empezado a odiarlo terriblemente.
Me soltaron las manos y me vestí rápidamente. Jean me miraba.
-Bien, se acabó, voy a soltar a Lugardo, tu y yo nos vamos a casa.
No dije nada, estaba incrédula a todo, me sentía débil emocionalmente. Jean me agarró fuertemente de la mano, sostuvo mis mejillas mirándome fijo.
-Ya vistes de lo que soy capaz, tu te quedas conmigo, porque eres mi mujer, eres mía, metetelo en la cabeza -dijo dándome en la sien con uno de sus dedos - si vuelves a dejarme, te juro que te mato. -dijo aventándome al suelo. Me retorcí de dolor.
Vi que entraba donde habían encerrado a Ian.
-Lugardo, -grito fuertemente
Escuché gritos, era de uno de los encapuchados y de Mara, luego escuché a Jean gritar roncamente.
-No, no déjenlo, déjalo que se defienda, -le gritaba a Damian que entraba como un loco al cuarto, escuché golpes, y corrí aver que pasaba.
Damian me aguantaba, no me dejaba pasar, escuché más golpes y a Mara gritando, me puse bien nerviosa.
-Dios que está pasando, que pasa?, Jean, Jean, Ian?, pude entrar casi sin poder. Jean Daniel peleaba con Ian, se estaban pegando a matar. Nadie los separtaba.
Empecé a gritar
-Dios, se van a matar a golpes, sepárenlos, porfavor, sepárenlos.
Pero los dejaron pelear.
-Que quieres, que quieres Lugardo? quieres que te mate? es eso, ahhh, -dijo sacando su revolver al ver que Ian lo tenía casi muerto en el suelo.
