"Queria morirme"

50 4 1
                                    

Pasaron las semanas, todo iba muy bien entre Ian y yo. Nos entendíamos de maravilla, el me ayudaba en todo, no dejaba que yo hiciera nada, me trataba como si fuera un vaso frágil, era detallista,  siempre me demostraba su amor.
No habíamos hecho el amor, porque yo ya no podía, había sentido molestias y bastante dolor.  El no queria lastimarme, me cuidaba.
Su licencia de paramédico se la habían devuelto, pero no podía empezar su trabajo hasta que lo llamaran luego del juicio. Quedaban cuatro días para eso.

Estaba muy angustiada,  ansiosa, pero trataba de no demostrarlo, lo veía  pensativo, yo ya lo conocía lo suficiente para saber en que pensaba.

Ese día, iríamos a comer a casa de unas amistades del trabajo de el.  Fuimos a la barbería, a un centro de tiendas.  Quería que se volviera a retocar el corte que le habían hecho, me gustaba como se veia.  El me complació.
Aunque era algo distinto. Se abia rapado a los lados, dejándose mas alto el cabello arriba.  Cada dia me enamoraba mas de el.

-Te gusta? -dijo de rodillas en el suelo, frente a la silla donde estaba yo sentada.  Me hizo reír.

-Claro! un poco diferente, pero ya crecerá -dije tocándolo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Claro! un poco diferente, pero ya crecerá -dije tocándolo.

Llegamos a la casa,  nos duchamos juntos, me sentía rara, tenia un leve presentimiento, no se si era el embarazo, o las ganas que tenia de que todo aquel juicio terminara ya.

-Que pasa Katya?, -dijo secándose con la toalla.

-No es nada Ian, es solo, solo son nervios, ya sabes por lo que se aproxima.

-Tranquila -dijo abrazándome,  besándo mi frente.

Me fui al cuarto y empezé a vestirme. Lo hice con vestido largo, a duo con unas sandalias plateadas, ya que no aguantaba mis piernas. El se vistió muy sport.  Al terminar bajamos al auto.

Cuando llegamos, el me abrazó, dándo un leve beso sobre mi cuello.

Cuando llegamos, el me abrazó, dándo un leve beso sobre mi cuello

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Te amo preciosa, te amo tanto, -dijo con brillo en sus ojos.

No sé porque razón me sentía triste, trataba de no demostrarlo.
Llegamos a la casa donde nos recibieron.

AMOR DE DOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora