Capítulo 2: No te vayasAl final me encuentro en el coche de Alex en dirección a quien sabe donde, porque yo no lo se, mojada y al borde de una hipotermia, estoy en silencio en el lado del copiloto mirando por la ventanilla
**Flashback **
-Ni loca entro ahí de vuelta- dije al ver lo obvio, quiere que entre... Nop, no me subo ni aunque mi vida dependiera de ello
-Conste que te lo pido de buenas - dijo sonríendo burlonamente - si no entras me veré obligado a violarte aquí mismo -dijo y en ese momento entre corriendo al coche, el solo río y subió al asiento del piloto- ves como era sencillo entrar- dijo burlón, me siento realmente tonta por su culpa, lo que dijo no tuvo que afectar en mi decisión
-Idiota- murmuré y me giré hacia la ventanilla de mi lado en el coche
** Fin del flashback **
-¿Te has enfadado? - le escucho preguntar al cabo de un rato y me giro a verle, me esta mirando de reojo, supongo que lo pensó porque no le e dicho ni una palabra en lo que va de camino y llevamos como cinco minutos
-No... Solo que no tengo nada que decir- dije sincera ya que es la verdad pero tras pensarlo un momento dije- aunque si una pregunta
-Que pregunta- dijo el mirándome directamente ya que paramos en un semáforo, sus hermosos ojos verdes me miraron atentos, alto ahí, ¿pensé "hermosos ojos verdes"? Creo que el frío me sienta mal, sus ojos son bonitos pero no es como para pensar en el tema de los ojos todo el tiempo ¿no? Eso o ya me volví más estúpida
-Pues... ¿A donde vamos? - Pregunté sin saber bien como decirlo, me estoy congelando pero no pienso pedirle nada que ponga la calefacción porque... No sé por qué pero no lo haré y ya
-No te preocupes, no dejare que mueras helada- dijo ignorando mi pregunta y encendió la calefacción sonriente - a demás ya casi llegamos- sentenció y siguió conduciendo ya que el semáforo cambio, yo por mi parte sentía mi cara arder, me sonroje, y eso es raro para mi, no suele pasarme casi nunca, mas bien nunca, pero al sentirlo tan cerca me sonroje, tengo que controlarme mejor, no puedo confiar en alguien tan sencillamente como parece que lo hago en el- ¿te pasa algo? - preguntó mirándome de reojo, parece preocupado...
-Nada- conteste yo lo mas fría posible, el volvió a mirar en frente y siguió conduciendo unas dos calles más hasta que aparco, pero parece que noto mi cambio de humor y prefirió dejarlo estar, lo más sencillo para el..
-No te bajes por favor, tengo que ver unas cosas y ahora te llevo a tu casa- dijo, yo solo asentí y antes de bajar me dedico una pequeña sonrisa tranquilizadora, rodeó el coche y entro a un bar, una chica entro tras el, era alta y era bastante guapa, con las curvas en su sitio, cabello castaño y corto, de piel blanca, la curiosidad me pudo y baje a ver que tanto hacia el en el bar, lo vi pillar comida y pagarla, cuando ya iba a salir la chica se acerco y se abalanzó sobre el, y este la atrapó en el aire, ella aprovecho el momento y le beso salvajemente pero el se mantenía inmóvil y sorprendido, la bajo, se separó de ella y le dijo algo que la enfado y salió de allí alejándose de el, yo volví al coche e instantes después el salio del bar y entro al coche, sin decir nada ni mirarme dejo las bolsas en los asiento de atrás y arranco de nuevo, lo vi algo serio pero supongo que es normal si va conduciendo
-¿Puedo poner la radio? - pregunté cortando el silencio a mi parecer incómodo
-Claro que si- dijo el con una sonrisa, yo la encendí y sonaba una canción hermosa que se llama me voy enamorando de Chino y Nacho, empeze a tararear un poco por lo bajo pero sin darme cuenta acabe cantado la en voz alta, cuando lo note enseguida me calle, no es que no me guste cantar aunque hay personas, que no me gusta, es que seguramente a él no le agrade
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¡Mundo cruel!
De Todo*Esta es la historia de Milagros Díaz es una joven que como todos tiene un pasado, uno que le duele recordar Tambien es la historia de Alejandro Bustamante, un joven que llegó hace poco tambien con un fuerte pasado que lo cambió Ahora son vecinos...