Prologo

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Tris

...Me giro y me lanzo sobre el dispositivo. Oigo un disparo, y el dolor me recorre el cuerpo. Ni siquiera sé donde me ha acertado la bala.
Todavía oigo a Caleb repetir el código de Matthew. Con una mano temblorosa, escribo los números en el teclado.
La pistola suena de nuevo.
Más dolor, y una aureola negra envuelve mi campo visual, aunque oigo de nuevo la voz de Caleb decir: "El botón verde".
Duele mucho.
Pero ¿cómo, si no siento nada en el cuerpo?
Aunque empiezo a caer, golpeo el teclado con la mano mientras lo hago. Se enciende una luz detrás del botón verde.
Oigo un pitido y un ruido parecido al de un engranaje.
Me deslizo hasta el suelo. Algo caliente me resbala por la mejilla y el cuello. Es rojo. La sangre tiene un color extraño. Es oscura.

Sin explicación alguna ya no estoy en el departamento sino en la entrada de un laberinto y una sombra me llama. Mi madre. De alguna manera se que debo seguirla y me apresuro a reencontrarla pero siempre que doblo la esquina ya no esta.
Esto no puede ser una simulación puesto que no puedo manipular la situación y mi mente se confunde pero sigo a mi madre porque mi instinto me confía que lo entenderé todo cuando la encuentre.
Y sigo mi exploración por este laberinto infinito.

Tobías

...Pasamos por el control de seguridad sin detenernos. Al otro lado veo a Cara. Tiene muy amoratado un lado de la cara y lleva una venda en la cabeza, pero no es eso lo que me preocupa. Lo que me preocupa es su expresión de tristeza.

-¿Qué ocurre?-le pregunto.

Cara niega con la cabeza.

-¿Dónde esta Tris?

-Lo siento Tobías .

-¿Que sientes el qué?-pregunta Christina bruscamente -Dinos lo que ha pasado.

-Tris entró en el laboratorio de armamento en lugar de Caleb-responde Cara-. Sobrevivió al suero de la muerte y libero el suero de la memoria, pero... le dispararon. Y ahora está en coma indefinido. Lo siento.

Mi mente se nubla y mi entorno desaparece por completo. Mi cabeza es un torbellino de emociones. Intento aferrarme al último recuerdo que tuve con ella.

-Quiero verla- exigo- Quiero verla!- añado en un tono más alto.

-No sé si es el mejor momento...-responde Cara-deberías dormir un poco y...
-Crees que quiero dormir!-la corto-Sabiendo
que Tris esta muerta!

-No esta muerta-me responde con calma-Mira, espera un par de días hasta que te calmes y luego te dejarán verla

No se qué hacer, salgo apresurado a cualquier sitio en el que esté sólo. Necesito golpear algo. No, necesito sentir su piel con la mía pero no se me permite.
Acabo llegando al patio interior del departamento, el último sitio en que nos vimos antes de perderla, supongo que me estoy aferrando a lo poco que me queda de ella, aparte de su recuerdo. Y esto me produce aún más rabia que la que ya tenía, tener prohibido verla hasta nuevo aviso es desgarrador y eso que sólo he estado aquí dos horas con mis pensamientos.

***

Tres días...
Llevo vagando sin rumbo por el departamento a la espera de ver a Tris. Cara me ha dicho que ya puedo verla. Siento como sí no la hubiera visto en años. Sólo tengo una cosa clara y es que quiero verla.

Al entrar en la estancia mis ojos se clavan en ella y no puedo evitar sentir la esperanza de que algún día despertará. Me siento frustrado al vez que fracturado, Tris pertenece a gran parte de mi vida. Cuando me dijeron que estaba en coma, siento que hace meses ya de ello, sentí como sí una parte de mi se desgarrara completamente, menos un hilo que todavía conserva la esperanza.
Supongo que tendré que vivir con ello...

Iré añadiendo a largo plazo más escenas en el prólogo.
-Jemmma ProNai

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