Ascendente

Capitulo 3

Tobías

Ofrecí mi apartamento como residencia para Tris cuando le dieron el alta. Puedo permitirmelo, tengo una habitación de invitados y mi apartamento es bastante diáfano. Meto la llave en la cerradura, giro la mano y un sonoro *clic* me indica que puedo entrar. Tris esta detrás mío y siento que me mira, como si me examinara. Abro la puerta y la dejo pasar a ella primero

- Allí esta tu habitación y esa puerta da al baño- le indico mientras atravieso el umbral de la puerta y dejo las llaves en la mesilla de la entrada

Mi apartamento es muy sencillo, pero es su mínimalismo lo que le otorga ese encanto. Eso y el gran ventanal que contiene todo Chicago. La veo quedarse quieta, impasible ante la inmensidad de la ciudad.

- Donde estamos?- pregunta

- Es la ciudad de Chicago- no puedo evitar recordar innumerables recuerdos en su compañía - Pasaste la mayor parte de tu vida aquí, estuviste apenas unos meses fuera antes del - trago saliva con la esperanza de tragar también mis palabras - incidente

- Que pasó? - esperaba que preguntase más tarde. No quiero recordar la punzada de dolor que siento cada vez que recuerdo esos días.

- Si te lo contara ahora no entenderías nada y el médico ha dicho que deberías recuperar tus recuerdos de forma cronológica- me acerco al ventanal y le señalo una hilera de casas grises e iguales, la antigua sede de abnegación - Mañana vamos ahí para ver si recuerdas tu infancia, que la pasaste allí

- Ya nos conocíamos? - la pregunta me sorprende, no se qué decirle, sólo recuerdo verla en los pasillos del colegio o en eventos abnegados como el funeral de mi madre

- No oficialmente si es lo que te preguntas pero sí vivíamos muy cerca

-Oh- es lo único que sale de su boca

- Deberías dormir, ya has tenido suficientes emociones por hoy- me apresuro a entrar en mi habitación porque no soporto verla sin siquiera tocarla

***

Un alarmante pitido me despierta, apago el despertador y comienzo mi rutina. Pero un destello activa mi mente, hoy no voy a trabajar sino a intentar recuperar los recuerdos de Tris. La euforia se apodera de mi. Salgo y la veo tumbada en el sofá. No se qué hace aquí, tenía una habitación para sí sola. Sin pronunciar palabra saco de la despensa el alimento que llevo consumiendo como desayuno desde que me trasladé a osadía: muffins y tarta osada. Todos los provenientes de los experimentos la llamamos así. Me dirijo hacia ella y le sacudo el brazo.

- Tris, es hora de despertarse - la simple sensación de tocarla me relaja - Tris

Abre los ojos y pone esa cara adormilada, no parece haber dormido mucho.

-Buenos días- se levanta y me mira sonriendo, parece feliz a pesar de no recordar nada. Lo entiendo, la ignorancia otorga una felicidad infinita a aquel que la posee

-He preparado el desayuno, luego vamos al emplazamiento que te enseñe ayer- le indico, se vuelve hacia el cristal y se donde esta mirando. La sede de abnegación

***

- Aquí estamos- me bajo del coche y ella me sigue, estamos en la calle donde vivíamos. Se queda mirando la calle como anoche en el ventanal, le pongo una mano en el hombro y miro la calle con ella- ¿Te recuerda a algo?

-Me llamo Beatrice- responde sin dejar de mirar la calle- y soy parte de la facción abnegada, mi madre es Natalie Prior y mi padre es parte del gobierno, Andrew Prior.

Sin decir nada echa a correr y yo la llamo pero no responde, se para delante de su casa y entra en ella. No hay nadie, lo se porque estas casas están aquí de exposición a lo que fue Chicago. Se da la vuelta y me mira esperando respuesta.

-¿Por que no están aquí mis padres?

No se cómo decirle que han muerto, recuerdo que después de su muerte ella sentía que debía morir para estar con ellos y no quiero que eso vuelva a pasar

-Mu...murieron

-¿Por qué?-me dirige una mirada triste y veo las lágrimas brotar de sus ojos

-Por ti, para salvarte- avanza hacia mi y inesperadamente me abraza. Le acaricio la espalda, llevo ansiando tener contacto físico con Tris mucho tiempo. Para nosotros es, era, importante.

Nos quedamos ahí en esa posición, inmóviles. En ese momento puedo ver un rayo de esperanza que llevo esperando desde tiempos inmemoriales.