4to año. Secundaria. 16 años

22 2 1
                                    

— ¿Son novios?

— No, ya no. Ojala fuéramos.

— ¿Qué son?

— Amigos. Lamentablemente.

— Pero, ¿te gusta?

— No. Me encanta.

---------------------------------------------------

Era ese tipo de amor que Airbag describió años atrás: sii, solo eso fue, un amor de verano.

No me dió opción apareció y se abrió paso, se impuso, se impone. Pero son excusas, yo lo dejo.

Lo dejo caminar a mi lado y en dirección contraria. Vamos de la mano por el mismo camino, vamos en diferentes direcciones sobre caballos con lanzas bajo el brazo.

---------------------------------------------------  

¿Dónde está ese chico rosado y chiquito, que jugueteaba con el lápiz y lo mordía cuando no sabía que decir, el que se acercaba lento, queriendo no ser notado?

¿A dónde se fueron las canciones que escuchabas sobre amor y sueños?

¿Qué pasó con dejarme ganar, aquella tarde, al juego de cartas? ¿Por qué ya no le puedo ganar ni a tu recuerdo?

Volvé a ser vos, o al menos eso que creí que eras.

Estoy aún sentada en el mismo banco.

---------------------------------------------------  

Otro año más y Gi volvía a cumplir años, y yo volvía al mismo sillón en el que estuve.

Sus luces y sus sombras tenían el perfecto contraste con los míos.

Reímos, hablamos.

¿Sos vos otra vez?

- Te quiero, ¿sabes? - me susurró. – Sos hermosa.

Gi, ¿qué hago?

---------------------------------------------------  

— Ya pasamos por esto, sabemos cómo es.

— Sí, sí, siempre igual.

— Que se vaya a la mierda –dijo Gi

— Que se vaya a la mierda – asentí yo.

Y chocamos nuestras cervezas en celebración. Miré al río, el ruido del agua y la Beriso sonando de fondo. Miré a mi amiga, la tomé de la mano, una mano que, a pesar de la distancia que nos separó años después, nunca iba a soltar.

---------------------------------------------------  

Siento que estoy esperando por algo que no va a suceder. Pero no puedo arreglarlo, no puedo.

Lo veo ahí sentado y me afecta no acercarme y abrazarlo por la espalda, me afecta no preguntarle cómo le fue en el partido del fin de semana y mirarlo un poco más cerca.

Él, amor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora