Positivo y negativo (IchimatsuXJyushimatsu)

Capítulo 5: Un fuerte latido

Ichimatsu permaneció más calmado pero no se separó de su hermano hasta minutos después. No dijo más que avisar su ida al baño para lavarse la cara y quitarse los rastros de lágrimas. Ver su reflejo es de las pocas cosas que hace, y lo evita, pero en esta ocasión se encontró consigo luego que el agua lavase su rostro. Se veía como un fracaso, más aún por dejar que alguien lo viera en su estado más débil. Mirarse por más de un minuto provocaba un furor que sólo se calmaría si destruyera ese espejo con el objeto más cercano, inclusive con su propio puño.
Al salir, Jyushimatsu lo recibió con una sonrisa tierna, y esperaba algo parecido o una pequeña mueca que demostrara que se sentía mejor. Si buscaba mostrar compasión por él, no dio efecto alguno.

-¿Quieres comer algo antes de irnos a dormir? debes estar hambriento.-Invitó Jyushimatsu en otro intento por animarlo.

Dado que su apetito no fue saciado hace horas, aceptó. Fueron a la cocina a prepararse algún bocadillo nocturno, siendo el sándwich el más común. Ichimatsu se sentó en una de las sillas y observó cada movimiento que el menor hacía, éste no le recibió ayuda porque afirmó estar a su servicio, por eso lo dejó esperando mientras sacaba cada ingrediente y los dejaba dispersos en la mesa, sin olvidar el pequeño espacio para el pan. Cuando estuvo todo listo, prepararon cada uno lo suyo. Ichimatsu no abusó con más de cinco ingredientes como Jyushimatsu. También por los grandes bocados que daba parecía disfrutar aún más. Durante y después de comer no tuvieron tema de conversación, no hubo mención de nada de lo ocurrido anteriormente en el pasillo y tampoco Jyushimatsu hizo preguntas al respecto. Todo fue muy silencioso.

Al irse a la cama trajo consigo la falsa creencia que todo estaba bien. Su cuerpo pedía descanso y su cerebro iba en contra, se dio cuenta tras dar vueltas en su puesto, buscando una posición cómoda. A pesar de sus intentos por contar ovejas o gatos, no pudo conciliar el sueño. Pensó en alguna razón que le impidiera dormir y lo único que creyó fue que su mal estado sigue vigente. No sabía por qué se le vino a la cabeza el abrazo que tuvo con Jyushimatsu, quizás tenía ganas de continuarlo y/o dormir con él. Eso era lo que quería tal vez, el afecto y seguridad que se manifestó durante su tiempo a solas. Pero aún con altas probabilidades de aceptación, no iba a humillarse y pedirle si podía dormir a su lado. Si buscaba consuelo tuvo que recurrir a lo que más le provocaba daño: él mismo. Le aguarda una larga noche.

[...]

La mañana dio inicio con un buen amanecer; el sol a máximo poder y con un cielo semi-despejado. Ichimatsu se levantó a la misma hora de siempre junto a sus hermanos. Su primera actividad después del desayuno fue vestirse e ir a reposar al techo. Al igual que los felinos, se queda observando el mundo a su alrededor; la brisa que desplazaba las nubes, las aves que tomaban las corrientes de aire dando reposo a sus alas, el camión que circuló por la calle, el aburrido color gris del edificio de al frente. De poder notar cada detalle de lo que observaba, notaba que faltaba emoción en su día. Una salida grupal, meterse en problemas o visitar a los gatos, podía ser útil.

Afueras del hogar; en el patio, se hallaba el pelinegro con sudadera amarilla observando como una pequeña oruga comía la lechuga que hace poco le trajo. Le maravillaba insectos que encontraba en el jardín, sobre todo si eran de colores, formas y tamaños distintos, así conocía nuevas especies. De repente su único cabello rebelde se erizó como una antena recibiendo señales. Debido a una cosa muy importante que hacer para hoy y no podía acordarse. Abandonó al insecto y recorrió los pasillos y habitaciones de la casa por si algún objeto le ayudaba a recordar. Al ver a un gato pasar por el marco de una de las ventanas se acordó de Ichimatsu y de la plática que debía tener con él sobre lo de ayer.
Dos veces lo mandó a callar Choromatsu cuando Jyushi' gritaba el nombre del morado aún viendo que no se encontraba presente en los cuartos que visitaba. Fue al balcón y miró hacia la calle por si estaba cerca, cuando se dirigió al tejado estaba Ichimatsu con expresión muerta y sin interés de ver al menor.