Positivo y negativo (IchimatsuXJyushimatsu)

Capítulo 10: Detective Osomatsu

Tercera vez que suspira por cada cinco minutos pasados, y nuevamente resonó en el lugar como la única sonoridad que se ha presentado desde que todos se agruparon en un sólo sitio. En escasas ocaciones dominaba el silencio en la habitación de los sextillisos, y sucede cuando a ninguno se le ocurre qué hacer con su propia existencia para matar el tiempo mientras el sol siga sobre sus cabezas. Hasta el suave canto de una cigarra en las afueras podía escucharse al interior. También las pisadas de las patitas de los gatos caminando por el techo.
Ninguno hablaba o hacía alguna actividad sólo observaban el tapiz de las paredes, los objetos sobre los muebles, la escasa decoración y los colores claros a sus alrededores. Raro estaba su plena tranquilidad como esperando a que la vida les sorprenda sin hacer esfuerzo de buscar una labor, su naturaleza nini les había golpeado con gran magnitud esa tarde.
Osomatsu dio la última mirada a sus menores de quienes no esperaba más que verlos en un estado vagabundo, al igual que él. Pensando, imaginando, atrapados en sus cabezas. Les iba a hablar, pero no se le ocurría qué decirles sin tener un tema que anunciar, por lo que el silencio continuó. Después de su "intento" fallido vio a Jyushimatsu realizando la acción más importante del día: levantarse. El joven dio un vistazo hacia la ventana y el casi despejado cielo enmarcado en este por unos breves segundos.

-Totty, ¿Me dices la hora? -Habló volviéndose a su hermanito.

-Son recién las una. -Contestó revisando su aparato móvil recién sacado de su bolsillo.

-¡Ichimatsu-niisan, ya es hora!
"Nekomatsu" levantó la cabeza al oír su llamado, un poco más y se queda dormido. Estiró sus brazos y piernas y dejó el sillón para abandonar la casa junto su compañero de sudadera amarilla. Karamatsu se fijo por la ventana como iban yéndose por pura curiosidad.

-Ahí van de nuevo... -Comentó Osomatsu al aire. Los demás le miraron sin decir palabra a excepción de Karamatsu con un simple murmuro afirmativo.

-Exactamente...

-Empiezan a salir más seguido... -Le siguió Choromatsu mirando hacia el techo de brazos cruzados.

-Y sólo ellos... -Continúo Todomatsu fijando la vista a las nubes que aparecían por la ventana.

-Sin nosotros. -Finalizó de vuelta Osomatsu.
Sin más preámbulos, nuevamente el diálogo decae ante el silencio. El mayor cambió de posición hacia la derecha, de costado. Pensó en lo extraño que es el modo en que se aliaron el cuarto y quinto de sus menores, siempre los vio como buenos amigos pero nunca tan cercanos como anteriores veces en que sus salidas no eran más que paseos comunes y partidos de béisbol, ahora no avisan sus idas ni llegadas ni dan señales de una tarde con quehacer predecible. Se habían vuelto tan misteriosos como gemelas que se guardan secretos entre ellas e ignoran al mundo.

-¡Esto no es posible! -Exclamó el mayor mientras se impulsaba con sus piernas con objetivo de sentarse sin necesidad de usar sus brazos. -¿Desde cuándo nos hemos distanciado de ellos? ¿Dónde está la hermandad y la unión nini?

-Osomatsu-nissan quizás tienen alguna actividad juntos, Ichimatsu podría estar integrándose más al béisbol junto con Jyushimatsu. -Respondió Choromatsu a sus quejas con el propósito de calmar su angustia.

-Es raro que lo hagan sin uniformes. -Comentó Todomatsu.

-¡Es traición divertirse a costa de nosotros haciendo quién sabe! ¿Y si están viéndose con chicas?

-Eso es imposible, son igual de desastrosos. -Habló de nuevo.

-¿Cómo sospechas tanto si ni siquiera les has preguntado, querido buraza?