Capítulo 8: Primera base

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Se les presentó la idea de salir a pasear cuando el día anterior, las noticias del tiempo aseguraban un hermoso día para disfrutar y no seguir como vagos en casa.
Choromatsu eliminaba de la lista todo elemento esencial para el viaje que ya se encontrara en el auto que pidieron prestado. Siendo el más responsable quedó a cargo de que nada falte. El resto acomodaba las cosas a excepción de Karamatsu, quien por poseer el don del arte culinario se ocupó de preparar los bocadillos.
Se encontraba Ichimatsu despidiéndose del gatito ESP que por el largo viaje no llevaría, podría perderse en el campo, en el bosque y que lo ataque otro animal, quiere evitar que eso ocurra. Además que no acostumbra a sacarlo de paseo a zonas apartadas.
Le dio unas últimas caricias antes de irse, y (aunque parezca raro) la promesa de volver.

Se sentó a un extremo del asiento de atrás, al lado de Totty, este al lado de Osomatsu, y Jyushimatsu al otro extremo. Mientras que ellos iban apretados, delante tenían a Karamatsu como copiloto y Choromatsu de conductor; El segundo y tercer hermanos eran más seguros para conducir porque el primero tenía la costumbre de ponerse en los zapatos de un corredor de NASCAR. El viaje fue de dos horas aproximadamente (si no tenías con qué divertirte). Ichimatsu pasó ese tiempo, de principio a fin, mirando lo que apareciera en la ventana, en su mayoría un paisaje urbano. Entre tanto miró a Jyushimatsu quien estaba con la cabeza afuera, disfrutando del aire fresco como los perros. Le dio gracia, y sonrió.

Lo primero que hicieron al salir de la camioneta, fue observar el bello campo que visitaban. Se aspiraba un relajante ambiente no sólo por el espacio físico compuesto por pasto fresco y flores. Habían tonalidades de azul claro diluidos con el blanco de las pocas nubes situadas en las alturas, el tamaño del pastizal variaba hasta incluso absorber sus pies al caminar.
Se ubicaron en la colina donde descansaba un viejo árbol de gran sombra con la que evitarían el calor del sol. Cerca del lugar había una arboleda que llenó de curiosidad a Jyushimatsu, por lo que convenció a dos de sus hermanos para que lo acompañasen. El menor iba principalmente por insectos que contemplar y picar.

Los niveles de emoción por adentrarse al desconocido bosque variaban entre ellos. Lo que de un principio parecía misterioso y de poca pinta, fue volviéndose una escena de cuentos de hada. Los rayos del sol intentaban atravesar las ramas y boscosas hojas de los arboles. Los arbustos eran grandes y frondosos, pequeños y de pocas hojas; algunos con vallas o flores y otros sin nada, y algunas hojas caídas en el suelo. El bosque retrataba una perfecta pintura o fotografía sacada de Internet.
Todomatsu, cuán enamorado del paisaje, sacó su celular enseguida para sacar fotos, sin olvidarse sus preciadas selfies.
Jyushimatsu se acercaba a los arboles más cercanos y buscaba dentro del agujero del tronco alguna bellota que pudiera conservar, a lo que recolectó unas cuantas y las guardó en sus bolsillos.
Ichimatsu disfrutaba la tranquilidad y los silbidos de las aves, no había alboroto que lo molestara. Desde su punto de vista como hermano mayor, observaba a los dos chicos con ternura, en actividades apartes y sin preocupaciones. Pero reafirmó su papel como el hermano cruel jugando una broma al más joven de la familia. Una de sus aficiones.

-¿No les asusta ni un poco?-Preguntó.-No sabríamos con qué nos podríamos encontrar.

La "victima" dejó de sacar fotografías y prestó atención al mayor.

-¿Qué dices?

-Sólo digo que podrían haber animales salvajes dispuestos a atacar.

-No es posible, todo está tranquilo.

-¿Quién sabe? Quizás esperan que la presa se acerque y atacan.

-N-No digas eso.

-Podrían haber osos, lobos, o violadores de chicos adorables y miedosos como tú, Todomatsu.-Sonrió con malicia.

-¡Eso no es gracioso, Ichimatsu!

Positivo y negativo (IchimatsuXJyushimatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora