Amistad, algo más que una palabra

La gran sorpresa

(Narra Jun)

Cuando sonó el timbre indicando la finalización de las clases, guarde mis cosas lo más rápido posible.

-Jun ¿quieres ir con nosotros a jugar a la pelota contra los de tercero?-dijo mi mejor amigo Sui.

-No, gracias iré a visitar a Nora al hospital.

-Nunca pensé que diría estas palabras...¡¡estas enamorado de ella!!-dijo tras una fuerte risa, sentí como mis mejillas comenzaron a arder.

-Baja la voz-vi disimuladamente a mi alrededor y todas las miradas estaban concentradas en nosotros, me puse mi mochila en mi hombro y salí de la sala, escuché los pasos de Sui acercarse cada vez más.

-No te enojes, además tú no lo negaste a si que estoy en lo correcto-¿como habrá llegado a esa conclusión?, se que no soy muy bueno para disimular, pero tan obvio era.

-Bueno...tú ganas...me he enamorado de ella, me di cuenta varias semanas atras, pero todo cambio cuando supe que ella sentia lo mismo por mi, recuerdas la tarde que se celebraba la feria-Sui acintio lentamente-esa tarde la invité a que me acompañara, pasamos toda la tarde juntos, cuando el sol ya había desaparecido por completo y todavía no encendian las luces del lugar, me di cuenta de que Nora no estaba a ni lado, la busque desesperadamente entre la multitud, hasta que la pude reconocer por su cabello negro y ondulado, se encontraba mirando fijamente la rueda de la fortuna la cual brillaba   mucho, me acerqué a ella y le dije que subieramos juntos, inconcientemente le tome la mano, al ver que estaba muy helada me saque mi poleron y se lo entregue-Sui estaba muy sorprendido.

-Tú siempre tan amable y caballeroso.

-Si, un día encontré botada cerca de mi asiento una de esas revista que leen las chicas, donde ahí decía una gran cantidad de cosas que les gustaría que ocurrieran en una cita, pero que lamentablemente los hombres eran poco románticos-él no paraba de reir, el hospital quedaba como a ocho manzanas del colegio, todavía me quedaba tiempo para terminar de contarle lo sucedido en mi primera cita con Nora-pero siguiendo con lo de mi cita nos subimos al juego, cuando comenzó hizo un movimiento brusco, ella se asustó y me abrazo, en ese momento mi respiración se detuvo y mi corazón palpitaba rápidamente, yo le devolví el abrazo, cuando estabamos en la parte más alta, donde no llegaba luz me acerque lentamente a ella y la besé, ella me siguió el beso, cuando nos separamos yo le declare mis sentimientos y ella hizo lo mismo.

-Que romántica historia y ahora que vas a hacer...digo, ya los dos saben lo que sienten por el otro.

-Ayer fui a visitarla, le entregue una carta en la que le expresaba mis sentimientos, ahora le voy a preguntar di quiere ser mi novia, pero tengo miedo de que ella no acepte.

-No tienes de que preocuparte, hace tiempo escuché un rumor que decía que tú le has gustado desde que te conoció y que su sueño era ser tú novia-ojala sea cierto, la quiero mucho.

-Cuanto deceo que eso sea cierto, además sus sentimientos son muy difíciles de deducir.

-No te preocupes, estoy más que seguro que ella va a aceptar, además cada vez que te mira sus ojos brillan-me sentía más seguro de mi mismo-¿y que tienes pensado hacer?-dijo con su mirada pícara.

-Ya tengo todo planeado, meses atrás conversamos sobre si a cada uno lo dejaban pololear y Nora me contó que a ella no la dejan, pero que a su papá le gustaría que hablaran con él antes para ver si eran lo suficientemente valientes, a si que el viernes pasado me junté con él y hablamos, personalmente atmito que me dio miedo, pero tras explicarle mis intenciones, responder a su extenso interrogatorio y aceptar sus amenazas...¡¡nos dio permiso!!-grité de alegría, ya podía ver a unos pocos metros el hospital.