David va caminando por una calle de noche, no parece que sea de la ciudad en la que vive actualmente. Va con las manos en los bolsillos de una sudadera negra. Lleva colgando de su muñeca izquierda una bolsa con un pan de pita y un box de patatas y carne, además de un tenedor de plástico.
Giró y pasó por una calle medio iluminada, con varias personas hablando en un lado. En medio de esa calle se hacía una pequeña rotonda con una estatua sobre un señor calvo y con perilla.
David entonces se detuvo enfrente de esta, quedando de lado a la estatua.
-¿Acaso no sabes lo que significa "fuera de mi vida"?-dijo David agachando la vista.
-Vaya, vaya-se escuchó una voz detrás de David, el cual no se giró al oírla-. Pero si es el refranero español-dijo con una risa algo siniestra-. ¿A dónde vas con esa bolsa? ¿A cenar solo otra vez?
David apretó fuerte el puño derecho, pero se contuvo.
-¿Quieres que yo te haga compañía?-dijo con tono burlón la voz.
-Preferiría que me acompañara un muerto que quisiera comerme vivo, por lo menos de él no escucharía mentiras-dijo David sonriendo con una mirada de enfrentamiento.
Este pudo ver a la persona que se imaginaba, un chico de pelo oscuro y ojos rojos que brillaban en la noche. Esa persona soltó un gruñido al escuchar ese comentario.
-Bueno, pues vete a comer solo.
-Mejor solo que mal acompañado-dijo David manteniendo esa expresión pero con un ojo cerrado.
El chico se acercó a David con intención de darle un puñetazo porque estaba ya harto. David paró el golpe y con un rápido movimiento tiró al chico al suelo, apoyando este la rodilla sobre el torso del chico para que no se levantara. David sacó unas llaves y se las puso en el cuello.
-Que sepas que esto, aunque sean unas simples llaves te podría provocar con facilidad un corte en el cuello, haciendo que te desangraras.
-Si me cortas el cuello, me daré patadas hasta que te desangres.
-No puedes hacer que pierda algo que ya perdí hace tiempo...-dijo David con una mirada amenazante.
El chico se asustó un poco, pero no lo quiso mostrar.
-Sé que estás empezando a tener miedo...-dijo David-... ¿se han cambiado las tornas, por casualidad?
David guardó las llaves en el bolsillo y se levantó. Le ofreció la mano al chico para que se levantara, pero este rechazó ese gesto.
-Como quieras.
David continuó caminando y sacó el tenedor de plástico de la bolsa, se dispuso a sacar el box pero el chico le interrumpió.
-¿Vas a comer para hacer como que no estoy aquí? Muy típico.
-Y lo dice el que cogía el móvil para ignorarme...-dijo David entre risas lentas-...patético.
-¡Te voy a dar una paliza que desearás...!
-¿...No haber nacido?
-¿Eh...?
-Ay, siempre tan predecible. Casi se podría decir que lo recuerdo todo acerca de ti, por desgracia para ambos. Tus gustos, odios, miedos, debilidades, lo sé todo.
-¡Mentiroso!-dijo el chico abalanzándose contra David.
Este se giró haciendo una patada giratoria rasa, haciendo que el chico cayera al suelo de lado. David se volvió a poner encima de él amenazándole con el tenedor de plástico.
-¿Vas a matarme con un tenedor de plástico? ¡Eso no me lo pierdo!-dijo el chico con una risa que ocultaba el miedo que tenía en ese momento.
-Que te des cuenta que todo, por inofensivo que parezca, puede hacerte daño. Ahora podría clavarte ese tenedor en la yugular y partirlo para que mientras te desangres por fuera, los dientes circulen por dentro provocándote una hemorragia interna por medio cuerpo, algo que podría dejarte en coma o, son suerte, matarte. Así habría menos gente falsa en el mundo.
-¡Vamos! ¿Quieres matarme? ¡Adelante!
David alzó el tenedor y dio un grito al dejarlo caer con fuerza. El chico cerró los ojos y dio también un grito. David clavó el tenedor en el suelo a pocos centímetros del cuello del chico, haciendo que los dientes se partieran y salieran despedidos.
El chico abrió los ojos y vio a David con el tenedor agarrado y este clavado en el suelo.
-No voy a darte la oportunidad de que me conviertas en quien no quiero ser...-dijo David levantándose y lanzándole el mango del tenedor-...tú.
Entonces se dio la vuelta y comenzó a caminar de nuevo.
-No me extraña que no quieras ser como yo...-dijo una voz totalmente distinta, más seca y oscura.
David al escuchar esa voz tragó saliva y se giró, pudiendo ver a un chico con el pelo castaño, con un peinado algo similar al suyo, pero se podría decir que eso era lo único físico en común. Su rostro mostraba unos ojos totalmente negros, teniendo en el izquierdo un pequeño círculo blanco. Unas líneas negras salían de sus ojos y bajaban por el cuello. De una mancha oscura que tenía en el lado del corazón en su camisa salía una cadena que llegaba a la cintura del otro lado. El brazo derecho era robótico, teniendo pinchos en los nudillos y una especie de tatuaje en forma de cadena que le rodeaba el brazo entero.
-... ¡Si tú y yo somos idénticos!-dijo el chico.
David dio un paso atrás.
-No tengas miedo, solo es una pesadilla, tu peor pesadilla-dijo con voz siniestra.
El chico entonces se lanzó hacia David con un grito muy escalofriante.
Oscuro, más oscuro, más oscuro aún. Una pequeña luz se ve a lo lejos. Cada vez se intensifica más hasta que David acabó abriendo los ojos.
Lo hizo de golpe, seguido de un escalofrío y un pequeño ruido.
-Tío, ¿estás bien?-dijo Álvaro.
David, ya más centrado en dónde estaba, se fijó que se encontraba en su habitación, con Álvaro a su lado, algo preocupado. En ese momento entraron a la habitación Jessie y Elena.
-Menos mal...-dijo Jessie.
-Álvaro estaba muy preocupado, así que nos llamó para que viniésemos aquí. Nosotras también hemos pasado miedo. No sabíamos qué te pasaba.
-Creo que ha sido una pesadilla...-dijo David-...pero no lo sé...
Tras pasar media hora y don David recuperado, Jessie y Elena se marcharon. David entonces recibió una llamada.
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Bueno gente, espero que os haya gustado este corto. No he tenido tiempo casi para escribir el nuevo capítulo, por eso he escrito este corto, sorry.
En fin, para hacer un poco más entretenida la espera, vamos a hacer un pequeño juego, ¿quién creéis que llama a David? ¡Ponedlo en los comments, espero vuestra respuesta! ¡Un saludo, y hasta la próxima!
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Hechos Comunes Temp. 1
General FictionNuestros protagonistas, David y Álvaro, se mudan a una ciudad nueva, donde conocerán a personas que más tarde se convertirán en sus amigos. Ambos traen consigo una maldición, que hace que ocurran lo que ellos llaman movidas raras. Desde seres interd...