Hechos Comunes Temp. 1

Ep. 2 - Pesadilla antes de Medianoche

-Tío, ¿has pillado la peli?-dijo David.

-Ya te digo-dijo Álvaro sacando un disco en el que ponía "La muerte nunca viene sola".

Álvaro iba a poner la película en el lector, pero David le detuvo.

-Espera, ¿qué te parece si llamamos a Jessie?-dijo este.

-Venga, tío. Dijimos que la íbamos a ver los dos para comprobar quién se asustaba antes-dijo Álvaro.

-Vamos, cuantos más mejor, ¿no?

-Vale... llámale...

Antes de que terminar de hablar, David ya estaba marcando el número de Jessie y respondiendo ella a la llamada.

-¡Hola, David!-dijo ella.

-¡Hey, Jessie! ¿Qué tal?

-Bien, ¿te encuentras mejor después de lo que pasó el otro día?

-Sí... creo que sí. Creo que ya lo he superado- dijo eso riéndose un poco.

-Me alegro.

-Hey, vamos a ver una película Álvaro y yo y me preguntaba si... bueno... si querías...

-Iré, no te preocupes. En cinco minutos estoy allí. Por cierto, ¿puedo llevar a una amiga?

-¡Claro! ¡Cuantos más mejor!

-Vale. ¡Nos vemos en cinco minutos!-dijo en un tono alegre.

-¡Dew!-respondió David también muy contento.

Tras colgar David miró a Álvaro, y este pudo ver que estaba algo sonrojado.

-¿Te mola?-dijo Álvaro acercándose a él y dándole con el codo.

-¡¿Qué?!-dijo David algo nervioso-. ¿Yo?... ¿Ella?... Eh...sí-dijo rendido ya que estaba claro que lo había pillado.

-¡Tío, aprovecha! Peli de miedo... ambiente lúgubre con las luces apagadas... algún "jumpscare"... ¡Es la oportunidad perfecta! ¡A ver si salís juntos o algo y te olvidas ya de la otra!

-A ver si tú puedes aprovechar también...-dijo David haciendo lo mismo del codo, solo que moviendo también las cejas hacia arriba y abajo.

-¿A qué te refieres?

-A que va a venir con una amiga.

-¡¿Qué?!-respondió Álvaro de la misma forma.

-Venga, tío. Yo te digo lo mismo que me has dicho hace nada... solo que quitando lo de olvidarme de la otra... y cambiando el nombre de Jessie por el de la otra amiga.

-No sé, no sé...

-Vamos, ¡nos lo vamos a pasar todos bien!

En ese momento el timbre sonó y fue Álvaro a abrir.

-¡Espera!-dijo David mientras se iba corriendo al aseo, se echaba colonia y volvía a la entrada a peinarse en el espejo de esta.

-Mira qué presumido, el tío.

-Presumido no. Solo quiero causar buena impresión.

-¿Buena impresión? Os conocéis ya de hace una semana, tío.

-Ehhhh... Pues también es verdad. Da igual, para causar una mejor impresión.

El timbre volvió a sonar y Álvaro abrió la puerta.

-Buenas, soy el repartidor-dijo un señor algo grande, con un bigote gris y calvo-, paquete para el señor David... desde... ¿Rusia?

-¡Ah, sí! ¡Ya no me acordaba!-dijo David acercándose al cartero-. ¡Ha llegado su paquete!