¡ATENCIÓN! ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS QUE PUEDEN SER CONSIDERADAS POR ALGUNOS "GORE" O QUE DAÑEN LA SENSIBILIDAD DEL LECTOR. SI NO QUIERE LEER ESAS ESCENAS PERO SÍ EL RESTO DEL CAPÍTULO, ESTAS APARECERÁN REMARCADAS EN NEGRITA. SI POR EL CONTRARIO DECIDE LEER EL CAPÍTULO ENTERO PERO ES SENSIBLE SERÁ BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD.
Cuando se terminaron la napolitana, más o menos a las doce menos cuarto, el timbre sonó y ambos se fueron a abrir.
-¿Será el repartidor con el nuevo animatronic?-dijo David.
-Supongo, espero que no venga nadie más.
Ambos abrieron la puerta y vieron una caja de madera algo grande y un repartidor empujándola hacia dentro.
-Vale señor Mucholingüini, el paquete ya...-se calló cuando vio a dos chavales en lugar de a Mucholingüini-. ¿Quiénes sois vosotros?
-Somos los hijos del señor Mucholingüini-dijo Álvaro.
David siguiéndole la corriente dijo:
-Sí, nuestro padre nos ha dejado a cargo de que llegara bien el paquete.
-De acuerdo, pues comprobadlo por vuestros ojos-dijo el repartidor mientras abría la caja por un lado.
La tabla de madera se cayó al suelo creando un sonido muy fuerte y revelando la figura del animatrónic. Una mantis religiosa más alta que Leonard, con unos ojos muy grandes, sus típicas manos-cuchilla y con varios agujeros que mostraban la estructura interna, cables que salían y algunas partes quemadas. El repartidor sacó una nota del bolsillo.
-Hemos podido rescatar algo de información acerca de este animatrónic... A ver... se llamaba Mantell la Mantis. Este era el animatrónic "director", más o menos... ah, y podía cambiar entre traje, para que pueda ser llevado por una persona, y animatrónic... Y creo que eso es todo, bueno, yo me voy. Echa una firmita.
Álvaro cogió el lápiz táctil e hizo su firma en la pantalla.
-Perfecto, muchas gracias. ¡Disfrutad de vuestro compañero!
-Da un poco de cosa, ¿no, David?-dijo Álvaro mirando a su lado-. ¿David?-dijo este mirando a su alrededor.
-Perdona tío-dijo David desde la puerta más lejana-, es que me dan miedo las mantis.
Álvaro se acercó a él.
-¿Y eso?
-No sé, algunas personas le tienen miedo a las arañas, a los payasos o a los de hacienda... pero... a mí me aterran las mantis, no entiendo el por qué...
El animatrónic entonces cayó al suelo al no haber ninguna pared que lo mantuviera de pie. David, que miraba de reojo al animatrónic mientras le decía eso a Álvaro se asustó cuando vio que pasaba eso.
-Me da que lo vamos a tener que levantar...-dijo Álvaro.
A David se le erizaron los pelos al escuchar eso, pero suspiró y se levantó.
Cuando ya estaban más cerca del animatrónic, David lo cogió con miedo de un brazo y Álvaro de otro.
-No sé por qué te da miedo esto, si ni siquiera es una mantis real. Cuando lo levantaron vieron que el traje estaba abierto por la mitad, mostrando todo el endoesqueleto y los ojos que empezaron a moverse poco a poco por la gravedad.
El animatrónic y Álvaro se cayeron al suelo, cuando este levantó la mirada vio que David estaba al final del pasillo de 50 m corriendo.
-¡Por eso me da miedo!-dijo antes de meterse a una sala.
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Hechos Comunes Temp. 1
Narrativa generaleNuestros protagonistas, David y Álvaro, se mudan a una ciudad nueva, donde conocerán a personas que más tarde se convertirán en sus amigos. Ambos traen consigo una maldición, que hace que ocurran lo que ellos llaman movidas raras. Desde seres interd...