Capítulo 9

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El trayecto hasta la casa fue silencioso, Niall se había sentado a mi lado en la camioneta, pero no me había dicho ni una palabra, solo se quedó viendo por la ventana.

Al llegar me sentía terrible por todo lo ocurrido de ese día, solo quería descansar. Así que me cambié y me acosté sin saber más de nadie.

(...)

Seis días después...

No había hablado con Niall en seis días, los chicos hacían una fiesta cada día pero yo no me aparecía por el simple hecho de la vergüenza que tenía al ver a Niall. Solo me quedaba viendo televisión en mi habitación.

–Deberías hacer algo, llevas casi una semana aquí encerrada, sales solo a comer y a ducharte.–dijo mi mejor amiga mientras comía una cucharada de helado, estábamos viendo una película las dos en la habitación.

Y, aunque tenía razón, no le iba a dejar saberlo.

–Estoy bien así.–contraataqué sin despegar la vista de las televisión.

Le había contado a Katheryn lo ocurrido con Niall, y como yo, ella me dijo que no estuvo bien dejarlo ese día sin explicaciones, porque la yo le seguí el juego desde un principio. Pero que tampoco estuvo bien de parte de él porque no podía simplemente pedirme que tuviera sexo con él cuando ni siquiera nos conocíamos y, de paso, en un lago.

Y tenía razón.

–Sé se estás así por Niall, pero cariño,–comió del helado–no puedes estar toda la vida así por él.–lo dijo con la boca llena de helado, ambas reímos–sal y divierte-te, vinimos acá para pasarla bien, solo ignora-lo, y si intenta hablar contigo haz-lo, como si nada fuera pasado. No es justo que tú te quedes aquí lamentando-te y él sí salga con los chicos a disfrutar del viaje.–dijo mientras movía sus manos en forma de explicación.

Ella tenía razón, Niall sí había salido con ellos estos días, así que si él se sentía bien, yo también debería.

–Tienes razón.

–Claro, además, los chicos han invitado a chicos muy lindos todos estos días, no sabes a quién puedas conocer que te agrade.–dijo y arqueó una ceja.

–Lo dudo.–Reí.

No tenía una relación seria desde el 2do año del bachillerato, solo salía con chicos que me agradaban, al momento en que me pedían que fuese su novia, me negaba.

No era ilusionar los, era intentar conocerlos para ver si eran mi tipo.

–Sabes que eres irresistible para muchos en el colegio, así será en la fiesta de hoy.–dijo mirándome algo emocionada.

–¿De qué hablas?

Ella sonrió pícara.

–Hoy habrá otra fiesta.

–Como siempre.–dije fastidiada.

–Te arreglarás y saldrás a bailar y a conocer algún chico y así, podrías causarle celos a Niall.

Admito que me gustó la idea de darle celos al rubio.

–¿Y para qué quiero darle celos?–dije levantando una mano.

–¿Tú crees que yo soy estúpida?–dijo seria–Eres mi mejor amiga, _____, te conozco para saber que a pesar de que no querías sexo con él, te gusta.–dijo tomando un sorbo del vaso de refresco.

Ella tenía razón, no me agradaba mucho la idea de conocer a algún chico, por el simple hecho de que me gustaba Niall. Así que aceptaría darle celos.

–Tienes razón pequeña rata.–hice cara de filosófica ebria y ella rió.–Lo haré, haré que me desee más.

–¡ESA ES MI AMIGA!, ¡VENGASE!–y me extendió su mano para luego hacer un saludo de palma y puño.

(...)

Esa noche...

Me estaba maquillando junto a mi mejor amiga frente al espejo de la peinadora.

Había hecho un gran esfuerzo para verme bien, para Niall más que todo.

Me puse un vestido pegado azul rey brillante, se amoldaba bien a mí y dejaba notar mi cintura, cadera y gran trasero. También tenia escote, así que sí, se veían mis pechos también.

Cargaba unos tacones altos negros cerrados, también brillantes.

Tampoco parecía una puta, solo quería destacar, ¡y vaya que lo haría!

Me apliqué polvo cosmético en la cara y cuello, luego me eché una sombra negra en los ojos que hizo destacar muy bien lo grandes y cafés que eran, me apliqué una mascara de rímel negro, este levantó muy bien mis pestañas, se veían largas y abundantes, casi como postizas. Eso hizo que mis ojos destacaran bastante bien. Luego con la brocha apliqué rubor de igual cantidad en ambas mejillas, un poco en la barbilla, nariz y frente. Seguido de esto, un labial color rojo intenso tipo Mate en mis labios, que resaltaban su forma, carnosos y grandes.

–Wow querida, te ves preciosa. Pondrás a babear al chico.–dijo Kat mirándome de arriba a abajo y con una mirada de asombro.

–Tú también estás pa' darte.–dije bromeando.

No era mentira, la verdad estaba muy hermosa. Se puso un vestido igual al mío pero de lentejuelas moradas, y este era mangas largas hasta las muñecas. También dejaba resaltar sus curvas y su trasero. Ella tenía tacones altos blancos de plástico. Estaba maquillada como yo, pero el lápiz labial de ella era marrón.

Nos veíamos muy bien.

–Muy bien, vamos.–me aproximé a la puerta, y cuando toqué la manilla Katheryn me jaló por el brazo.

–¿Estás loca?, no antes de una selfie.–Sacó su teléfono y puso la cámara frontal, ella sacó la lengua y cerro su ojo derecho ante la cámara, y yo hice un beso en mi boca. Tomó la foto.–Una en el espejo.–Puso el teléfono frente al espejo y se puso de lado para que se le viera el trasero. Yo me puse un poco detrás y sonreí.

–Ahora vámonos.–dije fastidiada.

–Vamos.

La emoción me come por dentro.

El Mejor Amigo de mi Hermano. [NIALL HORAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora