Capítulo 11

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Niall llevó sus manos hasta su cabeza y comenzó a dar vueltas por toda la habitación, se veía nervioso.

Yo me senté acomodando mi cabello y mi vestido, ¿fue mi culpa?, ¿habré hecho algo mal?

Se sentó a mi lado tenía sus manos en su frente y sus codos apoyados en sus muslos.

–Es que... No quiero que hagas esto si no quieres, _____.–dijo mirando el suelo.–Si lo harás, es porque realmente quieres, y a juzgar por lo que dijiste el día del lago, dudo que quieras.

Su mirada era profunda y triste, y era lógico que pensara que no quería después de lo ocurrido.

Pero, ¿por qué hacía tanto drama por eso?

Miré hacia arriba.

Debía dejarle claro que sí quería, y que lo que pasó ese día fue solo un momento de nervios.

Solté un gran suspiro, lo agarré por la barbilla y lo miré a los ojos.

–Si quiero, Niall. ¿Crees que si no quisiera estaría aquí?–pregunte seria.

Me miró y soltó una sonrisa.

–Me encantas, _____. Eres tan perfecta.–acarició mi mejilla.–nunca había estado así por una chica, al estar contigo me pongo nervioso, sé que tal vez no lo creas porque apenas te conocí hace una semana, pero creeme que es la verdad. No dejo de mirarte, me pierdo en tus ojos cafés oscuros, en tu cabello y en sus ondas, me pierdo en ti.–dijo mirándome a los ojos, su mirada era perdida y sincera.

Estaba muy feliz al oír esas palabras.

Sonreí y lo besé.

Un beso tierno y lento.

Sus suaves labios jugaban con los míos y su lengua pedía acceso para encontrarse con la mía.

Se lo concedí.

Puso su mano en mi muslo, y lo acariciaba de arriba abajo en movimientos lentos.

Me estremecí.

Sus manos subieron hasta mi abdomen, donde dibujaba pequeños círculos con sus dedos por todos lados.

Yo lo agarré por el cuello atrayéndolo más a mí.

Luego de esto, me levantó y quedé sentada en su regazo. Abrí mis piernas y las envolví en su espalda.

El beso seguía, sin duda el más tierno que me había dado con él.

Nos separamos por un poco de aire, él sonrió y besó mi frente, aun abrazados.

–Entonces, ¿sí quieres?–dijo en un susurro.

–Sí.–lo besé rápido en sus labios.

–¿Estás segura?–dijo dudoso.

–Sí Niall, comienzo a creer que el que no quiere eres tú. –dije sarcástica.

Él soltó una carcajada.

–Siento que he esperado esto toda mi vida.–dijo y me volvió a besar.

Me acostó en la cama y cambiamos de posición, yo debajo de él.

Fue dejando un camino de pequeños besos desde mi boca hasta mi cuello.

Mi punto débil.

Lo besaba, chupaba y mordisqueaba ligeramente.

Arquee mi espalda y moví me cabeza para que tuviera más facilidad.

Él acariciaba mis pechos por encima del vestido.

Solté un gemido y él gruñó suavemente.

Intentó bajar el cierre de mi vestido, levanté un poco la espalda para que pudiera hacerlo.

Cuando lo bajó completo, fue bajando el vestido poco a poco hasta dejarme solo con mis sostenes rojos de encaje y mis bragas rojas que hacían juego, también de encaje.

Se me erizó la piel, me daba un poco de pena.

Él se detuvo para mirarme todo mi cuerpo desnudo.

–Eres aun más hermosa sin ropa.–dijo riendo sin despegar su vista de mi cuerpo.

Me tapé la cara con la mano, sentí como mis mejillas enrojecieron.

Niall rió.

–No tengas pena amor, me encanta como te ves.

De alguna manera eso me alivió, así que lo abracé fuerte.

–Y eres mucho más hermosa cuando estas sonrojada.–dijo riendo.

Reí y le di un codazo en el brazo.

Quité su camisa negra y enrolle mis piernas en su espalda bien formada.

Como dije antes, Niall estaba bueno. Tenía su abdomen, espalda y brazos muy bien formados que ponen a babear a cualquiera.

Cambiamos de posición de nuevo, él quedó abajo. Y yo comencé a darle besos en su cuello y dejar pequeños besos por toso su pecho. Hasta llegar a el cierre de su pantalón.

Desabroche la correa, quité el botón y bajé el cierre y sus pantalones dejándolo solo en un bóxer negro.

Me mordí el labio al ver su amiguito.

Se veía muy grande, y parado, como si en cualquier momento fuera a romper la tela. Pensé un momento, ¿eso me entrará?

Niall rió y me miró.

–¿De qué te ríes?

–Eh... Es tan... Grande, dudo que me quepa. –y era cierto.

–Entrará, creeme.–dijo riendo y besó mi frente.

«Dolerá» dije en mi mente.

Niall solo me miraba y reía, pero no se daba cuenta que realmente yo estaba muy nerviosa.

El Mejor Amigo de mi Hermano. [NIALL HORAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora