Capítulo 28

769 35 12
                                    

Ya tengo casi dos semanas en casa, gracias a Dios.

Mis padres aun no vuelven a casa, así que estoy sola con Katheryn, Harry y... Niall.

Sí, Niall se rehusó a no cuidarme ni saber de mí, y Harry pues... Lo aceptó.

Pero no está durmiendo conmigo, en realidad a penas podemos hablar con Harry vigilándonos a cada segundo.

Un día cuando estaba en el hospital, Zayn fue a verme. Me aclaró lo que había sucedido con Niall y la "apuesta". Todo fue un mal entendido por mi parte.

Niall les había confesado a Katheryn y a Liam que todo comenzó como una apuesta, pero que luego todo cambió, que al conocerme se enamoró de .

Sí, sufrí sin motivos.

Igualmente aun no me sentía lista para retomar mi relación con Niall.

Sé que ya ha pasado un tiempo, y que no debería dejarlo tanto tiempo en incógnita, pero aun no es suficiente para que mi corazón lastimado se recupere del todo.

Tenía cosas más importantes en qué preocuparme.

Como comenzar las terapias para volver a caminar.

Ese accidente fue muy grave, hubiera preferido que me atropellaran.

El Dr. Holt dijo que es un milagro que esté viva.

Y, para mi sorpresa, el golpe sí afectó las neuronas de mi vista.

Ahora uso lentes.

Elegí un modelo retro, no tan grandes y de color negro.

La verdad me sentía bien.

Aquel viaje me había marcado la vida de una manera inexplicable.

Fue una experiencia maravillosa, a pesar de que terminé con el corazón roto, traicionada por mi mejor amiga y en el hospital.

Pero de alguna forma un otra, esas eran experiencias para hacerme fuerte y madurar.

—¿Entonces no quieres estar con Niall, nena?—me preguntó Kat para confirmar que estaba segura de la decisión que acababa de tomar.

—Sí, completamente segura sin una pisca de duda en mí—afirmé.

La verdad era que necesitaba más tiempo de lo esperado, pronto comenzarían nuevamente las clases y debía preocuparme por mis calificaciones. Y estar en una relación con Niall sería un problema y una distracción más.

Por ahora solo quería y enfocarme en mí nada más.

—Bueno, supongo que debes hablar de eso con él.

Asentí.

En ese instante Harry entró a mí habitación junto con una bandeja de comida.

—Esto es para ti—me la entregó—Katheryn necesito que tú y Niall me acompañen a ir a la tienda por algunas cosas—pidió mi hermano.

Kat asintió.
—Ni hablar, no me quedaré sola aquí—protesté.

—Niall se quedará contigo—dijo Kat—Y antes de que te opongas—se dirigió a Harry—Quiero decirte que te llevaré arrastrado hasta la camioneta si es necesario. ______ y Niall deben hablar seriamente. Confía en ella Harry—añadió.

—¡Ni loco creas que la dejaré sola con él!—protestó Harry muy molesto.

—Shh, ya callense, me provocan migraña—y era cierto—Necesito y debo hablar con Niall, Harry. Por favor.

Harry asintió molesto y salió de la habitación.

Quiera o no, yo debía hablar con Niall, y él no podía impedirlo ya que no era asunto suyo.

(...)

Y de un momento a otro, sin notarlo, estábamos Niall y yo acostados en mi cama besándonos.

Extrañaba sus labios, y necesitaba probarlos antes de alejarme de ellos por un largo tiempo.

Niall estaba siendo muy cuidadoso con respecto a no molestar mi pierna o brazo enyesado.

Nos separamos un poco para tonar aire, así que aproveché el momento.

—Debemos hablar.

Niall optó una mirada seria y se sentó.

—Eso nunca nos lleva a nada bueno. Mejor sigamos besándonos, extrañaba mucho esto—se acercó para besarme pero lo detuve.

—Esto es serio.

Se rascó la cabeza y respiró hondo.

—Cuentame.

Me armé de valor, y respiré muy profundo.

Él merecía saberlo.

—Estas semanas he tenido mucho tiempo para pensar, y después de tanto tiempo, ya sé qué es lo que quiero. Y lo tengo muy claro, sin pisca alguna de dudas.

Niall estaba nervioso, pero con su mirada entendí que él ya se imaginaba lo que venía.

—No quieres estar conmigo, ¿cierto?—pregubtó con apenas un hilo de voz. Con una mirada que hizo que el corazón se me encogiera.

—Me temo que no.

Contesté con el dolor de mi alma.

Niall se tumbó en la cama y comenzó a llorar.

Se arrodilló ante mí y me tomó de las manos.

—_____, te lo ruego, no me dejes. Yo no puedo estar sin ti—respiró desesperadamente—dame otra oportunidad.

Me dirán insensible, pero yo no estaba dispuesta a llorar ni a darle otra oportunidad, por ahora.

Llevo toda mi vida pensando en hacer feliz a los demás y me privé de muchísimas cosas gracias a eso.

Ya era hora de pensar en y darme mi puesto.

El Mejor Amigo de mi Hermano. [NIALL HORAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora