Karamatsu se apretó contra su hermano durante todo el camino, se sentía como un niño pequeño, pero realmente quería sentirse querido, su madre los miró por el retrovisor, el camino sería muy largo, superar la depresión que estaba viviendo Karamatsu sería difícil, pero sus otros hijos ayudarían más de lo que todos pudieran esperar.
En la casa, Choromatsu estaba terminando de preparar algo para comer, mientras Totty trataba de pelar un poco de fruta.
—Totty, mejor ve a descansar. — Chomatsu se acercó al menor, parecía no poder mantener los ojos abiertos.
—No nii-san, estoy bien, quiero que ver a Karamatsu nii-san. — los ojos del sexto hermano se cerraban, realmente todos estaban un poco agotados, pero la idea de tener a Karamatsu con ellos, luego del susto, sonaba incluso más placentero que dormir.
—Estoy asustado. — Totty miró la espalda de su hermano, se estremecía un poco, parecía retener las ganas de llorar, a veces el sexto hermano olvidaba que ellos tenían mínimas diferencias de edad. — ¿tú tienes miedo, nii-san?
—Creo que lo que más me asusta ahora es perderlo, creo que si nos odia no interesa, prefiero que esté aquí vivo. — Totty miró a su hermano, parecía que tanto Choromatsu, como Osomatsu habían madurado de golpe, pero él no se sentía así, era lo contrario, sentía que era un niño nuevamente, estaba muy asustado, tenía miedo, había visto a la muerte de cerca, pero no por él, la había visto en su hermano, una de las personas que más amaba en el mundo, aunque no solía decirlo, lo amaba.
—Nii-san. — Nuevamente tenía ganas de llorar, se levantó sorprendiendo al tercer hermano, realmente quería ver a su hermano, pero las imágenes, la sangre, incluso la reacción que Karamatsu había tenido en el hospital se repetía en su cabeza, necesitaba tomar aire o pronto tendría una crisis de nervios.
—Totty, cálmate, se lo que sientes, pero recuerda lo que nos dijo la psicóloga, debemos actuar tranquilo y apoyarlo, será algo lento, pero es algo que debemos hacer como familia.
Totty se sentó nuevamente, volviendo su atención a las peras. — ¿crees que nos merecemos si quiera un hermano la mitad de bueno de lo que es Karamatsu nii-san?
—No Totty, no lo merecemos, pero vivir en un mundo sin Karamtsu nii-san, sería incluso más doloroso. — Choromatsu sonrío como pocas veces lo hacía, con una determinación diferente en su rostro.
La puerta y los pasos apurados de Jyushimatsu hacia la entrada les aviso de la llegada de sus hermanos y la de su madre.
—Bienvenidos. — el quinto hermano no salto, ni corrió eufórico, simplemente miró a sus hermanos y a su madre, notando como Karamatsu bajaba la mirada. — Nii-san,Karmatsu nii-san, estas aquí, estas, Choromatsu nii-san te preparo comida y Totty lo ayudo, con Ichimatsu nii-san hicimos lo que nos pidieron, somos buenos nii-san.
—Jyushimatsu. — Karamatsu miró a sus hermanos, notando incluso que Ichimatsu se encontraba presente. — sí, son muy bueno.
—Hijo. — incluso su madre sonaba diferente ese día. — ve a descansar, aun estas débil, cuando esté lista la comida te llevaremos.
— ¿podría comer con ustedes? Es que no quiero estar solo. — Karamatsu se arrepintió inmediatamente, ya estaba siendo una molestia nuevamente, bajo la cabeza apretando lo parpados, al parecer su autoestima estaba mucho más por el suelo que lo que sus hermanos podían suponer.
—Claro nii-san, te despertaré personalmente para que comas con nosotros y con papá. — Choromatsu se había puesto la mano en el pecho como un niño explorador, el tercer hermano solía ser un poco tsundere en cuanto al cariño que le expresaba a sus hermanos, pero al parecer no era el minuto para portarse como un idiota.
En silencio Karmatsu le agradeció con una gran sonrisa, miró a Osomatsu, quien lo ayudo a subir, las escaleras, Chormatsu volvió a la cocina encontrándose con un Totty apretando entre sus manos una servilleta.
— ¿Totty?
— Esta débil, lo notaste, sus labios, su rostro, tiene un aura de tristeza, no es nuestro Karamatsu nii-san. — Todomatsu hablaba de forma cansada.
—Si lo es Totty, pero en el fondo fuimos nosotros los que destruimos esa parte de nuestro hermano, es como si de alguna forma es como si nuestras manos fueran las que tomaron ese cuchillo.
Todomatsu corrió al baño, nuevamente estaba vomitando, el estrés le estaba pasando factura, Choromatsu simplemente se quedó terminando la comida, un cálida mano en su hombro lo sobresalto, Osomatsu estaba parado a su lado.
—Le prometiste que lo despertarías, mamá está con Totty, al parecer está muy mareado aun, yo cuido la cocina, ve por nuestro hermano.
Choromatsu sabía que su hermano no era un idiota, que no era malo y sobre todo sabía que los amaba a cada uno, en el fondo todos ellos estaban viviendo de forma diferente el tema de Karamatsu, siguió por la escalera, realmente parecía más larga de lo que el mismo podía recordar, se percató de la presencia de Ichimatsu, quien simplemente miraba a su durmiente hermano.
—Ichimatsu. — el cuarto hermano se giró, había estado cuidando el sueño de su hermano durante todo este tiempo, al parecer todos tendrían su forma de hacer las cosas ahora.
Choromatsu se acercó a su hermano, su rostro se veía diferente a cuando lo encontraron, estaba calmado, aún pálido, pero ya no parecía sufrir, miró sus manos entendiendo lo que había pasado, entrando por primera vez en los recuerdos de esa mañana, en todo lo que había pasado, casi había muerto, Karamatsu podía haber dejado de existir.
—Choromatsu. — el tercer hermano se encontró con los ojos cansados de su hermano mayor, sus sollozos lo habían despertado, pero realmente no sabía cuándo había comenzado a llorar. — ¿te sientes mal? ¿Qué tienes? Karamatsu era gentil, era el mismo hermano del que no eran dignos.
— No lo entiendo nii-san, no entiendo tus razones, trato de pensarlo y no las comprendo.
—Choromatsu. —Karamatsu no sabía cómo interpretar esas palabras, su hermano no era realmente alguien expresivo, por un segundo sintió que le estaba recriminando. — no quería verte llorar, no quería que sufrieras, realmente debí morir, lo lamento hermano, lamento no poder darles ese espacio, no quiero que estés sufriendo por mi culpa, me gustaría hacerte feliz.
—Si tanto quieres que sea feliz detente. — Choromatsu se refregaba los ojos como un niño pequeño. —deja de hacerte esto, no te das cuentas lo que provocas, no te das cuenta que es sumamente injusto lo que hiciste.
—Choro...
—No nii-san, no puedes simplemente hacer algo como eso y decir que es por nuestro bien, somos una familia, eres mi hermano, mi ami...—Choromatsu se cortó a media frase, las palabras se le quedaban en la garganta, nunca se lo había dicho a nadie, nunca mencionaba lo que realmente sentía por sus hermanos, por ninguno de ellos.
—Choromatsu dime. — Karamatsu se sentía tan repleto de cariño, que no se percató que su hermano estaba realmente triste, hasta que miró sus lágrimas bajando caudalosas.
—Eres mi amigo...—fue un grito, fue ese dolor que sentía en su pecho, fue esa rabia, fue esa impotencia que se había guardado en su pecho solo al saber que su hermano podía estar muriendo, era tenerlo a su lado ahora y sentir que todo podía haber sido distinto. — nunca había entendido lo horribles que podíamos llegar a ser, quizá por eso nunca nos salen las cosas como deseamos, no somos solo ninis, realmente solo somos malas personas, no sabemos amar y por eso hacemos daño a quienes más queremos.
— ¿tú me quieres? — Choromatsu por primera vez miró a su hermano frente a él. — de verdad me quieres hermano.
—Nii-san...— una mueca se formó en sus labios del tercer hermano, quería llorar como cuando era pequeño. —yo te amo mucho nii-san, yo no quería que nada malo pasara, yo no quería, no quería.
Los brazos de Karamatsu rodearon a su hermano que lloraba como cuando era niño, a veces sus hermanos lo necesitaban más de lo él, los necesitaba a ellos, tsundere y todo su hermano lo quería y eso era lo único que le importaba.
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Happy Birthday brothers
FanfictionKaramatsu amaba a sus hermanos, era capaz de soportar cualquier cosa por ellos, era capaz de hacer cualquier cosa por ellos, incluso era capaz de dejar de existir por ellos.