II. Pistas

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—Nick, revisa en los archivos que tenemos para la investigación. —dijo ella. El zorro tenía el cartapaso con los respectivos documentos.

—Está bien... Vamos a ver; aquí dice que el blanco de los robos son establecimientos que poseen cosas valiosas, tanto en sentido monetario como histórico; según lo recopilado hasta el momento se cree que es un experto ya que logra desactivar las cámaras de seguridad sin ningún problema también puede entrar con mucha facilidad a los locales, puedo suponer que debe de utilizar entradas y salidas previamente preparadas en lugares de difícil acceso, no dice nada acerca de su tamaño, pero creo que es de estatura pequeña, así como nosotros. Aquí—el zorro señaló una parte del papel que tenía en unas de sus patas— confirma los que nos dijo el jefe, logra inmovilizar a los trabajadores utilizando algún tipo de gas o líquido tranquilizante, nadie lo ha visto lo suficiente como para diferenciar su especie y no se sabe para que utiliza la mercancía robada. Supongo que esto es todo lo que tenemos.

—Es muy poca información, pero de algo nos servirá, ahora sé por qué Bogo nos dio este caso. —Quedó meditabunda por unos instantes. El jefe confiaba en ella, no podía darse el lujo de dejar el caso por algo tan minúsculo como la falta de información. A ella, en el pasado, eso no la detuvo.

—Y bien, ¿Por dónde empezamos? —preguntó el zorro.

—Creo que lo mejor sería interrogar a los guardas de seguridad y a los empleados de las tiendas donde han ocurrido los robos, debemos de ir al más reciente, es probable que sepa algo que pueda ser de utilidad.

—Aquí dice que el robo más reciente ocurrió en Plaza Sahara, los anteriores fueron en Distrito Forestal y Tundratown. Estos fueron en una joyería, un museo de historia natural y una galería de arte respectivamente.

»La joyería se llama "Tesoros de Zootopia".

—¡Muy bien! Comencemos con la investigación —exclamó Judy mientras todavía se concentraba en el camino.

Al llegar se dieron cuenta que era una joyería bastante grande, a simple vista notaron que sería muy difícil para alguien lograr entrar, aún más salir con mucho dinero en diamantes y gemas.

—Al parecer seremos los únicos en la investigación—dijo Nick notando la soledad del sitio, por suerte todo el lugar estaba rodeado de cintas perimetrales que impedían el ingreso a los curiosos o a aquellos que pudieran contaminar la escena del crimen.

—Tienes razón, primero debemos saber quiénes son los empleados, cuales son los cargos que desempeñan y si estaban trabajando a la hora en que ocurrieron los hechos, me iré a la base de datos en la computadora del local a indagar todo eso. Nick hazte cargo de buscar las pistas, sé que eres bastante bueno en eso.

—Está bien zanahorias lo haré, solo déjame traer el equipo de investigación, ya vuelvo—dijo dirigiéndose a la patrulla y sacando un maletín que contenida todo lo necesario para continuar.

Ambos fueron a lo suyo, Nick buscaba pistas mientras que Judy averiguaba más sobre todos los empleados que trabajaban en la joyería.

Las habilidades de Nick: olfato, vista, oído más la astucia innata que el poseía siempre eran de gran ayuda para este tipo de trabajos, casi siempre él lo hacía sin poner objeción.

Comenzó en la entrada principal espolvoreando las manijas de las puertas de cristal y cerraduras de la misma tratando de encontrar alguna huella que le ayudara a identificar al ladrón, pero su búsqueda fue infructuosa, posteriormente sacó una lámpara de luz ultra violeta que le ayudaría a encontrar huellas manchas o fluidos corporales tanto en las paredes como en el piso del edificio, pero tampoco dio resultado, dedujo que no se había usado la puerta de la entrada principal tampoco alguna de las secundarias por lo tanto el debió de usar una entrada en la parte superior del edificio.

—Vaya, vaya...Que tenemos aquí —habló mirando hacia el techo encontrando varios ductos de ventilación lo suficientemente grandes como para que un mamífero de su estatura, o quizás más pequeño, lograra entrar sin dificultades—. Al parecer ya tenemos el punto de acceso. Ahora solo falta saber cuál de todos es y qué salida que utilizó.

Nick empezó a mirar más detenidamente los ductos tratando de ver cuál era el que se usó como entrada y cual como salida, suponiendo que salió de la misma forma que como entró. Logró notar uno que estaba un poco abierto, al parecer nadie se había percatado. Con la ayuda de algunos muebles logró trepar a la pequeña entrada y al abrirla un poco observó que ésta había sido forzada desde adentro. Espolvoreó un poco y descubrió unas cuantas huellas, huellas que al parecer pertenecían a un mamífero pequeño. Se introdujo en el ducto y este lo condujo a los exteriores de la tienda donde una pila de basura sirvió como escalera para que bajara y por ende para que el ladrón subiera, supuso que esta sería la entrada; estaba demasiado alto como para que un animal pequeño lograra saltar sin ayuda, tampoco había indicios de objetos utilizados como escalera aparte de ser demasiado obvio para ser una ruta de escape, finalmente tomó fotografías de todo lo que había descubierto hasta el momento.

Al regresar otra vez al edificio empezó a buscar la ruta de escape, pero la búsqueda fue en vano hasta que notó que uno de los estantes estaba desubicado solo unos centímetro —imperceptible para alguien que no tuviese una vista tan aguda como la de los zorros—, lo movió y notó una entrada lo suficientemente pequeña como para que algo o alguien lo de pequeña estatura entrara sin ningún problema, pero ni él ni su compañera eran lo suficientemente pequeños como para caber dentro de la entrada que era simplemente un agujero perfectamente construido que, al parecer, daba a algún lugar fuera del edificio.

—Al parecer hasta aquí llegó, vaya sí que es muy inteligente, me pregunto ¿Hacia dónde nos llevara esta entrada?—habló con especial detenimiento; la forma en la fue construida la cueva demostraba que eran manos agiles y expertas, no era la primera vez que lo hacía. También demostraban que lo había hecho con una velocidad impresionante, tal vez unos cuantos días.

Mientras tanto, en otra habitación Judy trataba averiguar todos los datos personales de los empleados que trabajaron dentro de la joyería el día del robo. Su búsqueda dio resultado logrando encontrar el nombre de 10 animales de diferentes especies en donde iban incluidos 4 guardas de seguridad que estaban de turno en el momento.

También se dispuso a revisar las cámaras de seguridad, en la búsqueda de pistas que lo llevaran al que cometió el delito. En el video se encontraban todos los empleados de la tienda mientras ésta estuvo abierta a los compradores, la oficial adelantó el vídeo hasta que se detuvo en el momento en que los guardas de seguridad solo caían adormecidos, no se observaba quien o que lo hacía, solo caían; algo extraño ya que estos eran de especies bastante grandes: un león, un hipopótamo, un puma y un elefante además, los únicos que tenían las armas necesaria para poder hacerlo eran los miembros de la ZPD.

—Nada mal, al parecer tenemos alguien con mucha astucia comparable a la de él—dijo cuándo observó que las cámaras se apagaron por alrededor de 15 minutos junto con las alarmas también.

Los dos policías terminaron de obtener las pistas y se dirigieron hacia el vestíbulo del edificio, se encontraron y se empezaron a explicar todo lo encontrado, Nick también le mostró las entradas y las salidas usadas por el delincuente y Judy le enseñó los vídeos de las cámaras de seguridad a Nick.

—Nada mal para una tonta coneja...

—Nada mal para un tonto zorro...

Ambos sonrieron pensando que no podían hacer un mejor equipo.

—Y bien, que hacemos—preguntó Nick observando a su compañera esperando que decidiera, a como era de costumbre en ellos.

—Creo que tienes una deuda pendiente zorro. Si no más recuerdo, me prometiste un almuerzo y además yo iba a escoger el restaurante.

El zorro observó el reloj de su celular que marcaba 12:07md y sonrió— Muy bien tu mandas ¿Ya escogiste a que sitio quieres ir?

Zootopia Nuevos SentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora