Zootopia Nuevos Sentimientos

VI (parte 2). Diversión

Mientras tanto en una habitación detrás el escenario...

—En qué momento dije si—decía lamentándose el zorro, arrepentido de la decisión que había tomado.

En ese momento Finnick, su amigo, lo acompañaba y lo consolaba.

—Tranquilízate, todo saldrá bien; además recuerda que me debes esta por la ayuda que les dí—hablaba Finn que estaba sentado al otro lado de la habitación.

—¡Agh! Cállate, tú me metiste en esto, pero me las pagarás.

—Tranquilízate, sé que lo harás bien. Te dejaré solo, recuerda las recomendaciones que te dieron los demás, mantente sereno y deja la mente en blanco; no quiero que pases un vergüenza delante de tantas hembras si sabes a lo que me refiero—habló para luego retirarse del lugar dejando solo con sus pensamientos al que sería un estrella solo por esa noche.

—No hay vuelta atrás, creo que me divertiré un poco hoy... ¡Santo cielo! Espero que Judy y los demás nunca se enteren de esto—dijo mientras se preparaba para el Show, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por varias hembras de diferentes especies que consigo llevaban lo que parecía ser un Kit de maquillaje.

—¿Que desean?—cuestionó.

—Somos las maquillistas, no tenemos tiempo vamos a darle los toques finales así que por favor desvístase y quede solo en interiores necesitamos prepararlo para su número.

—¡Que! ¡Están como locas!; no haré eso en frente de ustedes, así que por favor, retírense.

Todas se quedaron viendo unas a otras con una sonrisa.

—Al parecer tenemos a un chico que pone resistencia. Chicas ya saben que hacer—dijo una de ellas mientras las demás se abalanzaban contra Nick. 

—Por favor no lo hagan—suplicaba pero no fue escuchado. Superado en número, se vio en la penosa situación de ser desvestido por ellas.

—Lo sentimos joven Wilde, pero es nuestro trabajo. Siéntelo y sujétenlo fuerte—dijo otra de las que ahí se encontraban mientras desempacaba todo un arsenal de utensilios para maquillaje.

—¡No por favor ¡No!—gritaba el zorro mientras era maquillado.

Cuando todo el martirio paso, fue puesto en libertad. —¿Lo ve Señor Wilde?, no fue tan malo. ¿O sí?

—Eso creen ustedes—habló con la mirada abajo y solo con la ropa interior puesta.

Nick se dirigió al espejo que se encontraba en la habitación y se sorprendió al ver el gran cambio que había sufrido. Su pelaje lucia mucho más brillante y sedoso, su rostro era adornado con una cantidad moderada de escarcha que resaltaba el color de sus ojos y su cola estaba mucho más esponjada que antes sin mencionar que también estaba escarchada—No me miro nada mal—. Dijo sonriendo.

 — No debería de darle vergüenza, no es la primera vez que trabajamos con machos, en pocas palabras somos expertas. 

—Bien, ahora es hora de la ropa, así que necesitamos que se cambie, y se coloque una a una las prendas según el orden acordado.

—Maldición, lo haré en frente de ustedes.

—Por supuesto que no. A su derecha está el vestidor.—Una de ellas señaló la parte derecha de la habitación.

Nick se dirigió a ese lugar y, primeramente se colocó la lencería. El zorro no se atrevía a salir.

—¿Terminó? —Preguntó una zorra—. Necesitamos verlo para ver si todo está en orden. —Continuó.