Zootopia Nuevos Sentimientos

I. Amistad x Misión

Ha pasado tiempo después de la gran controversia relacionada con el caso de los aulladores y de la graduación de Nick como mejor estudiante de su clase en la academia de policías, la situación poco a poco fue mejorando dentro de los límites de la gran Zootopia, el miedo y el racismo hacia los depredadores fue disminuyendo aunque, lamentablemente no podría ser eliminado por completo, si se puede decir así.

Nombrados como unos de los mejores policías de la metrópolis, tanto Nick como Judy, se encontraban, como era de costumbre, resolviendo casos por aquí y por allá, algunos eran sencillos otros un tanto complicados y más de alguno era un simple arresto por crímenes menores como infracciones de tránsito y robos pequeños, pero todo cambió por el despertar de un sentimiento que absolutamente nadie esperaría que naciera entre ellos que fue desarrollándose en las situaciones más adversas ¿Cómo lograran superar las dificultades que pondrán en peligro ese sentimiento? ¿Sera ese sentimiento aceptado por los demás animales? ¿Sera su trabajo un riesgo para el antes mencionado? ¿Superaran todas las pruebas que se les presenten?

En una habitación de un complejo de apartamentos se escuchaba una molesta y ruidosa alarma que despertaría hasta al más dormilón de la ciudad.

—¡Maldición! ¡Tan rápido amaneció! siento que no he dormido nada— dijo Nick levantándose y apagando la alarma, aun somnoliento se quedó sentado por un momento en su incomoda cama mientras se tallaba los ojos.

—¡Vaya! qué noche, dejaré de acostarme tarde viendo ese tipo de películas—pensó no sin antes dar un gran bostezo.

—Bueno, presiento que será un largo día en el trabajo, espero que suceda algo interesante, tal vez así las cosas se animen un poco— dijo mientras se ponía en pie, semidesnudo. Pensó un poco sobre cómo había llegado hasta donde estaba gracias a la interminable paciencia de su amiga y compañera de trabajo, Judy.

Nick se dirigió al baño y se dio una fría ducha para despertarse completamente, siempre tardaba mucho, lejos de ser un acto de egocentrismo, era una forma de perder el tiempo esperando de forma paciente la hora de ir al el trabajo, se vistió con su usual uniforme y se preparó un desayuno que, aunque sencillo, era suficiente como para sustentarlo hasta la hora del almuerzo. Al terminar de desayunar le dio los últimos retoques a su vestimenta que lo hacían ver como alguien de autoridad y capaz de infundir cierto temor y respeto. Esperando que no sea un día aburrido, el zorro se dirigió a la ZPD, donde pasaba la mayor parte del tiempo, ya sea porque se quería quedar o porque lo obligaban.

Mientras tanto en el departamento de Judy....

Al otro lado de la ciudad, en un pequeño cuarto, sonó una alarma que inmediatamente Judy apagó para posteriormente dirigirse al baño a darse una refrescante ducha que la despertaría completamente.

—Hoy será otro emocionante día en el trabajo—habló con un tono optimista que era muy normal en ella.

Se vistió con su usual uniforme y se preparó un simple desayuno: unas zanahorias al vapor bañadas en sirope con un pan tostado y café. Al terminar se dirigió a la puerta de su departamento tomando su celular y enviándole un mensaje a su compañero:

"Te espero donde siempre, no llegues tarde"

Decía el mensaje.

El zorro envió una respuesta rápida, decía que estaría ahí a la hora acordada.

Poco después...

En la terminal del metro se encontraba Judy, impaciente, casi al borde la desesperación, viendo a cada momento el reloj de su celular y caminando de un lado a otro mientras murmuraba un sinnúmero de palabras que pocos lograban entender.