5

258 22 2
                                    


La lluvia caía levemente fuera, y el viento golpeaba ruidoso los cristales. Los rayos caían furiosamente afuera. Estaba cayendo una tormenta, de esas que hacen que los niños miedosos se escondan bajos las sábanas de sus camas, en un vano intento de protegerse.

Un cristal se había roto por culpa del viento, y entraba una fuerte brisa. Intenté cubrir el roto del cristal con una tela, para impedir que entrara el viento, pero fue imposible y pronto me di por vencido. El frío me hacía temblar un poco, a pesar de que había encendido la chimenea y había sacado un par de manta para tumbarme delante de ella

Mi madre se marchó la misma mañana que yo le cerré la puerta a Rachel, aunque preocupada, yo la obligué a subirse al avión de vuelta, necesitaba estar solo, llama todos los días para asegurarse de que estoy bien. No lo estoy, pero la tranquilizo, diciéndole que no pasa nada, para que ella no se preocupe por mí.

Era horrible, me sentía solo, completamente solo y es una sensación horrible.

Varias semanas después de mi cumpleaños, decidí hablar con Rachel, la echaba de menos, y a pesar de que se había perdido mi fiesta... yo quería a mi amiga de vuelta. O al menos, si ella ya no me quería como amigo, pues un adiós, ¿no? Al menos me merecía eso.

Inseguro, caminé el corto trayecto hasta su casa. No hizo falta tocar al timbre. En el umbral de la puerta, sentada, abrazándose las rodillas y con lágrimas en los ojos, estaba ella. Me dirigí a ella con indecisión y me senté a su lado.

—Lo siento, Ricky— dijo dolida

No respondí, tan solo le tendí un pañuelo que cargaba. Ella lo tomó y se secó las lágrimas con él.

—Lo sé, Rachel – Dije al cabo de un rato.

Aún no nos habíamos mirado. Simplemente, nuestros ojos estaban fijos en algún punto del horizonte.

—Me había dejado. Dijo sollozando

Un gran silencio se formó entre ambos.

—Logan me dejó por otra ese mismo día. Sé que para ti era importante que fuera a tu fiesta pero yo no... no podía, fue humillante, quedó conmigo para salir y se la llevó con nosotros.

— ¿Se llevó a la tipa esa con ustedes? — Dije un poco enojado

Me giré hacia ella, sorprendido, y a la vez furioso, ella asintió tristemente y tras eso me miró, cuando se giró hacia mí y nuestras miradas se cruzaron, un gran silencio se tornó sobre nosotros, nervioso evité mirarla, desviando mi mirada, pero ella, con los ojos llenos de lágrimas, me abrazó, y yo la dejé hacerlo, necesitaba ese abrazo.

Mi corazón empezó a latir, emocionado, a la vez que yo intentaba calmar el nerviosismo que ese abrazo me había producido.

¿Qué me pasaba con Rachel?

No tenía ni idea de por qué cada vez que me tocaba, mi corazón empezaba a latir desbocado. Mis manos sudaban, e incluso sentía como mis mejillas enrojecían, intentaba ocultar las reacciones que ella me provocaba lo mejor que podía, pero era un poco imposible.

Estaba cambiando con ella, pero no entendía el por qué.

Últimamente, era cada vez más necesario para mí uno de sus abrazos cariñosos, era como si con un solo abrazo pudiera calmar todo, no me había dado cuenta de cómo había echado de menos esos abrazos estos últimos días, bueno, lo cierto es que la había echado de menos a ella entera, no sólo sus abrazos.

Sonreí y volví a abrazarla, atrayéndola hacia mí con fuerza, sabiendo que ya nada podría separar a mi mejor amiga de mi lado otra vez.

Sí, definitivamente la había echado de menos, todo era un infierno sin Rachel

________________________________

Quería agradecerles a todas las que están leyendo esta historia, me hace muy feliz que les guste, gracias por el apoyo

♥♥

A travéz de la ventana -Adaptada- Historia Corta(Ricky Olson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora