Te echo de menos...
Tus versos en mi piel que ahora sin sentirte se agrietan, se forman afluentes en mi rostro, mis ojos ahora vagan en la niebla, eso o hay miles de vendas, sogas de alambre que me aprietan, letras que ahora comen las termitas, con la tinta prendí fuego a ese ego materialista.
Perdóname mi alma se desgasta, pero jamás pondría lo nuestro en subasta, apreciarte es mi trabajo leer en tu cuerpo los ritmos y aunque no estés cerca veo a lo lejos nuestro futuro. A veces sueño cuando duermo con que me despierto miro a un lado y estás tu ahí a mi lado durmiendo, un hecho tan sencillo como ese significaría que todo lo que quiero se habría cumplido.
Bruma densa me acorrala, esquivo ramas, cada paso no acentúa mi calma, el desgaste es como una huella siendo por la lluvia borrada. Recostado entre maleza intento descansar, aunque en mi mente de pasos mi cuerpo ya no se mueve necesita descansar y esta oscuridad no ayuda a ver un metro más allá.
Otra vez omitido mi descanso, renuevo mis esfuerzos puliendo un corazón de cuarzo, es esto contra lo que me enfrento y de momento lo estoy haciendo en vano.
Continúo andando con heridas en mis pies, el sonido de este bosque me estremece y causa estrés,este camino se hace eterno y ni si quiera mil inviernos podrían calmar mi sed.
Trato con los fantasmas cuando todo el mundo duerme, escribo lo que sangro cuando veo que me duele, me mata no tenerte entre mis brazos y que el lazo de tus piernas no este aquí para sostenerme.
Naufragué en el océano de estrellas en tus ojos, debí decidir por lo que veo nadar hasta al fondo, conocer lo que escondía una cara tan bonita con un pasado algo roto. Toqué la tierra firme de los mares, un alma que se hallaba escondida desde siglos inmemoriales, no un destino yace adverso dentro de ese órgano que late, existen posibilidades de que halla infinidades de Universos en los que tus labios halle.
Quizás deduzca rápido una situación trágica, una humanidad destruyendo el planeta en que vive y yo solo me preocupo de lo que a ella le plazca, la gente no se entera, miran más por lo suyo que por una vida ajena y aunque duela hay que joderse cuando a quien tanto amas el corazón también le duela. Mis agradecimientos a quién sabe hacerlo, aunque mi alma pasee oscura y que mi sobra trate de asesinarme, lo que queda de mi corazón fácil para ti es descifrable. Mi alma llora en una esquina castigada, desde chico ya soñaba con jugar con tu sonrisa y que cuando crecieramos dormir en la misma cama.
Te amo.
¿Me amas?
Por supuesto, te doy mi corazón sin tener que sacarlo de mi cuerpo, amo hasta el modo en que me amas y hago una cuenta atrás de cuando volverás aunque esa intensidad vaya creciendo por momentos.
Te espero hasta morirme y reencarnarme en otro cuerpo o sentarme al final de tu túnel para ser la luz que te guíe, por que no habrá ningún momento, en el que tu camino se desvíe y te esté esperando atento, para que una sonrisa me envíes.
Te echo de menos...
