Varadas |One direction|

Capitulo 24 "Inglaterra"

Edward Styles
Comencé a empacar todo lo que necesito para irnos a Londres.

—Edward...—murmuró Debbie entrando en la habitación.

—¿Qué pasa?—le sonreí.

—Tenemos que hablar—dijo sentándose en la cama, para luego palmear la cama frente a ella, indicándome que quiere que me siente.

—Habla—dije tomando asiento.

—¿Qué es esto?—pregunto y fruncí el ceño—Hablo de nuestra relación, ¿Quieres algo serio?

Yo la mire de arriba a acabo, nunca me han llamado la atención las relaciones serias, siempre terminan en fracaso, pero no quiero perder de nuevo a Debbie, quiero que ella este siempre conmigo.

—Quiero una relación seria, pero contigo—ella sonrió y beso mis labios. —Debemos irnos al aeropuerto—dije.

—así, déjame vestirme—fue al baño y yo sonreí.

Tal vez era lo que necesitaba, algo serio.

Estábamos sentados en el aeropuerto de Las Vegas, esperando a que llamaran a nuestros vuelo, nuestras manos estaban entrelazadas, Debbie tenía su cabeza en mi hombro mientras revisaba su celular.

Yo solo me limitaba a ver a los pasajeros que caminaban, entre ellos una familia, sonreí.

—¡Edward!—chillaron, al voltear me encontré a Gina, una de mis Folla amigas.

—Hola Gina—dije poniéndome de pie y abrazando a la rubia. Debbie fruncía el ceño mirándola de arriba a abajo.—Debbie ella es Gina una amiga, y Gina ella es Debbie mi novia—Gina frunció el ceño.

—En realidad soy su ex novia—dijo dándole la mano a Debbie.

—Y yo soy su novia, si no lo escuchaste—Debbie le sonrió, y Gina dejó de sonreír.

—Pero bueno... Ya debo irme, espero qué sean felices—dijo hiendo al área de abordaje.

—¿Ex novia?—pregunto Debbie.

—Fue un follón de una noche, ni siquiera sé su apellido—reímos. A las pocas horas estábamos aterrizando en Londres. 

Dimos nuestros documentos, y recogimos nuestras maletas, y buscamos un taxi, el cuál nos llevó directo a casa de tío Louis, donde nos quedaríamos.

—¡Hola!—gritó mi tía al vernos, nos abrazo. Y luego vinieron los chicos, Austin y Alex tienen ya 16 años, y Luke 10.

Nos instalamos en nuestra habitación, nos quitamos nuestra ropa, para colocarnos las pijamas y acostarnos.

—Me gustaría quedarme en Londres—dijo.

—¿Qué?

—Aunque ame los Estados Unidos, nada puede compararse con Inglaterra, me encanta este país—dijo.—Quedémonos aquí.

—Hablaremos de ello mañana, duérmete amor—bese su frente y ella se quedó dormida.